Una vida que no deseé....

Solo por un momento....

    Varios días pasaron y hubo una paz, mis padres estaban alegres como siempre, demostrando su cariño delante de todos para incomodidad de los sirvientes y para mí, esa noche habría un baile en honor del héroe que salvó al reino, el duque Floyen, y ese día sentía una paz que hacía rato no experimentaba, ya no sabía qué planes tenía el rey, pero ese día decidí que me relajaría un poco. Mi hermana iba a salir a comprar con nuestra madre y me dijeron que cuidara a Jubelian.

-"Tita Ai ¿Porqué no me llevaron?"

      Jubelian estaba haciendo pucheros que me hicieron reír, ella quería ir pero sin embargo la dejaron conmigo.

-"¿Quieres ir conmigo a mi lugar secreto?"
-"Si Tita Ai"

    Tenía mi traje de jinete y agarre un caballo para ir al claro donde meditaba, hacía rato que no iba desde que me dejaron sola en este lugar, la senté de lado para que no se entumiera y empezamos a avanzar trotando. El caballo luego caminaba como si tuviera toda el tiempo del mundo, hasta llegué a envidiarlo... El aire mecía mi cabello negro, se escucha el canto de algunas aves y mi sobrina veía encantada el bosque.

-"Tita Ai, parece que está hechizado el bosque, se siente paz"
-"Solía venir mucho aquí Jube, es la primera vez en 3 años que regreso"

     Seguimos en silencio hasta que media hora después llegamos al claro, que tantas veces iba para saber que pasaba... Verlo igual sin cambios, parecía que nunca deje de venir. Bajé a Jubelian del caballo y ella se acercó al agua cristalina.

-"Wow Tita Ai, se ven los peces"

    Dejé que ella explorara, si se caía al agua no había problema porque no era profunda, ella veía las flores que estaban cerca, parecía disfrutarlo; en cambio yo tenía mucho miedo, amaba mucho a la pequeña pero sabía que las amenazas solo empezaban, estaba tan pensativa que una mano en el hombro hizo que yo reaccione tirando a la persona al suelo por reflejo, cuando me di cuenta era la "persona" con su capucha, ahora ya no lo tenía, podía ver cómo era en realidad, cabello plateado con reflejos rosa y ojos rosa, muy guapa por cierto, piel clara y fina de cuerpo....y su cabello era largo.

-"Lo siento, no era mi intención"
-"No, es mi culpa por asustarte"
-"Pensé que me habían dejado aquí por olvido"
-"Sabes que no ¿Porqué te dejaría sola?"

        No obtuvo respuesta de mi parte, estaba sentada y ella también se sentó a mi lado, me puso mi cabello detrás de mi oreja y yo la ví toda confundida, me trataba con cariño y eso no me gustaba.

-"No haga esas cosas por favor, no me agrada, además que me trajiste obligadamente y que debo pasar por muchas situaciones"

      Dejó de tocar mi cabello y miró hacia Jubelian, ella sonrió pero se notaba triste.

-"Tu no eres la única que estará pasando por dolor, tienes que proteger a esa niña cueste lo que cueste"

      Dicho eso, se levantó y se despidió con una inclinación. Tenía la oportunidad de preguntar pero ya me había dicho que no me respondería nada más, así que era solo una visita; llamé a Jube y ambas nos encaminamos a casa en silencio, y eso lo agradecía parecía que Jube sabía por lo que pasaba y no me decía nada, además que ya se había dormido, después de media hora llegamos a la casa, mi madre y mi hermana estaban como locas buscándonos; al vernos salieron corriendo y me regañaron por haberme la llevado etc etc.... Luego de eso mi hermana y mi sobrina se fueron a su casa y mi madre me dijo que me dejó algo en mi habitación. Cuándo subí ví una caja algo grande y mi sirvienta la abrió, pude ver un hermoso vestido azul turquesa, tenía los hombros descubiertos y el vestido era pegado al cuerpo con una abertura que venía un poco bajo de la parte del pecho; la verdad amaba ese vestido y sin darme cuenta mi madre estaba en la puerta de mi habitación observando mi reacción.