Al llegar a la casa, Jungkook puso las tres bolsas —porque sí, al final resultó ser tres bolsas grandes de compras— en el piso de la entrada.
Nancy se dirigió hacia él, dándole una sonrisa de labios cerrados.
—Han tardado mucho, ¿pasó algo? —preguntó con curiosidad.
Soobin fue hacia la sala, se sentó en el piso, abrió la caja de su carrito… y allí se quedó ya que no podía abrirlo.
—Señor Jungkook, ¿podría ayudarme, por favor?
—Ahora voy, Soobin —respondió Jungkook—. Y no. No pasó nada, Nancy —dirigiéndose a la chica—. Es la primera vez que voy a hacer las compras, por eso mi demora.
—Ah, lo suponía.
—¿Qué?
—Es por eso que taché las frutas y verduras de la lista. Temía que pudieras traer otras cosas que no están en la lista.
—Pero, ¿tú comprarás lo demás?
—Sí.
—¿No necesitas ayuda? Con esas tres bolsas casi se me salen los brazos, no puedo imaginarte a ti cargando más de cuatro bolsas de estas —señalando las bolsas que acababa de dejar en el suelo.
Nancy sonrió enternecida —o, al menos eso le pareció a Jungkook—.
—Señor Jungkook, por fis, por fiiis, ayúdeme —dijo Soobin.
Jungkook le iba a responder, pero Nancy se acercó a él, se agachó frente suyo, agarró las tres bolsas y, como si nada, lo llevó hasta la cocina. Él la miró con asombro. Él casi se muere de solo llevar las bolsas desde el taxi hacia la puerta. Y eso no era más de tres metros.
Jungkook se dirigió hasta donde estaba el pequeño y se sentó a su lado.
—¿En qué te puedo ayudar?
—No puedo abrir mi cajita y si no puedo abrir mi cajita no puedo sacar mi carrito —abultó sus labios, en forma de puchero—, ¿puede ayudarme, por fiiiiiis? —alargó la i.
—De acuerdo.
Sin mayor esfuerzo logró sacar el carro de color azul y negro y lo puso en el suelo.
—¡Yeiiii! —exclamó el niño.
Llevó la caja rota hacia el tacho de basura y lo dejó caer dentro de él. Miró a Nancy que estaba acomodando las cosas en las gavetas.
—Aún no puedo creer que hayas llevado esas bolsas pesantes hasta aquí.
—Bueno —detuvo lo que estaba haciendo para poder explicar mejor—, cuando uno trabaja desde hace años se acostumbra a la fuerza. He trabajado desde hace cinco años con esta familia y siempre hago las compras. El joven Park me da el transporte pero el resto lo tengo que hacer yo. Y, si te soy sincera, al principio me costó, pero ya después lo tomas como… práctico. No lo sé.
—¡Señor Jungkook!
Jungkook se dio la vuelta y avanzó hacia Soobin.
—¿Qué pasó, pequeñín?
—Papi volverá dentro de poco, ¿podemos hacerle un pastel de chocolate para cuando vuelva?
Jungkook mordió un poco sus labios, indeciso.
—¿Le dijiste a Jimin… digo a tu papá?
—¿A papi? No. ¡Por eso será una sorpresa! —exclamó alegre. Y Jungkook no quería apagar esa felicidad. ¿Qué difícil era hacer un pastel de chocolate?
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Admirador secreto |Kookmin
FanfictionPark Jimin, un chico de tan solo veinte años cuando tuvo a su primer hijo, cansado del matrimonio que tenía con Min Yoongi decide que le dé el divorcio. En esos días Jimin decide contratar a Jeon Jungkook para que cuide de su hijo por unas semanas...