Admirador secreto |Kookmin

Capítulo 04

Esperó hasta que el niño se hubiera despertado. Lo cual demoró mucho tiempo. Tanto tiempo que se quedó dormido en una de las sillas que había en el cuarto del pequeño.

Algo rozó su nariz, en medio del sueño, movió su mano para apartar al supuesto mosquito que lo estaba molestando. Pero ese algo volvió a molestarlo: en sus párpados, cara, nariz, labios, frente, etc. Movía ambas manos espantado al molestoso mosquito. Abrió los ojos, desorientado, y vio que no era un mosquito, era una pluma y quien la sujetaba era un niño de no más de seis años. Ese debía ser Soobin.

Soobin soltó una risa al ver que fue pillado y salió corriendo del cuarto. Vaya, se había olvidado que Jimin no los había presentado, al menos esperaba que hubiera anunciado al menor que tenía nuevo niñero, o cuidador.

Tenía que espabilar. Sacudió su cabeza de un lado a otro, como si haciendo eso el sueño fuera a disolverse. Caminó con prisa hacia fuera del dormitorio. Casi se resbala, había agua en el pasillo. ¿Quién había hecho eso? Alguien podría haber caído y salir lastimado.

Cruzó con cuidado el pequeño charco de agua, pero el sonido de algo hizo que detuviera sus pasos. No podía ver nada, al parecer alguien bajó todas las cortinas —¿o es que ya era de noche?—.

El sonido fue haciéndose más nítido. Y pudo reconocerlo: era el motor de algún electrodoméstico.

Vio a lo lejos dos puntos rojos y una especie de rugido llegó a sus oídos. ¿Acaso un animal andaba en la casa? Retrocedió y resbaló por el agua en el piso. El dolor en su cabeza fue fuerte. Y luego nada.

***

—¿Se encuentra bien, joven Jeon?

No reconoció la voz, pero era de una mujer. Abrió los ojos. Su espalda estaba húmeda. Y recordó lo que había pasado hace unos minutos —¿o quizá horas?—. Jungkook se sentó y tocó su cabeza. El golpe había sido fuerte.

—¿Se encuentra bien? —volvió a preguntar la voz.

Era una de las señoritas de la limpieza. Y detrás de ella habían dos jovencitas más, igual de preocupadas que la primera.

—Sí —respondió Jungkook—. Sí, estoy bien. ¿Qué fue lo que pasó?

Las tres chicas se miraron entre sí. Debatiendo si debían de decirle.

—Creo que fue el niño Soobin —dijo la chica que estaba más apartada de ellas.

Jungkook no respondió. Se levantó. Tenía toda su ropa mojada de la parte de atrás y así no podía ir a ningún lado.

—Yeonwoo —dijo la joven que había hablado primero con Jungkook—, ve y trae un trapo para limpiar el agua. Y tú, Jane —dirigiéndose a la otra chica—, haber si puedes conseguir ropa para…

No hizo falta completar la frase. Las dos muchachas se fueron a buscar lo que había dicho su compañera.

—El niño Soobin puede ser muy travieso pero no lo acuse con sus padres, el amo Min puede ser muy serio y estricto respecto a los castigos, más que el amo Park.

Jungkook dio unos pasos alejándose del charco de agua.

—Disculpa, pero, no sé tu nombre.

—Oh, no me he presentado —se disculpó—. Puede llamarme Nancy. Y mis otras dos compañeras son Yeonwoo y Jane.

—Un gusto conocerlas. Aún sea de este modo —dijo Jungkook dedicándole una sonrisa. Nancy se sonrojó, como si no estuviera acostumbrada a que alguien le diga algún halago—. Y, no te preocupes —siguió diciendo—, no le diré de la pequeña travesura del niño Soobin a sus padres. Además que no quiero perder el empleo.