Los engranajes empiezan a moverse

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En eso llegamos a la mansión del Duque Floyen. Al bajarnos del carruaje dió indicaciones a sus sirvientes para que me instalarán en una habitación y que me cambiarán de ropa...

-"Pase por aquí señorita"

Me había dicho amablemente la que supongo que era la ama de llaves. Ya al retirarme el Duque Floyen mostró la furia que tenía en su interior y nadie de sus ayudantes dijo nada, simplemente se fue a encerrar a su oficina. Mientras tanto entré a la habitación en donde me iba a hospedar y vi que era mucho mejor que mi cuarto en donde yo estaba, incluso se veía el cariño con la cual cuidaban, podía ver qué estábamos en el segundo piso, el aire que entraba era recorfontante pero la tristeza en mi interior era enorme, por algún motivo no me sentía querida por nadie de allí, me acababan de echar de mi propia casa y ahora andaba como una huésped en otro lugar donde también sentía hostilidad de parte del anfitrión.

-"Alteza desea cambiarse con algo ligero o algo elegante"
-"Quisiera algo ligero que no sea largo por favor"
-"Bien alteza le prepararé su baño"

Mientras esperaba, vi un lápiz y un cuaderno de dibujo, empecé a dibujar un bosque, por algún motivo me era familiar.

-"Es impresionante alteza como le da tantos detalles al dibujo, es hermoso el lugar"

Cuando me dijo eso la sirvienta, me di cuenta que parecía un lugar donde ya había estado, hasta un lago había e incluso una persona de espaldas estaba ahí parada y una joven estaba sentada a sus pies, y una niña pequeña estaba cerca del lago. Se podía percibir la calma en ese lugar que deseé estar igual ahí.

-"Princesa ya está listo el baño"

Con el aviso de la sirvienta fui a la habitación siguiente dejando de lado el misterioso lugar; después del baño, me pusieron el vestido color lila pastel con mangas y sin mucho que ver, me trenzaron mi largo cabello y un toque ligero de maquillaje, no necesitaba tanto maquillaje, tenía una belleza natural. Después de eso empecé a recorrer los jardines del castillo y me quedé sentada ahí viendo que cayera la tarde.
Mientras tanto el Duque Floyen veía desde su ventana lo que Elsinore hacia, no podía apartar su mirada de ella, como si fuera el cuadro más hermoso que hubiera visto, desde el fallecimiento de su amada esposa... Nadie le había atraído de esa manera, además tenía que explicarle a su hija porque la princesa estaba en su hogar por esos días...

-",¿Y Jubelian?"
-"Salió a ver unos regalos mi señor, dijo que regresaría más tarde"
-"Avísenme cuando llegue por favor"

El mayordomo dió indicaciones pero veía preocupado a su señor por ver algo de interés en la hija del emperador.

-"Si pudiera decir algo sin que se escuche ofensivo mi señor "

El Duque Floyen lo miró y asintió dándole permiso para hablar.

-"Mi señor se que ya tiene años que usted le ha jurado su corazón a mi fallecida señora, pero el sentir atracción por alguien no tiene nada de malo mi señor"
-"¿A qué quieres llegar?"
-"He visto desde antes algunos comportamientos con su alteza la princesa, como el otro día en la sala de espera..."

El Duque Floyen se avergonzó al saber que su mayordomo lo había visto acercarse a la princesa indebidamente ese día..

-"Te lo diré porque pronto habrá cambios en el ducado... El emperador quiere que yo despose a su hija menor lo más pronto posible.... Y fue una orden directa, era algo que no podía rechazar, sabía las consecuencias si lo hacía"

El mayordomo quedó sin palabras, ya había visto que algunas mujeres morían por estar al lado del héroe pero ninguna tuvo éxito y ahora parecía que a su señor no le molestaba la presencia de la princesa aunque el decía que la aborrecía. El mayordomo salió en silencio dejando a su señor seguir mirando a la princesa.
Elsinore estaba disfrutando del cálido sol aunque el clima estaba algo fresco, suspiraba a ratos por la situación, no sabía cómo iba a ver a su padre a su regreso pero agradecía que estuviera fuera del palacio porque se sentía libre al menos por esos momentos. Cuando volvió en si, estaba en la biblioteca frente a un estante de libros antiguos que nunca había visto y ella se preguntaba cómo era posible que hubiera llegado sin haberse dado cuenta, entonces como si algo le hablara, su mano se extendió hacia un libro marrón desgastado... Solo rozó un poco sus dedos con el libro y tuvo una visión...
Una sombras aparecieron en su mente, sentía la desesperación de la chica, podía sentirlo y además una triste despedida en otro lugar de la mansión, en eso, estaba arrodillada y con el libro en la mano; cuando la señorita Floyen me agarró para levantarme.

-"Elsi, que te ocurrió, no creí verte aquí"
-"Yo solo estaba paseando aquí y la estaba esperando para saludarle, si gracias Jube, creo que tú padre te va a explicar sobre la situación pero...

En eso el mayordomo llegó a nuestro lugar informando que su padre quería verla en una hora, entonces Jubelian y yo fuimos a su habitación para tomar un pequeño descanso, la verdad esa sensación fue tan extraña que no quería ya tocar de nuevo nada de ese lugar, el libro quedó tirado así que no pude ponerlo en su lugar. Al entrar, un hombre de vestimenta negra estaba en su habitación, me impresionó verlo pero al girarse ambos nos quedamos ahí asustados. Jubelian ni siquiera se había dado cuenta de nuestras reacciones pero... ¿QUE HACÍA MI HERMANO ALLI? Le hice señas para una explicación y él me miraba con súplica.

-"Jube... Si necesitan hablar yo... Saldré, mientras me quedaré por ahí...

Antes que me dijera algo salí veloz de la habitación, dejándolos solos. Le sacaría la verdad a mí hermano después.


Una vez más, otro capítulo ☺️ hasta la próxima 🥰🥰🥰

Una vida que no deseé....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora