Dulce febrilidad

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Hannibal, ahora limpio y usando una vieja camisa de Mason, se encontraba sentado en un sillón de la recamara de Margot, la chica había estado muy silenciosa desde que regresaron del matadero, Hannibal le dio su espacio, comprendía por lo que estaba pasando, la primera vez que él mato también se había aislado dentro de su cabeza por un tiempo, era lo mejor, de esa forma procesaria todo lo que acababa de ocurrir

- señorita Verger - hablo una sirvienta tocando la puerta - su maestro, el señor Graham esta aquí -

Hannibal y Margot se miraron al instante

- ¡Hazlo pasar, por favor! -

- emmm...¿a su habitación? -

- si, por favor -

- ahora mismo, señorita -

Un minuto más tarde Will estaba ahí, Margot de inmediato fue hacia él y lo abrazo aferrándose a él, si otra persona hubiese sido, Hannibal habría ardido en celos, pero se trataba de Margot, en ese momento lo que ella necesitaba era un adulto que le dijiese que todo estaría bien

- ¿Cómo sé encuentran, chicos? - pregunto Will, apartándose un poco de Margot - ¿están bien? ¿No les paso nada? -

- nosotros estamos bien - respondió Hannibal - en cuanto a Mason...-

Margot se estremeció al escuchar el nombre de su gemelo

- Me alegra que estén bien, eso es lo más importante, pero quiero saber ¿que fue lo que paso ahí? -

Con Margot incapaz de hablar, fue Hannibal quien tomó el control

- Mason hacia daño a Margot, si puede ver debajo de sus mangas o su bufanda podrá confirmar lo que le digo -

- no hace falta, continua -

- fue un accidente, nosotros solo intentamos defendernos de él-

"Un accidente" la excusa perfecta, cualquier adulto  podría creérselo, pero Will no era cualquier adulto, Hannibal miró los profundos ojos de Will ¿le había creído o solo fingía hacerlo?

- un accidente, entiendo...no fue del todo su culpa - hablo en tono paternal para ambos niños - sé la clase de escoria que era Mason y ustedes no tienen que pagar por una vida tan miserable-

- que...¿qué pasó con...él? - pregunto Margot temerosa

- me encargue de limpiar la escena y crear otra, parecera que Mason resbalo de la reja superior de los corrales y cayó al interior, siendo devorado por los cerdos -

Margot parecía horrorizada, pero Hannibal estaba maravillado, su amado Will siendo un brillante genio del mal era todo lo que le importaba ahora, claro, ellos eran almas gemelas, eran iguales y compartían un romance con la muerte, escucharlo  contar de cómo arreglo su pequeño desorden lo hacía sentir delirante, deseoso de contacto y afecto, quería que Will lo tocara con esas manos que arrastraron el cuerpo de Mason, quería con lo besara con sangre en sus labios, quería oler la  muerte en su piel, sentir el calor de su cuerpo y lamer su sudor, deseaba tanto hacer el amor con él

- ahora, cuándo les pregunten si vieron a Mason, ustedes dirán que no, que no lo han visto desde la tarde, ustedes estuvieron en el bosque, planearon una pijama y vinieron aqui ¿entendido? -

Ambos menores asintieron

- Margot ¿dónde están tus padres? -

- en un crucero, en el mediterráneo -

- bien, eso nos da tiempo al menos hasta mañana que alguien descubra los restos de Mason, escúchame - tomó a la chica de los hombros - quiero que seas muy fuerte Margot, nada de lo que  paso es tu culpa, fuiste una víctima en realidad y no es justo para ti, ahora vienen pruebas muy difíciles, debes mantenerte firme ¿entiendes? Pero yo estoy aquí para ti, para apoyarte cuándo lo necesites -

La balada del cordero negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora