La balada del cordero negro

El primer sacrificio

Hannibal no habia tenido la cabeza ni las ganas para ir a clases ese día, estaba tan preocupado por el paradero de su cuaderno y en que manos podría encontrarse que no podía pensar en más, necesitaba uno o dos días libres para arreglar su problema, así que por la madrugada había bajado cautelosamente a la cocina y había tomado algunos alimentos crudos, aceite y picantes para provocarse una indigestión, nada fuerte, solo que le garantizaran un par de días libres, a la mañana siguiente su plan funcionó

- es solo una pequeña infeccion estomacal - dijo Matthew después de terminar de revisarlo

- entonces estará bien - más que pregunta, parecía  una afirmación hecha por Jack - podrá volver a clases -

- yo no estaría tan seguro, en las siguientes horas necesitará vomitar, tendrá dolor de estómago y acidez...creo que lo mejor sería darle algunos medicamentos y un par de días libres para ver como avanza la infección -

Jack suspiro con resignación

- esta bien, que se tome un par de días, avisare a sus maestros y le pediré que le manden sus tareas con otro alumno -

- director Crawford ¿puedo avisarle yo al maestro Graham? -

Pidió Matthew con una voz suplicante que casi hace que Hannibal le vomite encima, podía hacerlo y excusarse con su enfermedad, pero mancharia su traje y no quería dañarlo

- si, como sea - respondió Jack sin interés - vamos Hannibal, tienes que regresar a tu habitación,  yo avisare a tus tíos de tu enfermedad -

Después de esa visita a la enfermería en la mañana, Hannibal no había salido de su cama en gran parte del día,  se encontraba solo pensando en el cuaderno, era claro que no había sido ningún maestro o personal de la escuela, de haberlo sido el cuaderno estaría ya en manos del director Crawford, así que tuvo que haber sido un alumno, desgraciadamente no había cámaras en las habitaciones y pasillos de los alumnos para respetar "su privacidad" lo cual era bueno pero ahora le jugaba en contra a Hannibal, de entre todos los alumnos del instituto las caras de Mason, Cordell y Chilton sobresalieron, ellos se  habían declarado enemigos de Hannibal ya y no dudaba de que todo esto fuera orquestado por ellos, Mason y Cordell tenían sus habitaciones en otro edificio, uno para alumnos de grado superiores, así que solo quedaba Chilton cerca de Hannibal, vivían en el mismo piso, uno junto al otro, tenía la oportunidad perfecta, afortunadamente para Hannibal, Chilton era un pelele y Hannibal sabía muy bien que hacer para que hablara

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Por la tarde tocaron a su puerta, Hannibal desde su cama pidió que pasarán y tal como había pensado Chilton estaba ahí

- buenas tardes, Frederick -

- hola Hannibal - respondió el chico sin mirarlo siquiera, actitud que Hannibal notó de inmediato - te traje tus tareas -

- gracias...no te hubieras molestado -

-los maestros me obligaron, mi habitación es la mas cercana a la tuya -

- ¿podrías dejarlas en mi escritorio? -

Chilton se quedó unos segundos en el umbral de la puerta, como si pasar le causará pánico, trago saliva y a paso rápido fue hasta el escritorio y dejó ahí los cuadernos, dándose la vuelta para salir lo más pronto posible -

- ¡Frederick! -

Hannibal lo detuvo antes de que saliera

- espera, quisiera hablar contigo -

- ¿de que querrías hablar conmigo? No somos amigos, tu mismo lo dijiste -

- si, eso dije...pero ahora que lo he pensado más, creo que lo dije por el calor del momento, estaba molesto y creo que no medi mis palabras -