Prólogo

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Advertencia/Información:

1. Este fanfic es M-preg. O sea que los hombres pueden quedar embarazados.

2. No voy a ser tan dura en los temas delicados, ya lo hice una vez y no es nada bonito redactarlo.

3. Si quieren pueden saltarse este capitulo, ya que es introductorio y si lo lees o no, no te cambia los próximos capítulos. :) Esta es la perspectiva de Jungkook para dar pie a los acontecimientos que ya vivió.

4. Va a haber saltos en el tiempo. ¿A qué me refiero con esto? Pues básicamente voy a ir del pasado al presente en la vida de los protagonistas. El tiempo presente es la edad donde Jungkook relató este capítulo, como un recuerdo. Y el pasado en cómo se conocieron. Mhm ya verán luego como va esto. Me complico yo sola. En fin. Soy nueva en fanfic -(solo en fanfics)- y espero que me tengan paciencia.

Prólogo - El comienzo.

Desde hace años tuve la sensación que siempre iba a terminar solo. Hasta que lo vi. Me parecía un ángel caído del cielo con esas ropas tan blancas que traía. Era tan cálido, tan puro, tan... angelical. No lo conocía bien. Era la primera vez que lo veía. En esa época apenas tenía quince años. En la salida del colegio caminaba detrás de él, y conseguí averiguar dónde vivía. Y fue una gran alegría el saber que su casa estaba cerca de la mía. Muy cerca.

***

—¡Aquí, Jeon Jungkook! —me llama mi mejor amigo, Jung Hoseok. Es mi amigo desde que tengo uso de razón. Y ni yo mismo sé por qué somos tan amigos.

Me dirijo hacia él, dándole una sonrisa.

—¿Qué pasa?

—¿Cómo que qué pasa? Jungkook, ¿estás en la luna, cierto? —Me dio un golpe suave en la frente.

—¿Es el cumpleaños de alguien? —intento adivinar, más que nada porque si decido encogerme de hombros me dará otro golpe.

—¿Cumpleaños de alguien? ¡Aigo! Es mío, es mi cumpleaños. ¿Cómo puede ser que te hayas olvidado?

Vale, era el cumpleaños de él, en mi defensa diría que para mí los cumpleaños son irrelevantes. En mi casa no es que seamos muy de festejar cumpleaños. Mis padres siempre están saliendo para ir a trabajar —trabajan en una pequeña florería— y estoy todo el día en casa.

—No lo he olvidado. Claro que lo sabía.

—Seguro.

—Te compraré algo... —Y fue cuando frunce el ceño—. Quiero decir, ya te tengo comprado tu regalo. Solo falta comprar el... envoltorio. Y ya está.

—No es mi cumpleaños, bobo —me regaña—. He oído hablar que hace dos días vino una familia a este condominio. Y no cualquier familia... —Sus ojos no tienen expresión y siento que se acerca a mí y susurra en mi oido—. Es la familia Park.

Esta vez soy yo el que frunzo el ceño. Jamás había oído hablar de esa familia.

—¿Familia Park?

Hoseok se cruza de brazos. —Dime que has oído hablar de ella.

—Mhm, no; ¿es famosa?

—¡Que si es famosa! Es que tú pareces que no te enteras de nada. Es la familia más millonaria de toda Corea del Sur. La empresa de la señora Park es de modelaje y cosméticos. Su marca es conocida por todos.

—¿Y? —Que en otras palabras quiero decir: «¿eso en qué me incumbe?»

—Mira, tiene un hijo. Su único hijo. Park Jimin, lo he visto en fotos, y parece ser que su rostro fue tallado por los mismísimos ángeles. Si nos hacemos su amigo es posible que ya no nos vean como los perdedores.

Admirador secreto |KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora