La balada del cordero negro

Suplente

Según lo investigado por Hannibal, Will podría sufrir de un tumor cerebral, cáncer, encefalitis o alguna otra infección malsana en su cerebro, Hannibal no podía saberlo con certeza, lo único que conocía de la enfermedad de su amado era ese característico olor a caramelo quemándose y en ninguna de sus investigaciones había leído algo similar (muy posiblemente porque a diferencia de él, los investigadores no tenían un olfato tan desarrollado) de cualquier forma Hannibal aprendió todo lo que pudo de enfermedades mentales y esperaba con ello poder ayudar a su amor, sin embargo al día siguiente durante su clase de música noto antes que nadie la ausencia de su profesor, minutos más tarde entro el director Crawford con un hombre detrás de él, era moreno, alto y de apariencia refinada, también era un peligro, Hannibal lo noto de inmediato al percibir el  ligero olor a sangre de su piel

- chicos, tomen asiento por favor -

Pidió el director a los alumnos que de inmediato tomaron asiento

- muy bien...chicos y chicas, cómo ya habrán notado el profesor Graham esta ausente y por motivos de salud estará así por tiempo indefinido, para evitar que esto perjudique sus clases, hemos conseguido un profesor de reemplazo, su nombre es Tobias Budge, sean amables y educados con él y denle una cálida bienvenida -

Los alumnos estaban murmurando por la salud de profesor Graham, algunos preocupados, otros curiosos, pero el más afectado fue Hannibal, quien de preguntaba que tan malo podía ser lo que tenia Will cómo para forzarlo a detener su trabajo, el niño se sintió tan inútil e impotente de no poder ayudar a su amado, si fuese más listo podría saber con certeza que tenía Will y como ayudarlo, pero ahora mismo no podía hacer nada y eso le frustraba

-mucho gusto en conocerlos a todos - hablo Tobias - es para mi un honor ser quien los guíe y enseñe en el arte de la música, cualquier duda que tengan no duden en preguntarme -

Después de que el director se retiro, la clase inicio, Tobias era un prodigio en la música, eso era notable desde el primer momento, algunos incluso ya lo conocian por haber formado parte de la orquesta de Baltimore y por poseer una prestigiosa tienda de instrumentos musicales, así como servirles de tutor privado a muchos de esos niños ricos, tenía renombre, si, pero Hannibal apenas si le prestaba atención, su mente estaba enfocada cien por ciento en Will, preguntándose ¿Cómo estaría en ese momento?

- ¿Le parece aburrida mi clase, Joven Lecter? -

El niño miró a su maestro sustituto, negando con la cabeza, tal vez había pasado mucho tiempo en su mente que no lo había escuchado hablarle

- lo siento, no lo escuche ¿me dijo algo? -

- solo que esperaba ver su talento en acción, sus compañeros hablan maravillas de usted, dicen que es el mejor de su clase, un prodigio pesé a ser uno de los más jóvenes -

- me halaga el reconocimiento de mis compañeros, pero no me considero alguien prodigioso como tal, solo alguien con amor y respeto a las artes en general -

Tobias miró al niño por unos segundos antes de esbozar una minúscula sonrisa

- ahora veo a lo que se referían...eres muy singular. Hannibal Lecter, espero me muestres hasta donde puede llegar tal genialidad - 

Hannibal también lo miró, este hombre...tal vez sería prudente tenerlo vigilado, la clase continuo sin más contratiempos, al finalizar Hannibal salio a prisa tratando de saber algo más de su amado Will, lo único que supo es que desde el día anterior  había estado en la enfermeria bajo observación, el niño fue hasta ahí pero para su desgracia el enfermero Matthew no lo dejó pasar a ver a Will

- no puedes pasar, Will necesita descansar -

- pero es mi tutor -

- no importa, así seas el mismo papa NO puedes entrar -