Capítulo 17

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Había pasado cerca de un mes desde que Jungkook supo algo de Jimin. No había pasado por su casa. No lo había llamado —he incluso tenía la sospecha de que se había cambiado de número—, había tenido la tentación de hacerlo, pero no lo hizo.

Veía pasar a Soobin cada tarde, salía de su cada y se iba, quizás con algún amigo.

Jungkook trataba de despejar su mente yendo hacia la tienda de tatuajes. Se había hecho uno nuevo en su brazo. Y había hecho ciento más a varias personas, jóvenes y señores. Pero no podía dejar de pensar en Jimin. Sabía que Yoongi seguía yendo a la casa de Jimin y él no podía hacer nada, había dado su promesa de darle tiempo a Jimin en la decisión que tomara, y eso iba a hacer.

Su celular empezó a sonar, lo sacó de uno de sus bolsillo y atendió la llamada.

—¿Sí?

—Hola, Jungkook.

Reconoció la voz de Hoseok al instante.

—Hola, Hoseok, ¿para qué me estás llamando?

—¿Tiene que haber una razón para llamarte? ¿Acaso no puede llamarte tu mejor amigo?

—No hablo de eso —dijo riendo—, ¿a qué debo tu llamada?

—Solo a saludarte. Dime, ¿estarás en tu casa?

—Mhm… sí. Siempre estoy en ella.

—Hablo si estarás solo. ¿Tus padres siguen en la florería?

—Siempre trabajan allí.

—Bien. Tengo noticias para ti… Aunque no tan buenas.

Jungkook rascó su nuca. —¿Noticias malas? ¿De qué hablas, Hoseok?

—De eso nada. Tendrás que esperar hasta que vaya a tu casa. Así que espero que me recibas bien.

Jungkook colgó la llamada sin esperar nada más. ¿Recibirlo bien? ¿Quién se creía? Rio por lo bajo. Pero había otra cosa que rondaba por su mente, ¿qué noticia le esperaría con Hoseok?

***

Como no tenía nada que hacer planeó que el día de mañana visitaría a su hermano. Hacía varias semanas —tres en concreto— que Jin no llamaba a casa. Su madre estaba preocupada por Jin, pero Jungkook la había calmado diciendo que estaba iniciando una vida nueva.

Sonó la puerta y Jungkook fue a abrir. Sabía que era Hoseok y no se equivocó.

—Pensé que llegaría más tarde —dijo Jungkook saludándolo con la mano—. Apenas son las cinco.

—¿Y esperar más tiempo para ver a mi mejor amigo del alma? —preguntó Hoseok en tono bromeando.

—Ya pasa o te dejo fuera.

Hoseok pasó y, con total confianza, se abalanzó al sofá.

—¿Y esa noticia tan importante que me querías decir? —preguntó sin rodeos. Golpeó con su mano la pierna de Hoseok para que le diera más espacio.

—Es mejor que lo veas —respondió, sentándose en el sofá.

—¿Ver qué?

Jungkook imitó a su amigo y se sentó a su lado.

—¿No te has enterado?

—¿Enterarme de qué?

—Solo… Prende la televisión.

Jungkook frunció su entrecejo. No entendía nada de lo que estaba pasando. Prendió la televisión. Allí mostraban una especie de ceremonia. Habían varias personas vestidas con traje formal. Reconoció a algunos. Los padres de Jimin, Yoongi y… Jimin. ¿Qué era eso? ¿Otra conferencia?

—¿Eso es lo que querías que viera? —ironizó—. Sabes que no me gustan las noticias, Hoseok.

—Jungkook…

Jungkook ya no prestaba atención a su amigo, miraba la televisión que, en ese preciso instante, Yoongi se había parado de pie, hizo una gran reverencia y dio una sonrisa que no llegó hasta sus ojos.

—Jimin y yo hemos querido hacer esto de manera abierta —comenzó diciendo Yoongi—. Yo esperaba algo más privado con los padres de Jimin y los míos, pero…

Jungkook insultó mentalmente a la persona que estaba grabando aquello, ¿acaso podría dejar de grabar a Yoongi y ponerse a grabar a Jimin? Jungkook necesitaba verlo. Y, como si el destino lo hubiera escuchado, el camarógrafo cambió de toma. Jimin lucía perdido. En su rostro no había ni una sonrisa. Miraba algo lejano, como si estuviera allí fuera de su voluntad.

—Tras muchos años de estar separados. Jimin y yo decidimos casarnos de nuevo —concluyó Yoongi.

Todas las personas presentes aplaudieron a gusto con lo que acababan de decir.

Jungkook no reaccionó. Eso no podía ser verdad. ¿Acaso era un maldito chiste?

Jungkook sabía donde estaba grabando eso. Tenía que impedirlo. Ya sea que sólo lo hayan confirmado de manera pública o provada, eso no podía ser…

Se paró dispuesto a salir de casa, pero la mano de su amigo lo detuvo.

—¿Qué planeas hacer?

—¿Que qué planeo hacer? ¡Jimin no puede casarse con él…! ¡Me lo había prometido, Hoseok! Dijo que solo por Soobin aceptaría hacer cualquier cosa... Pero esto no. No puede acabar así.

—Jungkook, cálmate…

Pero antes de que terminara escuchó la voz de Jimin. Los dos miraron la pantalla del televisor. Jimin se había parado y miraba a todos sin ninguna expresión en su rostro. Varios flashes se vieron.

—No me casaré —elevó la voz—. Jamás. Menos con Min Yoongi.

Murmullos se oyeron.

—No me casaré… con alguien quien hace años atrás salió invicto de algo que tuvo la culpa —Jimin miró a Yoongi—. Ese día hiciste creer a todos que no eras el responsable de nada. Seguías haciendo tu vida como si nada. Nadie jamás supo que el respetado, Min Yoongi, me golpeaba y humillaba —miró al público—. ¿La pareja perfecta? Solo de puertas para afuera. Y mi hijo, Soobin, se quedará conmigo. Así tengas los abogados que tengas, nunca te lo daré. Es mi hijo, yo lo cuidé a pesar de todo. Tú solo trajiste dolor y sufrimiento a mi familia…

Jungkook no necesitaba oír nada más. Salió de su casa. Tomó un taxi dispuesto a verlo.

Admirador secreto |KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora