Capítulo 16

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Seguía abrazando el cuerpo tembloroso de Soobin. Trataba de calmarlo con palabras suaves.

—Ya pasó, Soobin. ¿No quieres mirar la película?

—Sí, pero...

—Pues, la miraremos.

—¿Y papi? —preguntó.

—Él vendrá.

—Señor Jungkook… tengo miedo —trató de no llorar y movía su labio inferior reprimiendo sus ganas.

—¿Por la película que vas a ver?

—No, señor Jungkook; tengo miedo de mi papá Yoongi. Él es muy malo con papi. Es muy, muy, malo conmigo. Me grita mucho. Dice cosas feas de papi y siempre trae a sus amigas a la casa. Papi siempre me dice que, cuando ellas están, no baje a la sala...

—Soobin —lo cortó Jungkook-, de ahora en adelante todo estará bien, ¿okey?

—Okey.

Jungkook limpió las pequeñas lágrimas del rostro del pequeño.

—Eres muy fuerte, Soobin.

—¿Lo soy?

—Sí, lo eres. Un niño fuerte, valiente y adorable.

Soobin rio.

—Señor Jungkook...

—¿Mhm? Dime.

—No quiero que papá Yoongi se separe de papi Jimin. Quiero que sigan juntos, señor Jungkook... Sé que papá es malo con papi pero… yo lo quiero.

Jungkook abrazó al niño y lo apegó a su pecho. Dios, ese niño había soportado bastante en tan corta edad.

La puerta se abrió. Jimin entró al cuarto de su hijo. Sus ojos estaban un tanto rojos, pero eso pasó desapercibido por Soobin —que se lanzó a los brazos del mayor—, pero no pasó desapercibido por Jungkook. Tenía que hablar de eso con Jimin. Pero a solas.

—¡Papi! ¿Ya podemos ver la película?

—No, amor; Jungkook debe de irse.

Soobin abrió sus labios en forma de O y luego formó un puchero.

—¿Por qué? Si el señor Jungkook quiere quedarse.

—Eh... No, Soobin —dijo Jungkook—. Es cierto. Me había olvidado que tengo cosas que hacer. Pero otro día la veremos, ¿sí?

—Está bien —cedió Soobin.

Jungkook siguió a Jimin hacia la puerta principal. Los dos caminaron sin decirse nada, formando un tenso silencio.

Al llegar, Jimin abrió la puerta.

—No vengas mañana, Jungkook —sus ojos estaban puestos en la puerta, no se atrevía mirar a Jungkook.

—Mañana no libro. Es jueves y...

—Jungkook, ya no vas a trabajar aquí. Lo siento.

—¿Qué?

—Yoongi no quiere que seas más el cuidador de Soobin.

—¿Por qué no? ¿He hecho algo malo? Si es así, prometo que no volverá a ocurrir…

—No. Solo le bastó observar hace días el cómo estábamos juntos y no quiere que sigas trabajando aquí.

—Pero entre nosotros no hay nada...

Jimin lo miró fijamente, como tratando de decirle algo, pero no lo hizo. Apartó su vista de Jungkook.

—Mañana te daré el resto del dinero por haber trabajado estos días, el salario extra por las veces que te quedaste hasta tarde y las otras pocas que Soobin arruinó tu ropa.

—No tienes que pagarme esos extras. Sabes muy bien que en las horas extras no estaba cuidando a Soobin, estábamos…

—Lo sé, las horas extras la pasábamos conversando —dijo con una pequeña sonrisa—. Estos días la pasé muy bien a tu lado, Jungkook. Gracias.

—¿Por qué me das las gracias?

—¿Cómo que por qué? Por cuidar a mi hijo. Va a ser difícil encontrar a alguien que lo cuide, aparte de que se encariñó contigo. Lo cual es algo asombroso, jamás lo vi así por una persona, ni por mí.

—Claro que Soobin lo es contigo.

—Si tú lo dices...

Se quedaron en silencio.

—¿Mañana Soobin estará?

—Sí, estará aquí, por si quieres verlo. Ahora debo irme. Yoongi...

—...te está esperando —adivinó. Jimin asintió—. Mañana vendré. Cuídate.

Ambos se miraron por última vez ese día y Jungkook salió de la casa.

Admirador secreto |KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora