Una vida que no deseé....

Una gran noticia

No faltaron las personas que empezaron a mal hablar de la hija del héroe yo solo suspiré porque sabía que el Duque amaba mucho a su hija y con una mirada asesina de su parte se callaron, me acerqué a la cumpleañera y la felicité por su día especial y también le di un regalo que los sirvientes del Duque me ayudaron a darle, un collar de oro con un jade de pendiente; ella me agradeció mucho y me alejé un poco de ellos para darles espacio. La casa era hermosa, por eso me fijé que Jubelian estaba encantada viendo los detalles, eso me hizo sonreír hasta que ví a ese tipo que me había topado en la fiesta de té.

-"Así que nos volvemos a ver señor Mikhael"

El se inclinó nervioso porque no tenía un buen recuerdo de nuestro encuentro.

-"Saludos su alteza, me da alegría verla por aquí..."

El sonrió de una manera horrible y tenía tantas ganas de romperle la cara, me sorprendí por mis pensamientos, porque odiaba tanto a esta persona que ni siquiera me había hecho algo, pero miré a su alrededor y me espanté al ver qué estaba rodeado de algo oscuro; él se percató y puso cara de confusión.

-"A nada lo siento señor, solo admiraba la casa del Conde es muy hermosa"

Él solo asintió, se inclinó y procedió a dejarme sola, me preguntaba que era eso que había visto, no era la primera vez que cosas extrañas me pasaban, tuve una extraña sensación sobre lo que significaba esas vistas, empecé a ver a las demás personas pero ninguna poseía esa aura, pero cuando me encontré con la mirada del Duque, él estaba rodeado de luz; él también me miró confundido y yo solo procedí a darle la espalda y caminar hacia el jardín. Por otro lado Jubelian había salido igual para alejarse de la conmoción de tanta gente pero mi hermano igual andaba por allí... Más bien en el árbol, él se había percatado que Jubelian estaba llorando pero solo había bostezado, pero como los malos entendidos no pueden faltar, su ira incremento creyendo que la habían hecho llorar...
Parecía que siempre sus caminos estaban entrelazados y yo solo era una testigo de cómo su relación estaba avanzando, las caras que mi hermano ponía cuando hablaba con ella, se veían relajados, me di cuenta que mi hermano ya se había enamorado de Jubelian y eso alegraba enormemente mi corazón, podía ver sus interacciones pero no quería intervenir los dejé a ambos seguir platicando...quizás eso animara a Jubelian a olvidar el mal trato que había recibido anteriormente, seguía observando lo que ocurría, por algún motivo empezaron a bailar e incluso yo sonreí, decidí dejarles para entrar de nuevo a la fiesta para no dejar solo al Duque Floyen, mientras lo hacía recibí un fuerte empujón por parte de Mikhail como si estuviera huyendo de algo e incluso me di cuenta que el Duque se había puesto más furioso que nunca... Me tomó de la mano.

-"¿Estás bien?"
-"Si no fue nada, solo fue un pequeño susto..."

No sabía que había pasado para que él se enojara así y empujara a los invitados pero eso parecía no importarle al Duque, también vi que el Duque estaba mirando alrededor y muchas personas nos vieron mientras estábamos juntos, eso me llenó de pena que mi cara lo dijo todo, cuando el Duque Floyen me vió sonrió e iba a decir algo cuando escuchamos a Jubelian quejarse, rápidamente cambió de cara y se dirigió conmigo agarrada de la mano a la terraza y con pena vi como mi hermano estaba a punto de besar a Jubelian... Sentí una irá muy grande a lado mío y pues me lo imaginé, era el Duque; estaba tan enojado que no le importó destruir su copa haciendo que se lastimara la mano, me soltó y fue hacia Jubelian para apartarlo de Max, luego de unas amenazas se empezó a retirar porque al tener a su hija él se calmaba. Cuando nos retiramos, él cargo a su hija enfrente de todos los invitados haciendo pasar vergüenza a Jube.

-"Maxi, debo irme, espero verte luego hermano"
-"Cuídate Elsinore, no se que pasará desde ahora pero no me apartaré tan fácilmente"

Le sonreí y sin que nadie nos viera le di un beso cariñoso en su mejilla, quería mucho a mi hermano, era hasta el momento el único que me entendía, él se sorprendió y me abrazó muy fuerte, por algo me dió una tristeza enorme no estar siempre con él, era lo único que me quedaba, aparte de mi hermana Beatriz. Después de que nos despedimos, caminé rápidamente para alcanzar al Duque Floyen, él había visto como interactuaba con mi hermano y Vi que sonreía ligeramente.