La balada del cordero negro

Cerdo quemado

Hannibal se encargaban de retirar el postre de su molde para empezar a decorar, si bien la cocina era un talento casi nato en él, la repostería era un poco más complicada, ya que una cantidad errónea, un minuto más o menos en el horno y todo el trabajo quedaría arruinado, afortunadamente para Hannibal contaba con una buena asistente y sus tartas de limón se veían muy bien en consistencia

- huelen delicioso - dijo Margot a su lado

- obviamente, usar la cáscara de limón rayada es mucho mejor que esos saborizantes artificiales, le da además un toque cítrico que resaltará el flambeado - explicó el niño con orgullo - ¿cortaste las rodajas de limón? -

- en cuatro como me dijiste -

- excelente,  ahora solo es cuestión de terminar el decorado y listo -

Mientras terminaba su trabajo, Hannibal se encargo de apartar una tarta en especial, la más grande y deliciosa estaba destinada a Will, se encargaría de dársela en su próximo encuentro

- Hannibal, Margot ¿ya terminaron? - pregunto la señora Pimms, la encargada del taller

- ya casi, solo falta decorar - respondió Margot

- mmm...huele exquisito como siempre, justo como lo esperaba del mejor equipo del taller -

- guardamos una tarta especialmente para usted - dijo Hannibal pasandole el postre a la mujer, que lo recibió gustosa

- oh, muchas gracias, son adorables...tienen una nota máxima por su buen trabajo -

- gracias - respondieron al unísono

- solo no olviden limpiar su estación de trabajo y sean cuidadosos también con los productos...una niña de mi clase pasada casi se quema mientras usaba la sosa cáustica mientras limpiaba la estufa, los productos de limpieza son más peligroso de lo que parecen -

- seremos cuidadosos, señorita Pimms -

- esos son mis chicos, ahora compermiso, tengo que ir a calificar a sus compañeros -

Cuando la mujer se fue, Hannibal y Margot siguieron con su labor, terminaron de decorar y fueron por el material de limpieza, sin embargo mientras limpiaban el horno fueron interrumpidos de la peor forma

- vaya vaya...¿que huele tan bien? -

Pregunto Mason mientras entraba a la estación de trabajo de Margot y Hannibal, con una sonrisa amplia y arrogante, detrás de él venía Cordell, cuya asquerosa mirada sintió Hannibal sobre él desde el principio

- Ma...Mason - Margot le hablo con nervios - ya casi termino, solo voy a... -

- tranquila, tranquila "hermanita" no llevo ninguna prisa, solo vine a ver como va tu clase de cocinera-

Dijo en tono despectivo

- se ve que van bien - dijo Cordell acercándose a la bandeja con las tartas - huelen muy ricos, se antoja probarlos -

Con horror Hannibal observo como Cordell pasaba su dedo sobre la tarta de Will, arruinandola con su inmundicia, sus manos se apretaron fuertemente en los paños con los que limpiaba

- ¡esta riquísimo! Felicidades Margot, ya puedes irte a trabajar a la cocina -

Mason y Cordell rieron con burla, Margot parecía avergonzada y Hannibal se contuvo, respirando profundamente

- lo siento - le murmuró Margot - esa era de las tuyas, puede llevarte una de las mías -

- gracias Margot, puedes irte si quieres, yo terminaré de limpiar -