Algo inesperado

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Al final llegamos a la mansión y bajé rápido sin recibir la ayuda, moría de las ganas de ver que reacción tendría el Duque, primero los caballeros no se la creían que su señorita estaba llevando a un mercenario como pareja, después de una ridícula historia donde ella supuestamente lo salvó lo dejaron pasar, mi hermano se veía ofendido pero si quería estar de su lado tenía que actuar, mientras entraba a la mansión ví que el Duque bajaba para recibir a su hijita pero tan pronto vió que estaban agarrados de las manos se detuvo en seco y una vena en su cara me indicó su furia. No esperé mucho, quería salir de allí para ir a ver la estatua, sabía que podría pasar de nuevo al estar allí pero antes un brazo me rodeó la cintura y me atrajo hacia él, era Regis tomándome para que no huyera y lo apoyara en la locura que estaba pasando, el ambiente estaba muy tenso y hasta podría decir que me dió frío sentir su brazo alrededor de mí, pero allí estaba escuchando a Jubelian que presentaba a mi hermano como el amor de su vida...

-"Padre él es la persona que amo"

Con esas palabras el ambiente se podía cortar con mi respiración, así que para que se quitara la tensión tenía que intervenir.

-"¡Oh por dios! Jubelian felicidades amiga, me alegra que por fin tengas a alguien a quien amar"

El Duque me miró con cara de pocos amigos, que me volteo toda avergonzada por su reacción, mi hermano por su parte no le agradaba ver como el Duque estaba muy cercano a mi, quería apartar su mano de mi cintura pero él no estaba en mejor posición que yo.

-"Y... Si nos vamos a tomar el té para que podamos charlar tranquilamente, Jube puedes adelantarte..."

Ella asintió y arrastró a Max para llevarlo a la sala, Regis me jaló a un lado y su mirada me daba miedo.

-"Que está pasando Elsinore"
-"No lo sé, yo solo la acompañé y cuando ví ya estaba en el carruaje adentro y ya no dije nada"
-"¡¡¡Porque tú hermano está de pareja de mi hija!!!!"

Negué con la cabeza pero el sujetó con fuerza mi cara con sus manos, estaba furioso que no se daba cuenta de sus acciones y tampoco dije nada. Estábamos tan cerca que hasta nuestros labios se podían tocar casi; yo quería que se calmara que no lo pensé dos veces y empujé mi rostro contra el de él, nuestros labios se toparon y él quedó en shock por el beso repentino, solo se estaban tocando nuestros labios pero sentí que abrió su boca y empezó a profundizar el beso. Me sorprendí por eso que él metió su lengua en mi boca y un sonido de susto hice, el beso duró un buen rato, ninguno había cerrado los ojos para ver la reacción del otro, por fin mis ojos se llenaron de lágrimas, sé que yo lo empecé pero no creí que él tomara la iniciativa para profundizarlo, cuándo él me miró, despacio separó sus labios y yo bajé mi rostro sonrojada por la vergüenza que tenía.

-"Tu empezaste Elsinore, me estás dando permiso para más"

Miré asustada al Duque, ya se había ido dejándome sola y apenada por mis acciones. Pero no era tiempo de dudas, aproveché que ellos estarían hablando del tema de ser pareja, para ir al jardín donde obtendría respuestas para todo lo que me estaba pasando, caminé hacia la ruta a dónde me llevaría a la estatua. Al llegar, el camino había desaparecido al igual que la estatua y solo encontré un árbol muy hermoso de color dorado en sus hojas y apoyada sobre el, estaba ella, la chica de cabello negro, su cabello estaba como levitando, podía sentir un gran aura a nuestro alrededor ya sabía que no era humana.

-"Parece que te dejó helada el beso del Duque"
-"Solo fue una distracción"
-"Ja ja una distracción, esas distracciones pueden mejorar o empeorar la vida de las personas; algunas mueren por amor y otras hacen tratos con dragones ancestrales para proteger a sus seres queridos o renacen en otros mundos para un propósito"
-"¿Quién eres?"
-"Creí que ya lo sabrías a estás alturas"
-"Muestra tu verdadera forma, porque ya sé que no eres la tía de Jubelian, sus ojos violeta eran más intensos que los tuyos"

Ella me sonrió peligrosamente, parecía que la había ofendido por el comentario pero no dijo nada, su piel se hizo más blanca, su cabello negro quedó tan platinado que no quedó rastro alguno del color negro que traía antes, y por último su ropa cambió a una túnica que usarían las deidades, blanca como la nieve con destellos dorados y plateados y con un reboso color azul cielo, todo en ella desprendía pureza.

-"¿Así me querías ver no?"
-"Eres Circe, la diosa de este imperio"
-"Cómo llegaste a esta conclusión"
-"El libro que toqué en la biblioteca habla de la historia de la fundación del imperio, tu trato con el primer emperador y los resultados de haber dado más bendiciones a él que a cualquiera, hasta parecía que estabas enamorada de él"

Ella se ofendió con lo último, que el cielo quedó rojo.

-"¡¡ENAMORADA!! ¡HA! ¡COMO SI FUERA ASÍ! él demostró una fé que nunca había visto, dije que era demasiado bueno para ser verdad y mira que pasó, me traicionó y usó mi bendición para el mal"
-"Y porque no te diste cuenta que era falso"

Por un momento quedó congelada por la pregunta, y un aura triste se apoderó del lugar, empezó a nevar y el hermoso árbol cambió por la estación que era el invierno, el lugar se llenó de nieve pero yo no tenía frío.

-"Estaba desesperada por qué alguien me viera por quien soy y no una simple deidad... Él pudo ver a través de mi persona y yo me sorprendí por ello, creí que era especial hasta que me di cuenta tarde que solo me usó para sus propósitos y además se volvió loco, su amigo si era especial, él podía verme por su pureza en el alma, allí entendí que solo las personas puras pueden hacer cosas maravillosas pero si usas magia negra también... Te corrompes"

El aire se había puesto helado pero aún no sentía frío, el aire mecía nuestros cabellos en una danza triste, podía sentir la tristeza en el aire, los sentimientos de la deidad eran muy humanos.

-"¿Qué pasó en realidad... Circe?"
-"Amo a mi pueblo, amo a su gente, pero veía que eran masacrados vez tras vez, estaba cansada de eso. Un joven se alzó ante esta injusticia y proclamó ser el salvador, yo ví que sus actos eran puros que su sinceridad era real así que una noche me aparecí ante él para ofrecerle la victoria sobre los enemigos de nuestra nación. Con valor luchó para acabar con sus enemigos, salvó y liberó al pueblo; a su lado estaba su joven amigo que siempre lo había acompañado desde que eran niños, Marcus Alexander Ronell, ese era su nombre"
-"Ese es el apellido de la madre de Jubelian"

La deidad me sonrío tiernamente, y sus ojos se llenaron de lágrimas sin derramar.

-"Hubo una vez que no revelé los detalles que necesitaba esa chica con desesperación... Y el resultado fue su propio exterminio; no pude salvarla. Ésta vez no te dejaré morir de nuevo"

La miré confundida pero ella me extendió su mano para caminar junto a ella.

-"Está vez, te diré la mayoría y parte de tú verdadero ser"

Una vida que no deseé....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora