Capítulo 10

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Sentimientos que calcinan


Gaia

Mientras se dirigía entusiasmada al punto de quedada divisó a su amiga Selene en la calle, que iba una manzana más adelantada; dispuesta a alcanzarla aceleró un poco el paso tocándola por el hombro para llamar su atención.

-Hey Sele, ¿Qué tal estás? – saludó amablemente

-Buenas tardes lo primero y segundo, pues eso te tendría que preguntar yo a ti ¿emocionada? – preguntó con una gran sonrisa de oreja a oreja, una de esas sonrisas que hace la gente cuando ya sabe la respuesta, pero que igualmente quiere escucharte decirlo.

-Jeje, mucho la verdad, tengo taanta curiosidad, hoy a penas he podido dormir de lo ansiosa que estaba, tengo en la cabeza cuarenta mil ideas de lo que puede ser y ya me he imaginado la conversación en una millón de escenarios distintos-.

¿Y en cuantos ganamos? – dijo poniendo voz grave.

Gaia levanta UN dedo y mientras se gira dramáticamente hacia su amiga dice- En uno-.

-Jsjsjsjs, mira que somos burras, oye tenía que decirte que hemos quedado con estas unas calles más abajo, estarán todas juntas y desde allí nos vamos-.

-¿Y eso?- curioseó Gaia.

-Pues es que al parecer una de ellas tenía que ayudar con unos preparativos en no se donde-.

-¿Un cumpleaños o una fiesta?-.

-La verdad es que no tengo ni idea- le respondió.

Y dicho esto se pusieron en marcha hacía el lugar establecido cuando en su camino se empezó a cruzar gente con pancartas y cartulinas, mujeres, hombres y niños, alfas y omegas se dirigían hacia la misma dirección, todos con paso firme, todos con cabeza alta y todos con una misma idea en la cabeza, una idea de manifestarse contra un cambió que venía gracias al progreso y avances de su especie.

Era un espectáculo deleznable el de oponerse ante la evolución pero aun más el de oponerse a un grupo minoría, Gaia se había venido un poco abajo por culpa de lo que ponía en las pancartas, por esos gritos de odio que ya se escuchaban a coro en la distancia, de repente una llama empezó a prender dentro de ella, una llama que no usaba oxigeno para vivir sino miedo, soledad, angustia y tristeza, mil agujas se le clavaban en el corazón sin la más mínima misericordia, sus ojos perdían color y sus pulmones no tenían fuerzas para bombear, dolor, solo dolor y ansiedad por lo que veía ante sus ojos.

-Vaya imbéciles ¿Es que no se dan cuenta de que se están levantando para que otros sean infelices? ¿Gaia estás bien? Gaia ¡Oye!- Selene no aguantó más y le dio un golpe a su amiga que ya salía del trance en el que estaba.

-P-perdona- Se disculpó, un poco en shock tras haber escuchado por casualidad la corta charla entre una madre y su hijo.

-Ni perdona ni ostias Gaia, cada vez me preocupa más ver tu expresión cuando sucede algo así- se quejó su amiga con expresión de seria preocupación- ya sé ¿Por qué no hablamos de lo que tienes pensado decirle a esa Alfa o de lo que quieres que miremos en las tiendas?

Si claro, vamos- dijo mientras se giraba aun con una expresión triste y desanimada- No podemos hacerles esperar.

Una vez las amigas llegaron se dieron cuenta de que no eran las últimas, aun quedaba la chica por la que habían cambiado su punto de quedada, pero no pasaron más de cinco minutos hasta que llegó.

-Perdón por la tardanza- se disculpó Kore- he estado ayudando a mi padre con unas cosas para la manifestación esta mañana y ahora me tocaba llevarlas al lugar donde va a ser.

Gaia y Selene comparten una mirada de asombro que dirigen hacía la otra para ocultar sus expresiones del resto.

- ¿Tu...tu padre va a dirigir la manifestación de hoy en el parque del centro, Kore? - preguntó con cautela Selene.

-Si ¿Por qué? - le respondió.

Nada, nada, pura curiosidad- tratando de ocultarse optó por retroceder en su pregunta, pero al ver que su pobre amiga no podía quitar la cara de asombro y desconcierto se lanzó- Y por pura casualidad y para sacar un tema de conversación mientras vamos al centro, Kore ¿Qué opinas de lo que se dice en la mani?-.

- ¿Qué voy a opinar? Es antinatural y punto, no tiene más-

A Gaia la cara y el alma cada vez le iban pesando más y se hubiera puesto mala de no ser porque...

-Pues yo creo que no es antinatural Kore, hay muchas pruebas científicas, aparte de que solo son personas, no creo que debamos ponerles las cosas más difíciles- se entrometió Bast- tienen el mismo derecho a ser felices que tenemos todos.

-Opino lo mismo- se unió Minerva- aparte de que no nos incumbe su vida en absoluto.

Gaia, con un mejor aspecto, cara y cuerpo trató de cambiar de tema con la excusa de que hoy era un día para divertirse, así que se pusieron a hablar de moda, a Gaia le encantaría poder hablar de sus otras pasiones como el baloncesto o los nuevos videojuegos que habían salido al mercado, pero tampoco le importaba hablar de lo que fuera con sus amigas.

En esto que giran en la esquina para ir al centro comercial que ven a tres muchachos saltar el muro del aparcamiento y correr calle abajo en su dirección, obligándolas a apartarse, estos chavales iban sangrando y uno hasta estaba subido a las espaldas de otro porque no podía ni mantenerse en pie.

-Que asco que tengamos pandilleros en esta ciudad, de verdad, solo ensucian y causan problemas, como si esta ciudad no tuviera bastantes ya- comentó Sele.

Siguieron avanzando y a Gaia le entró curiosidad por ver el motivo de las heridas de esos matones, tal vez aun estaba ahí un pandillero aun más imponente y eso le llamaba la atención a la par que le causaba un poco de adrenalina por el posible peligro, saltó apoyándose en el saliente  lo suficiente para ver a esos imaginarios matones de traje negro o ropas rotas, pero lo único que divisó a unos cien metros del saliente, fue a Nube hecha un ovillo y con la chaqueta un poco ensangrentada, Gaia se descolgó con cara de asombro.

-¿Había algo o alguien?- Preguntó Bast.

-Si, si, cuenta, cuenta- se interesó Kore

-Solo he podido ver bastante sangre derramada- se inventó Gaia, sin embargo, al darse cuenta de su oportunidad continuó con su invención diciendo:- Pero creo que he visto algo interesante y es que puede que sigan hablando por allí, parece peligroso pero la curiosidad me mata así que creo que voy a ir a cotillear.

-¿¡PERO TU ESTAS LOCA!?- Se sobresaltó Selene- ¿¡HAS VISTO LO QUE LES HAN HECHO A ESOS DE ANTES!?

Era el momento de la señal, Gaia pisó el pie de Sele y le dijo: -¿déjame divertirme no?

Selene entendió a los pocos segundo que era lo que su amiga trataba de decirle y es que de camino al punto de quedada habían acordado una señal para que cuando Gaia viera el momento oportuno pudiera separarse a hablar con Nube mientras Selene se ocupaba de las omegas.

La miró con decisión y dijo:- No nos acercaremos por si es peligroso, ten cuidado.

Y aunque a regañadientes las omegas, confiando en la astucia de Gaia la dejaron marchar y acompañaron a Selene, mientras tanto, Gaia saltó el muro, se arregló un poco el pelo, se quitó el polvo de la ropa y avanzó con paso firme hacia Nube, que seguía en forma de ovillo y pegada a la pared que delimitaba la zona del parking.

¿Quién eres? __//YURI OMEGAVERSE//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora