Una vida que no deseé....

LOS DIAS LLUVIOSOS SIEMPRE SON LOS MAS TRISTES

Bailaron un poco más mi hermana y mi cuñado, mi mamá seguía en la gran plática con las nobles y yo creyendo que iba a ser un día memorable, se había ido todo al caño por culpa de Regis, quise dar un paseo por el palacio, se podía pasear por los pasillos. No había nadie por ahí así que daba vueltas mientras caminaba como si bailara... De pronto sentí una gran energía mágica de una zona escondida del palacio. Estaba en un lugar donde se bajaban las escaleras y me dió miedo ¡No debería estar allí! La energía mágica era tan fuerte que poco a poco bajé pero no quise entrar a la habitación, desde afuera podía notar el peligro. No recuerdo haber llegado ahi, era como si yo supiera el camino o algo me había llamado sin darme cuenta.

-"Nos volvemos a ver alma en pena"

La voz que oí era sepulcral, algo distorsionada y parecía maligna.

-"¡Jooo! No tengas miedo no te haré daño, solo tenía curiosidad por saber que hace un alma como tú en mi reino"
-"¿Q-quien es usted?"
-"Jajajajajajaja no te preocupes, pronto sabrás a quien te diriges"

La energía me empujó hacia afuera y salí corriendo mientras oía esas carcajadas malvadas, ya no podía quedarme allí, alcé mi vestido y a la ventana mas cercana trate de saltar por ella, esa magia quiso entrar a mi mente pero con mi mana pude desviar sus intenciones, estaba perdida y solo eso había pensado, lo bueno que estaba bajo la caída y pude aminorar el golpe al haber saltado. Pude respirar al fin !Qué era eso! Más preocupada quedé, para el colmo no sabía por dónde regresar así que al ver una ventana abierta entre por ella y cuando pude acostumbrarme a la oscuridad sentí unas manos que me agarraron las piernas, iba a gritar cuando escuché una voz suave.

-"No grite señorita, no quise asustarla"

Era el pequeño príncipe que había estado con él una vez.

-"Hola pequeño ¿Qué tal estás?"

El niño se sonrojó al verme sonreír.

-"Eres el ángel de la vez pasada, hoy igual estás de ángel ¿Eres mi ángel que me protege?"

Casi se me derrite el corazón, era tan lindo, era algo mayor que mi sobrina pero harían buena amistad si se conocieran.

-"Soy tu hada madrina que vino a saludarte"
-"¿Me ayudarás a dormir? Es que mi mamá salió con mi papá pero no me arropó porque andaban discutiendo y me dió miedo pedirle eso a mi mamá"

Así que el matrimonio feliz que se veía era una fachada, que más falso podría ser ese tipo Darius.

-"Está bien acuéstate y te cantaré hasta que te duermas"

El pequeño se acomodó muy contento en la cama, y yo lo tapé con su cobija, para ser el cuarto de un niño, no había muchas cosas de niños más bien puras cosas de estudio, parecía que solo eso hacía. Empecé a cantar para dormirlo pero parecía más emocionado, le sonreí y se sonrojó, que tierno... Seguí cantando hasta que se empezó a dormir pero también no me podía quedar más tiempo por qué quizás se volvieron locos por no verme en el baile. Una vez que se durmió, le di un beso en la frente y salí por la ventana, caminé más tiempo y pude encontrar de nuevo el baile, la música me guió. Regis disimuladamente me había cubierto porque cuando entré no parecía que mi familia me estuviera buscando pero él era otra historia.

-"¡Dónde estabas Ailana! Solo me descuido por dos segundos y tú te desapareces"
-"Solo fui a dar un paseo, no pasó nada"
-"Y porque te ves desarreglada ¿De quién huias?"

Me molestó el tono de su voz, quería gritarle que de él, pero no valía mi tiempo hacerlo enojar, no entendía porqué conmigo empezaba a ser brusco cuando no lo era antes, y al decirme que estaba desarreglada me dió pena todo el esfuerzo que se habían tomado mis sirvientas para dejarme linda, Regis me guió a un baño con espejo, pero para mí sorpresa no me había despeinado tanto hasta que me di cuenta que mi hermana estaba en el mismo baño que yo.