Capítulo 9

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Injusticias

Con paso tembloroso avanzaba Nube hacía su destino, su final, su muerte.

-oh oh que desgracia y que desdén, que penurias pasaré- dramatizaba en su cabeza, sin lugar a dudas estar estudiando en literatura a poetas no le estaba sentando demasiado bien teniendo en cuenta su estado mental, pero en parte dramatizar le ayudaba a reírse un poco de la situación y pasarlo un poquito de mejor.

En esto que ya había avanzado unas calles cuando vio a grupos de gente dirigirse hacia un mismo lugar: -se mueven en manadas, jsjs, tal vez vayan a esa manifestación que vi en la mañana- referenció Nube, siguió su camino de caminante pensando sobre maneras de evitar revelar su secreto, cuando se encontró paseando por los adosados, siempre florecientes y con mucho césped, los adoraba pero su madre prefería un piso, más barato e igual de cómodo según ella.

 En su opinión tener un césped o un patio era mejor, de pequeña le encantaba ir a jugar a casa de su amiga y en el césped podían hacer de todo, construir fuertes con cajas de cartón que le robaban a la panadera, empaparse en verano con la manguera e incluso un deslizador que hacían con plástico y con agua, los césped le parecían un mar de posibilidades, tal vez porque ahí si podías jugar a lo que quisieras, no como en su casa que no podía hacer nada que pudiera poner en peligro cualquier parte de la meticulosa decoración que su madre llevaba.

Para su madre su casa era como un cuadro donde debía expresarse, pero eso hacía que Nube nunca tuviera juguetes, una vez cuando tenía seis años le regalaron una pistola de juguete de Merf, la había estado pidiendo mucho tiempo porque sus amigas también tenían y quería poder jugar con ellas, pero un día que se aburría en casa se le ocurrió la maravillosa idea de ponerse a practicar su puntería con diferentes objetos con la mala suerte de que una bala desviada acabo tirando un frágil jarrón que su madre amaba: -la que me cayó entonces si que fue buena, je...- desde entonces "le entró curiosidad" por juegos más calmados, juegos que se podían llamar "de omega" los probó un poco a regañadientes pero le bastó un solo día para darse cuenta de lo mucho que le encantaba jugar a esas cosas, disfrazarse, jugar a la familia (aunque ella a veces fuera el perro) y los juegos de mesa, solo Dios sabía la cantidad de horas que se tiró jugando a juegos de mesa.

Sin darse cuenta ya había llegado al centro comercial unos minutos antes de lo acordado, decidió quedarse esperando y seguir con sus recuerdos para evitar los crecientes nervios que brotaban en ella cuando...

-Ya te la sabes chica- Tres muchachos estaban frente a ella, el mayor llevaba una navaja y detrás de él había dos más, Nube supuso que serían sus matones.

Nuestra protagonista se encontraba en una parte del aparcamiento alejada de la puerta y no era capaz de divisar que hubiera nadie a quien pedir ayuda:- "Vaya, día, de mierda"- pensó Nube – "Obviamente me tenían que atracar, no estoy en un momento suficientemente malo como para encima ir a peor, yo maldigo a quien dijo que cuando tocas fondo solo puedes ir hacia arriba ¡SE EQUIVOCABA! y soy la prueba de ello- así que con tono tranquilo dijo: - pues mira no, no me la sé, vas a tener que explicármelo- le desafió,- "Te juro que si Dios existe está o totalmente en mi contra o partiéndose de risa conmigo"

-Vaya, vaya conque nos ha tocado una listilla, pues esto es simple, o nos das la cartera o no llegas a casa- respondió el atracador mientras sus otros dos compañeros sacaban sus propios cuchillos- ¿y bien? ¿Qué eliges?-

-Mira chaval llevo un día de perros, suficientemente malo como para que a Bas la Esponja le entre depresión, así que te agradecería que tus amigos y tú os dierais la vuelta y me dejarais en paz- les dijo forzando una sonrisa amable- además, enfadarme solo haría las cosas peor para vosotros...-.

-¿Para nosotros? ¿Pero tu te has visto imbécil? no desprendes ningún tipo de olor aparte de apestar creída, por lo que voy a suponer que eres una beta de mierda, nosotros somos tres alfas ¿te la quieres jugar? A mi y a mis amigos no nos importaría lo más mínimo eliminar a una de la peor casta, los alfas estamos en el pináculo, el resto sois solo basura creada para servirnos- soltó con soberbia

Nube se levantó, mirándoles a la cara con una mirada de asco y desprecio: - Yo te juro que no se si es que tengo una suerte pésima con los alfas que me encuentro pero es que todos sois iguales, todos con ese afán de sentiros superiores e invencibles ¿De verdad os creéis que este mundo ha sido creado para satisfaceros, para alabaros? La respuesta es no, lo tenéis más fácil eso esta claro, pero cualquiera tiene la capacidad de alcanzaros y cualquiera tiene el derecho a no hacerlo y eso se debe respetar, veros... je... veros solo me produce lástima- El discurso de Nube solo enervó más a los ricos que robaban por puro placer haciendo que se lanzaran a por ella.

A la cabeza del ataque iba uno de los matones, atacando con el brazo que poseía el cuchillo, un movimiento hacía la izquierda, un golpe en la mano con la suficiente fuerza y el cuchillo caía en dirección al suelo, con la guardia totalmente abierta el matón recibe otro golpe en las pierna derecha de la alfa que avanzaba hacia sus otros dos oponentes pero dejando al tercero cayendo inestable, el segundo matón es más listo y se combina con el jefe de la manada para un ataque conjunto el lanza una patada baja por el lado izquierdo mientras su jefe se decanta por un cross jab desde el derecho, sin siquiera sorprenderse Nube gira sobre sí misma pasando por debajo del derechazo del jefe y le agarra por el cuello, sin embargo con una llave este se libera y le propina un buen golpe en la mandíbula, Nube se resiente del golpe pero no tiene tiempo de prestar atención al dolor pues el matón se le vuelve a lanzar, reacciona rápido y desvía el golpe, levanta la rodilla y una patada conecta con las partes bajas, sin piedad, eleva un poco más la pierna para asestar otra patada en la cabeza, una mano entra en escena deteniendo su patada y echándola hacía atrás mientras que el tercer hombre ya se había recompuesto y desde su posición le había lanzado el cuchillo, que consigue esquivar por los pelos.

Los sentimientos de la alfa al notar tal peligro y darse cuenta de que van a matar se disparan, Nube pierde la conciencia y su bestia interna sale a saludar a los matones, su rabia por creerse todo solo por ser de una casta privilegiada, su desprecio al ver que aunque no lo necesiten tratan de robar, no podía soportarlo más y por ello por mucho que lo odiara saca su as llenando un área de diez metros con sus feromonas. – Ya he tenido suficiente- dijo en voz baja mientras su mirada se levantaba dejando ver un iris rojo sangre y lágrimas que le caían bajando por sus mejillas.


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Muy buenas queridos lectores, os agradezco la paciencia que habéis tenido, aquí van los dos primeros capítulos de lo que se podría llamar "el arco del centro comercial" y durante esta semana voy a ir subiendo más ya que estoy de puente esta semana y quiero aprovechar porque voy a volver a tener una racha de exámenes antes de Navidades, espero que os guste y gracias por esperar ;)

¿Quién eres? __//YURI OMEGAVERSE//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora