Capítulo 14

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Cosas de alfas

Cuando Nube despertó, se encontraba tirada en una camilla, con la cabeza apoyada en una almohada y con un poco de hielo sobre la frente, aun estaba un poco mareada y conmocionada, no recordaba muy bien el porqué, pero lo primero era lo primero y lo que le pedían sus instintos era reconocer la zona, empezó a usar el olfato sin haber movido un solo músculo para no dar pistas de que estaba ya consciente, detectó unas ligeras feromonas de alfa y... nada más, pero podía decir con certeza que había otras presencias donde ella estaba, por la calidez y el olor del sitio estaba segura.

Ya confiada abrió lentamente los ojos para que la luz no le hiciera mucho daño y lo primero que vio fue a una persona sentada al lado de su cama, con una mano sujetándose una gasa en cuello.

Poco a poco empezó a recordar los sucesos de ese día, dándose cuenta de que quien estaba a su lado era Gaia, aun resintiéndose por la mordida.

-Hey, buenos días desmayada ¿Cómo estás? – Le preguntó con tono amable – Antes de que preguntes no llevas mucho dormida, solo media hora y estás en la sala para heridos del centro, que como puedes observar es bastante pequeña.

Gaia tenía razón, la habitación no media más de diez metros cuadrados y  este espacio lo ocupaba un armario con medicinas y dos camas para heridos, donde ahora se encontraban un alfa y un beta, probablemente los que habría golpeado el alfa en celo de antes, no parecían estar muy malheridos, solo desmayados, como ella había estado: - ¿Dónde está el resto? -

-Afuera, esto no da para que quepan cuatro personas más- respondió- para colmo de espacio esta camilla ni siquiera es de aquí, la tenían plegada.-

- ¿Cómo estás tú? - se interesó Nube

-La herida duele, tenía unos buenos caninos, pero por el resto todo bien-

- ¿P-Puedo verlo? – preguntó

Gaia se quitó la gasa dejando a la vista la marca del alfa, Nube no notó nada especial, había oído que a los alfas les enfadaba ver marcas de otros alfas sobre omegas cercanas a ellos, pero ella seguía preocupándose solo por la herida, tal vez fuera porque no era una marca sino una simple mordida, pero estaba demasiado cansada para hacer nada o seguir buscando justificaciones, se levantó ligeramente y dijo:

-Creo que me tienes que explicar bastantes cosas-

-Tienes razón, tienes razón y lo voy a hacer, te lo juro, pero aquí no- razonó bajando la voz- mejor si estamos solas, así que había pensado si, bueno...te ... ¿Te apetecería venir a mi casa después de esto? – Preguntó nerviosa.

Nube se extrañó, tanto por la pregunta como porque parecía que Gaia estaba nerviosa por eso, lo cual era... raro: - Supongo que puedo preguntarle a mi madre, pero tendré que pasarme a recoger mis cosas, mañana hay clase.-

-Si claro, no hay problema. -Respondió con una sonrisa que claramente estaba intentando disimular

"¿Pero a esta que le pasa?" se volvía a preguntar una de nuevo mareada Nube: - Me estás dando un gran dolor de cabeza ¿Eres consciente de ello? -

Gaia asintió tratando de poner una cara seria mientras le ofrecía una mano para ayudarla a levantarse.

Justo cuando iba a incorporarse del todo el médico entró con cuidado de no golpear nada y al ver que ambas estaban bien les permitió irse, le agradecieron por la atención y salieron, donde sus amigas las recibieron con un fuerte abrazo grupal:

-¿Cómo estáis las dos?- Preguntó Selene

-Mejor- respondió rápidamente Nube- No se que me ha pasado antes la verdad.-

¿Quién eres? __//YURI OMEGAVERSE//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora