¿Quién eres? __//YURI OMEGAVERSE//

Capítulo 17

Los sueños, sueños son

Nube se despertó dentro de su cuarto, en su cama y rodeada de sus queridos peluches de bestias de bolsillo, sus libros estaban en su sitio al igual que sus juguetes y sus dibujos, tomó una lenta bocanada de aire mientras les daba los buenos días a sus peluches y se irguió en su colchón, respiró profundo y se levantó para mirar por la ventana observando un hermoso día en el bosque, -todo estaba bien- pronunció sonriente.

Fue hasta su cocina donde su progenitor le había preparado su desayuno favorito, caldo de pollo frio y servido en la oscuridad de su cocina, que tan pronto como él chasqueó los dedos fueron iluminados por varias esferas luminosas, brillantes como estrellas y con la sensación óptica de ser peluditas, Nube miro a través de ellas fascinada y a la vez sintiendo una incomoda satisfacción interna, se sentó a comer justo cuando su madre entró a la estancia.

Sobre sus cuatro patas les dio los buenos días antes de coger un par de omegas del tamaño de una manzana que había sobre la encimera de su cocina, al lado del lavaplatos y los metió dentro de su merendera, miró a su padre y le obligó a agacharse para que ella pudiera ponerle la pata encima en señal de posesión, después miró a Nube y al ver que no reaccionaba sacó sus dientes a relucir para expresar quien tenía el control, ella le seguía devolviendo el gesto con seriedad e inexpresión por lo que la cara de su madre se dis--tors---ion---ó, la cara de su madre se giró hacia la entrada, abrió la puerta con la pezuña y salió sin cerrar.

Cuando ya había dado unos pasos se giró para mirarla de nuevo, con la merendera agarrada entre los dientes su hocico empezó a oler algo y salió corriendo hacia el bosque, de repente, todo se nubló, gigantes negros en el cielo amenazaban tormenta, Nube estaba acostumbrada y como siempre se posó en la puerta para observar llover pero toda la vida natural e inerte actuó con vida propia, con miedo y se empezó a esconder dentro de la Tierra que a su vez perdió todo el color asustada he intentando no ser detectada por las nubes y sus poderosos rayos.

Nube escapó de su casa a tiempo para no hundirse con ella, su padre le había tirado de los tobillos con fuerza y escombros le habían caído encima tratando de llevársela con ella en vano, cuando se quiso dar cuenta no había rastro de ninguna edificación, ningún árbol, ningún rio, ninguna roca; blanco, solo blanco.

Desorientada empezó a dar vueltas para ver si podía ver algo, nada, hasta que, en la lejanía, un punto negro apareció, ella corrió y corrió para acercarse, para preguntar donde demonios estaba, la fatiga empezó a hacerle efecto y tuvo que ralentizar su paso... a unos cien metros podía divisar a un ser negro de espaldas, de proporciones extrañas y tonalidad poco común, pero antes de que pudiera seguir acercándose o descifrar cosas del ser, del cielo cayó un potente trueno cargado con toda la fuerza de la tormenta, paralizándole el cuerpo y los sentidos, nublando su vista y de nuevo, dejando solo blanco.

Narra Nube

Me desperté siendo golpeada numerosas veces por una almohada pequeña y con gritos de Gaia que tardé unos segundos en descifrar por mi estado somnoliento:

-NUBE QUE SE ME HA HECHO TARDE HAY QUE IR A LA UNI PERO YA ¡DESPIERTA! -

Me asusté muchísimo y me erguí de una en la cama dispuesta a coger cualquier prenda y salir corriendo por la puerta: -¿Qué ha pasado?¿Qué hora es? - Localicé un reloj con la mirada y comprobé que quedaban unos diez minutos para que empezarán las clases tenía que... tenía qu.. toda la sangre de mi cabeza se vio afectada por al gravedad y me empecé a tambalear.

-Jsjs, oye que estando como estás no puedes hacer movimientos bruscos ¿o es que aun no te has enterado?- Me advirtió entre risas mientras me apoyaba en su pecho para que no me cayese- Ya tengo todo preparado así que tú tranquila, solo tienes que ponerte tu ropa.- Me paso la mano por el pelo tratando de tranquilizarme pero a mi eso no me ayuda nada por diferentes motivos que ahora no venían a cuento.