Planes En Curso

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Mientras me buscaba Jubelian, llegué al campo de entrenamiento y vi que había flechas y arco, me dió curiosidad. Uno de los caballeros que estaban ahí me preguntó si quería probar, a lo que acepté encantada. Me cambié por unos pantalones más cómodos y el caballero me mostró como debía de usar el arco. Mientras tanto Jubelian y su padre habían ido a buscarme porque les dijeron en donde estaba. Lo que vieron quedaron impresionados, estaba muy concentrada que no me di cuenta que los demás me veían, 3 flechas al mismo tiempo estaba lanzando haciendo que llegarán al blanco. Luego uno más, la velocidad con lo que lo hacía era lo que impresionaba, parecía que lo hacía siempre; cuando terminé todos me aplaudieron y dijeron que era buena.

-"No sabía que la señorita supiera usar el arco"
-"Es mi primera vez señorita Floyen"
-"¿En que serás buena igual?"

Eso preguntó de último el Duque y yo miré hacia otro lado y algunos sirvientes empezaron a sonrojar por la pregunta que no era para nada inocente... En eso llegó un carruaje del palacio y un mensajero real preguntó por mí.

-"¡La princesa Elsinore debe volver al palacio cuánto antes por órdenes del emperador Darius Ashet y tiene que ser escoltada por el Duque Floyen"

Todos nos dimos prisa para estar presentables para volver al palacio, me bañé y me puse el vestido de la fiesta; el Duque Floyen me esperaba para que yo subiera al carruaje, extendió su mano para que yo subiera, así ambos nos dirigimos al palacio, me despedí de Jubelian desde lo lejos. La trayectoria se me hizo eterna, me ahogaba estar cerca de él.

-"No tiene que ponerse en guardia conmigo alteza"
-"Con todo respeto Duque, pero la primera impresión fue suficiente para ver qué no le agrado para nada, saber la razón me es peor pero desquitarse y burlarse de mí, cuando no le he hecho nada, me parece infantil de su parte"

El empezó a reír por mis palabras, hecho que solo hizo empeorar mi humor.

-"¿Cómo un soldado puede serle fiel a un cobarde como mi padre?"

El duque dejo de reírse en cuanto escuchó mis palabras.

-"Parece que alguien ha estado investigando cosas que no debe"
-"No recuerdo nada, así que tenía que preguntar, fueron amables al decirme la verdad"
-"¿Y cómo sabe que no le mintieron? Alteza"
-"No tengo porque decírtelo, no eres cercano a mi para revelar mis secretos, solo diré que tengas cuidado, porque nuestro padre solo nos usa a conveniencia"

Dicho esto el Duque se me quedó viendo, miré hacia la ventana y por un momento sentí la mirada del Duque en mí, me di cuenta que sentía una tristeza a mi alrededor ¿Esto es nuevo me dije? No había sentido nada parecido ¿Magia? Por un momento sentí que eso era peligroso así que decidí callar por mi propio bien. La tarde era hermosa y se vió opacada cuando el palacio apareció enfrente de mí, mi prisión lujosa y el duque se dió cuenta de mi desilusión...

-"La invito a ver a mi hija cuando desee su alteza"
-"Es amable de su parte, pero sé que no me dejarán ir, pensaba cenar en su casa está noche e irme por la mañana pero no pedí permiso al emperador y quizás haya problemas por mi causa; gracias de todos modos"

En eso el duque me escoltó a la sala del trono y mi padre vió con alegría como el Duque me escoltaba de su brazo.

-"Gracias por traer a mi hija a casa, Duque Floyen"
-"Es un honor el tener a la princesa en nuestro hogar, lamento si fui grosero al invitarla a mi hogar alteza"

¿Qué? ¿se estaba hechando la culpa? Me quedé mirando asombrada cuando el error era solo mío, pero para mí sorpresa mi padre parecía complacido... Demasiado.

-"Puedes invitarla cuando gustes, esta niña debe conocer más el mundo, mucho tiempo durmiendo y sin salir le pueden afectar a su salud, hija puedes irte"

Una vida que no deseé....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora