THE APARTAMENT. [JEMMA] [Adaptación]

Capítulo 25. Vuelta

Abrir los ojos de golpe, como si le hubiese quitado el sueño de pronto, no era algo inusual. Parpadeó y buscó la hora. Probablemente el reloj marcaría las 4. Casi siempre se le iba el sueño a esa hora. Usualmente solo optaba por lo que estaba a punto de hacer, caminar hacia la sala, sentarse en el mueble y observar la ciudad de noche a través del ventanal.

Miraba al cielo y siempre pensaba que era lo único que podía unirla a Emma. A veces soñaba con cruzársela en la calle o que de pronto alguien abra la puerta y sea ella. Luego recordaba que nada de eso podría pasar. Que solo podría esperar y dejar que los días pasen sobre ella hasta que ocurra algo más. Algo que la saque de este círculo vicioso en el que había caído por tantos meses.

Se recostó de lado en el mueble y siguió perdiéndose entre los edificios. La necesitaba tanto que casi podría jurar sentía un poco de molestia en el pecho. Ya no estaba segura si era amor, nostalgia o quizá un deseo pendiente que prometía no dejarla tranquila hasta que lo cumpla.

Jenna sabía que ambas necesitaban tiempo. Necesitaban cicatrizar, solucionar sus problemas, entonces ¿por qué no estaba concentrándose en hacer bien las cosas? No podía quitársela de la cabeza porque todo le recordaba a ella, cada rincón, cada aroma.

Quizás era tiempo de salir de ahí.

-¿Qué haces aquí? -Joy entró a la hora de siempre, esperando ser la primera en llegar como todos los días, cuando encontró a su mejor amiga y socia limpiando el piso.

-No podía dormir. -sonrió Jenna.

-¿Pensando demasiado últimamente?

-Uhm. -asintió. -Emma.

Joy no esperaba la repentina revelación así que dejó su bolso sobre la barra y tomó asiento en los bancos alrededor.

-¿Y qué has estado pensando?

Jenna se detuvo y frunció ligeramente el ceño mirando el piso húmedo.

-Joy, ¿alguna vez te has enamorado demasiado rápido de una persona?

-Sí.

-¿En serio? -Jenna la miró mientras tomaba el trapeador para llevarlo hacia el armario.

-Bueno, sí. Creo que no hay un tiempo específico para enamorarse.

-Así que es eso... -dijo la latina. Tomó el recipiente de agua y lo cargó hacia el patio trasero y vertió el contenido sobre el desagüe mientras el pollo de Naomi caminaba por el pasto sin prestarles mayor atención. Joy iba tras ella.

-¿Por qué?

-No sé hasta qué punto es sano esto de enamorarse de alguien que no está a tu lado, alguien con quien no hablas, que se fue cuando empezaba a entrar en mi vida totalmente. -Joy miró y las palabras no parecían llegar a su boca. -No sé qué estoy hablando, Joy, perdón. -Jenna rio nostálgica, haciendo a un lado su amargura. -Creo que debo regresar un tiempo a casa.

-¿Lo has pensado bien?

Jenna miraba el cielo con una expresión confundida, como si estuviese más preocupada por la cantidad de nubes sobre ellas.

-No sé nada de ella y ella no sabe si puede volver. Tiene prioridades y lo entiendo, es solo que... -volteó y asintió como si lo comprendiera todo. -Yo también quiero tener otras prioridades. Debo empezar a pensar en mí.

Joy asintió comprendiendo sin entender por completo.

-Nos las arreglaremos. -desordenó el cabello castaño de su mejor amiga y entró a la cocina dejándola sola.