Visiones del pasado

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Estaba en un lugar oscuro y pude ver algunas escenas extrañas, había una pareja discutiendo frente a una niña de cabello negro y ojos marrones que no tenía expresión alguna, la casa tenía todo lo que alguien pudo haber deseado, todas las comodidades impensables pero la pareja no era feliz. La niña fue a su habitación que estaba oscura y daba miedo por tantos peluches y muñecas ordenadas y se tapaba sus oídos e imaginaba que tenía una familia feliz que la amaban y así encontraba consuelo en su vida tan corta... Ahí estaba yo parada delante de la niña... Así empezaron las mentiras en mi vida, fingiendo una vida feliz cuando era todo lo contrario, el ser ricos no significa que tienes la felicidad absoluta, lo único que deseaba era estar con mis padres pero por trabajo se habían distanciado mucho que ya no les importaba si peleaban delante de mí como si hubieran olvidado que existía...
Cuando ocurrió el accidente mientras llovía, tarde se dieron cuenta que era lo más importante, mientras caía en cámara lenta el auto por el acantilado; mi mamá me abrazó para protegerme, ahí sentí su calidez que había olvidado y mi papá solo nos miraba mientras gritaba cuando caíamos, desperté por los ruidos de la ambulancia y los bomberos junto a los policías, cuando nos estaban sacando pude ver qué mis padres estaban agarrados de mí; su mano de mi padre que agarro mi mano, estaba fría al tacto y mi mamá que me abrazaba estaba rígida... Fue difícil quitarlos de mi, que solo había tenido algunos raspones y no sabían cómo había sobrevivido, el auto quedó compactado que sus cuerpos de ellos habían quedado malheridos pero yo sobreviví, cuando fui apartada de los brazos de mi mamá sentí ese vacío. Cómo si yo hubiera muerto en ese mismo instante. Mis tíos me fueron a buscar al hospital y realizaron los arreglos del funeral, así pasó los eventos pero ya no lloraba, mis ojos ya no tenían vida y ya nada me importaba, nunca sentí enojo por ellos porque aún en sus últimos momentos en lo único que pensaron fue en mí, y tuvo que pasar el accidente para que ellos se dieran cuenta, pero ya era demasiado tarde...
Desperté con lágrimas en mis ojos, la fiesta había terminado y no se en qué momento me había ido a mi habitación porque donde yo sabía lo último que recuerdo es haber salido de nuevo al jardín para estar sola y todo se volvió negro a mi alrededor... Cuando salí de mi habitación hacia el comedor aún era temprano que los sirvientes aún dormían, entonces me dirigí al jardín para meditar porque eso es lo único que me calmaba y cuando me di cuenta, Regis estaba detrás mío, se veía cansado y algo agotado.

-"Que haces aún despierta temprano Ailana"

Yo solo suspiré, se supone que tenía que estar con mi hermana mayor pero, aquí estaba acompañando a su cuñada pequeña.

-"No podía dormir"
-"Creí que era el único que no podía dormir, una niña de 8 años teniendo problemas, eso es nuevo"
-"Si Regis, hasta yo tengo preocupaciones y para ser una niña pequeña, la carga es enorme..."

Regis por fin me miró, claro yo no lo miré, estaba viendo hacia la fuente del jardín, pudo notar mis pestañas largas y negras, mi cabello negro azabache y mis labios rosados, y el leve sonrojo de mi cara por el fresco de la mañana, él sonrió al ver qué la niña que abrazó una vez, ya se estaba volviendo una mujer hermosa y que además le pasara algo, el emperador Darius estaba haciendo movimientos raros y su padre de Regis igual estaba algo extrañado sobretodo esa plática de la tarde que tuvo con él, cuando le dijo que protegiera a la persona que tenía escrito el nombre en un papel, además que el nombre de su esposa estaba en una lista para reclutas, parecía que algo grande iba a pasar y su padre lo sabía, parece que igual el Marqués Ronell sabía algo pero no estaba seguro, si no, porque esa actitud defensiva de parte suya hacia su majestad el emperador. Ambos estábamos sumidos en nuestros pensamientos tan diferentes que mi hermana, cuando vió que su esposo no estaba a su lado, fue en su búsqueda y solo para encontrarlo mirando a su hermanita con una cara de cariño. Ella sonrió por la escena, ella sabía que yo no quería estar a solas con su esposo pero ella notaba que nos llevábamos bien así que regresó a su habitación lo más silenciosa posible pero ambos nos habíamos dado cuenta de su presencia solo que no volteamos para que no tuviera vergüenza.

Una vida que no deseé....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora