¿Quién eres? __//YURI OMEGAVERSE//

Capítulo 15

Punto de quiebre

Gaia tenía las pulsaciones al extremo, estaba corriendo como nunca había corrido en su vida y encima debía tener cuidado pues su amada iba desangrándose en sus brazos (había detenido un poco el sangrado usando su chaqueta cuando vio que se habían alejado una distancia segura) pero gracias a la velocidad recién adquirida por sus nuevos impulsos no tardaron mucho en llegar a su casa, entrando de una patada, dejando a la convaleciente Nube en la bañera del lavabo y yendo a buscar alcohol y gasas.

En la escuela les habían dado una infinidad de clases de primeros auxilios de supervivencia pues estaban en una carrera de medicina y en este mundo estos conocimientos eran primordiales, al fin y al cabo, su manada podría necesitarles en algún momento y debían estar preparados, por lo que sabían como tapar una herida, curarla e incluso coserla, aunque esta solía ser provocada por las garras de un alfa en una batalla territorial o por el liderazgo de la manada y no por una navaja del 86.

En cuanto tuvo todo a mano quitó la empapada chaqueta y la navaja, provocando una fuente de unas pocas gotas pues corrió a limpiar la herida con agua para después secarla con una toalla y echar alcohol a lo bestia (al ritmo que iba su cuerpo no se le podía pedir mucho más) puso encima gasas y tras desenredar rápidamente el esparadrapo, pegó las gasas para tapar mejor... tuvo que cambiarle las vendas cinco veces hasta que el sangrado empezó a detenerse, por suerte la navaja no parecía haber dañado sus órganos internos, igualmente tendría que coserla...

Aparentemente el dolor sería suficiente calmante para la ojiazul, solo le quedaban las fuerzas justas para balbucear gritos ahogados de dolor. Se dispuso a coserla, la operación duró alrededor de cuarenta minutos y no fue hasta que terminó del todo, después de dejar seis puntos cosidos, que Gaia se permitió respirar tranquila relajándose un poco y tirándose en el suelo junto a la bañera ahora de color rojo escarlata.

Dos horas después, cuando Nube regresó consciente parecía agotada, estaba en una cama muy cómoda, más que la suya propia por si fuera poco, la cama estaba llena de almohadas muy suaves que la rodeaban dándole calor, le agradó despertar ahí, tan calentita y cómoda, se sentía como en casa... cuando se quiso dar cuenta se estaba desperezando como una cachorra, empezó a restregarse por el cómodo colchón, bostezando y estirando las pat..las piernas, los brazos y después toda entera cuando: -mhmmrrrr, AU AU AU AU AU AU.-

Gaia apareció corriendo preocupada de que la herida se hubiera podido abrir pero cuando vio que estaba así solo por no ser consciente de sus heridas suspiró aliviada :- Hey, deberías tener cuidado, he tenido que ponerte puntos así que no te recomiendo que te muevas demasiado- le advirtió.

Nube, avergonzada un poco de su actitud, entendió ahora el porqué de su dolor estomacal.

-¿Sabes? has tenido una suerte absurda, el cuchillo no ha llegado a cortarte ningún órgano- le explicó mientras se sentaba en el borde de la cama.

-¿De verdad?-

-O bueno, eso parece, siempre me puedo equivocar- bromeó

A Nube le bajo la sangre de la cabeza por la preocupación

-Me quedo contigo idiota, si hubieras tenido un corte ya habrías muerto por derrame interno-

Nube puso cara de muy malos amigos: -Esas bromas no tienen ninguna gracia- Contestó ahora sí agradeciendo internamente haber tenido un poco de suerte en su vida.

Los recuerdos fluían de nuevo y le vino a la mente como había usado la voz de mando para proteger a sus amigas: - Deben estar preocupadísimas... y posiblemente bastante enfadadas...- Nube trató de para sacar su móvil del bolsillo con la intención de disculparse por su actitud cuando se dio cuenta de que no solo no tenía el móvil sino que ni siquiera llevaba su ropa puesta y que en ese momento solo llevaba un camisón del cantante Elton Gong.