Capítulo 22

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Madriguera de lobo

En aquel atardecer de primavera donde el viento hacía silbar las hojas de los arboles, una terrorífica melodía sonaba en los oídos de un cervatillo de pequeño tamaño, que levantaba la cabeza de vez en cuando para comprobar sus alrededores antes de devolverse a su tarea principal, comer.

A unos metros de él, una joven loba acechaba tratando de mantener una baja postura entre la maleza, esperando el momento oportuno para lanzarse.

El siguiente silbido de las hojas fue el pistoletazo que necesitaba para saltar sobre su presa, que ya sospechando algo, logró escapar del primer zarpazo, dándose a la carrera.

La loba no desistió y siguió su ritmo, el cervatillo se movía ágil, pudiendo esquivarla mientras zigzagueaba entre los arboles, era rápido y su plan parecía consistir en llegar a las afueras del bosque, cosa que al depredador no le convenía en absoluto y de lo que su presa era consciente.

Pero aquel día tenía hambre, llevaba un par de días sin comer y quería reclamar a su presa por lo que apartó sus dudas y continuó la caza.

El cervatillo ya podía ver el fin del bosque cuando la luna salía de su escondite en el cielo, la loba era muy persistente y aguantaba bien, llevaban ya casi veinte minutos y la noche hizo que la depredadora se sintiera frustrada consigo misma por tardar tanto en atrapar una presa tan fácil.

Un pitido rompió el ruido que hacía la presa con su rozar entre las hojas impidiendo que reaccionase a un nuevo golpe del canino, al fin pudiendo poner su zarpa sobre el cervatillo se empezó a regocijar pensando en comerlo, pero una figura a lo lejos captó su atención.

Otro animal estaba frente a las luces del tren y no parecía reaccionar.

Rápidamente mordió en el cuello a su presa para asegurarla y empezó a correr hacía el ser que cada vez se distinguía más como un pequeño ser humano.

Por lo que podía calcular al tren le quedaban menos de diez segundos para impactar, cosa mala, ella ya estaba a la carrera pero no se veía capaz de llegar, el limite del bosque no estaba tan cerca de las vías.

Cinco segundos, era imposible, aun le quedaban treinta metros,

Tres segundos, joder, no le quedaba otra opción, aprovechando la inercia y su "as secreto", logró arrojar a su recién capturada presa hacía la humana con toda la fuerza de la que disponía.

Dos segundos, El animal giraba en el aire como un disco, al ser un cervatillo su peso no debería suponer un impedimento para llegar ¿Verdad?

Un segundo y la loba aun trataba de llegar para alcanzar a la humana aullando para provocar que reaccionara.

"Otra vez no, por favor..."

.

.

.

La cuenta llego a cero y lamentablemente el cuerpo cayó al suelo y el frente del tren se lleno de sangre....Había perdido su cena ( :( ) pero la mujer debería estar bien.

Esperó a que el tren terminara de pasar para acercarse a comprobar el estado de la humana, al ser de noche y haber pasado ya las luces del tren se habían quedado en la penumbra, solamente iluminadas por la luna creciente de marzo.

La loba dedujo antes de acercarse que se trataba de una alfa y que debía estar en celo porque había una inmensa cantidad de feromonas en el aire, también vio que estaba inconsciente, probablemente habría rocas en el suelo y el golpe la habría noqueado, las reglas de la manada con los humanos eran claras, no debían acercarse bajo ningún concepto.

Pero el simple hecho de haber llegado al límite del bosque ya era una infracción grave y el castigo impuesto por el que no había podido comer durante esos días, a pesar de las consecuencias y sin poder reconocer de quien se trataba aquella alfa que estaba tirada frente ella, algo en su interior le decía que no era buena idea dejarla allí, por lo que la tomo del cuello con cuidado y la subió a su lomo, adentrándose con ella en la orquesta de hojas que se recitaba en el bosque.

Nube

Nube estaba preparada, preparada para el choque final, el choque que silenciaría las agonizantes voces que vivían dentro de ella, quería que acabara ya, que acabara todo, tal vez, podría reencarnar como una omega en su siguiente vida, podría ser feliz, tener unos padres que la quisieran e incluso poder vivir el amor, porque le había quedado claro que en esta vida eso era imposible...

(Narra en 1º persona)

Di por fin mi última bocanada de aire, teniendo en mi cabeza la repetición de un beso con alguien que desconocía, su único beso por auténtico querer se lo iba a robar la muerte....mi cuerpo se endureció antes de recibir el impacto, pero por alguna razón este no fue frontal, sino lateral, haciéndome chocar contra el frio suelo y volviendo todo negro una vez más.

Me estaba cansando de ese color, principalmente porque sabía lo que venía después y en efecto, me volví a despertar en aquel antiguo hermoso bosque del que ahora solo quedaba un enorme taladro pendulante del cielo en un lugar desamparado y desteñido.

El artefacto apuntó directamente hacía mí y como si de una víbora se tratase se abalanzó tratando de volver a romperme, esperé como esperaba siempre, ya estaba acostumbrada y anticipé la sensación de dolor, sin embargo, nada ocurrió, el taladro se había detenido momentos antes de impactarme, simplemente se detuvo.

Y volvió a su posición pendulante, pero esta vez, como si de tinta volviera a tratarse, el cielo empezó a derretirse, el cielo se me estaba cayendo literalmente encima, pero antes de hundirme en la viscosidad negra, el aparato volvió a girar, apuntando ahora hacía el suelo, que con un solo roce, se agrieto de nuevo, pero esta vez, como cristal, se fracturó y empecé a caer... mas y más profundo, más profundo... más... profundo.

-¡ARRIBA!-

Pero no podía ver, la tinta se me había pegado a los ojos.

-¿Quién eres? ¿Dónde estoy?- pregunté confundida.

-Jeje, ya lo averiguaras- se río de mi la entidad- de momento, solo he venido a darte la enhorabuena por llegar hasta aquí.-

-¿Aquí donde?- el pulso se me volvía a acelerar y el silencio sepulcral del lugar no me permitió relajarme, de repente y en mi oído la oí susurrar.

-Al país de las maravillas- y con un bop en la nariz, me desmayé, cayendo en seco sobre mi espalda- Buen viaje Alicia y recuerda, sigue al lobo blanco.



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Muy buenas a todo el mundo, ¡SIGO VIVA! y Nube también, bueno, medio medio.

No se muy bien como pero aquí estoy, este mini capitulo es principalmente para dar inicio al "nuevo arco" y haceros saber que este mes de marzo iré actualizando como antes, de hecho tenía intención de subiros dos capítulos pero ¿A que no adivináis quien se desmayó por el estrés de sacar notas altas?

Pues eso, también quería agradecer a dos personas que han comentado en los últimos capítulos pero me da recelo porque la ultima vez que agradecí acabe por perder a los lectores...

Pero es que si no digo que los "ay..." de astrodeoi y el "actualiza por favor" de sombra me han ayudado a tener los ánimos altos sería mentir, os parecerá una reverenda estupidez pero ver que mi historia puede provocar algo en la gente es signicativo, así que muchas gracias a vosotros y a todos los que guardáis y leéis mi historia.

Nos vemos en el próximo capitulo: "Hera"


¿Quién eres? __//YURI OMEGAVERSE//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora