No fue un momento fácil y rápido. El embarazo de su hermano fue una sorpresa para todos —en especial para sus padres—; sus padres no se lo tomaron mal. Incluso, le dijeron a Jin que se quedara. Seguro estaban tan acostumbrados a Jin que el ver a su hijo irse de casa era algo que todavía no estaban preparados. Seokjin se negó a la petición de sus progenitores; quería formar su propia familia y Jungkook estaba seguro que tampoco le parecía la mejor idea el seguir siendo mantenido por sus padres.
Con promesas de visitarse cada día, abrazos cada minutos, besos volando cada segundo, su hermano partió de casa.
Y él ya estaba empezando a extrañarlo, ¿y ahora con quién iba a pelear?
Pasando una semana después, Jungkook permanecía sentado en el sofá. No es que desde hace una semana esté allí, pero sí pasó la mayor parte de su tiempo. Había querido ir en muchas ocasiones donde Jimin, pero el hecho de ver que Yoongi seguía visitando a Jimin no le gustaba, es más le hacía enojar. No quería discutir con Jimin, eso era lo último que quería. ¡Pero es que no lograba entenderlo! ¿Por qué seguía viendo a Yoongi?
Algo que se percató era que Yoongi solo iba a casa de Jimin por las noches y, al día siguiente, se iba de la casa en su carro, como si nada hubiera pasado.
No lo pensó más, tomó las llaves de su casa y salió hacia donde Jimin. Fue a paso lento pero constante. Al llegar, tocó la puerta y esperó a que alguien le abriera la puerta. Y ese alguien fue Jimin.
—Jungkook... —dijo su nombre a modo de saludo—, no pensé que vinieras. Hace una semana que no te veo y...
—¿Puedo pasar? —lo interrumpió.
—Sí, claro.
Jimin abrió la puerta y dejó pasar a Jungkook.
—¿Está Soobin?
—¿Soobin? —preguntó Jimin, aunque Jungkook sabía que había oído bien—. No, él no está. ¿Lo estás buscando a él? —esa pregunta hizo notar su desilusión y eso Jungkook se dio cuenta pero lo obvió.
—No, solo quería saber si estaba en casa.
—Ah. ¿Quieres algo de tomar? Puedo prepar algo, té, café, un refresco o...
—No vengo a tomar nada, Jimin. Quiero que me aclares algo de una vez.
—¿Sobre qué?
—No iré con rodeos. Iré al centro del asunto. Sé que te gusto.
Jimin entreabrió sus labios y sus pupilas estaban dilatadas, su sonrojo fue de menor a mayor y eso solo bastó para que Jungkook supiera que estaba en lo correcto.
—J-jungkook...
—¿O me lo vas a negar?
—No, pero...
—Tú también me gustas Jimin. Desde hace años atrás.
Una declaración. Ambos se gustaban, ¿eso no bastaba lo suficiente para dejarlo todo y seguir con lo que dictaban sus corazones?
Vio en Jimin un brilló de ilusión pero, así como creció, se murió en un segundo.
—No; lo siento, Jungkook.
—¿Qué es lo que lo sientes?
—Esto. Todo esto. No puedes venir y decirme todo esto, Jungkook. No ahora. ¿Por qué ahora me vienes a decir todo esto?
—¿Es acaso un mal momento?
—Es, sin duda, un mal momento.
—No pongas la excusa de Soobin. ¿Qué te impide dejar a Yoongi? ¿Tu empresa? ¿La empresa de tus padres? ¿O es que aún lo amas?
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Admirador secreto |Kookmin
Fiksi PenggemarPark Jimin, un chico de tan solo veinte años cuando tuvo a su primer hijo, cansado del matrimonio que tenía con Min Yoongi decide que le dé el divorcio. En esos días Jimin decide contratar a Jeon Jungkook para que cuide de su hijo por unas semanas...