Capítulo 17. Electricidad.

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Esa mañana había nevado por primera vez desde que comenzó el invierno.

A Emma le había costado mucho despegarse de la cama, pero finalmente lo consiguió cuando apareció Jenna en su puerta con el cabello húmedo y una toalla intentando secarlo, ofreciéndole desayuno. Terminaron consumiendo leche y cereal en la isla de la cocina, porque con el pago del alquiler, las deudas, la multa, la fianza y la última consulta del hospital, ya no tenían más dinero. Pero la conversación amena sobre temas tontos y el cuidado de su pierna, ahora libre de yeso, las mantuvo entretenidas.

Ahora tendrían que caminar hasta el trabajo.

Jenna quería pensar que era peligroso manejar bicicleta hoy con las pistas congeladas, pero la verdad es que llevaban días caminando juntas. Pese a que hoy Emma ya no estaba usando las muletas y tenían que caminar más lento para proteger su pierna vendada, podría decir que estaba disfrutando la mañana. La latina sonrió cuando se dio cuenta que estaba caminando sola.

Volteó.

—¿Qué tanto ves?

La voz de Jenna no hizo que rompa su concentración.

Era obvio lo que estaba viendo y no era necesario si quiera contestar. La latina se paró a su lado, escondiendo las manos en los bolsillos del saco y arrugando su roja y pecosa nariz. La vitrina y tienda en general, estaba llena de adornos navideños.

Los mismos que veían todas las mañanas.

Los mismos con los que Emma soñaba tener en casa.

Pero hoy había un árbol inmenso y decorado al centro de 'La Tienda Verde', lo que probablemente hizo que la chica de ojos azules se detenga en seco y se quede más tiempo del usual.

—Eso se vería genial delante del ventanal.

—No. —respondió Jenna y siguió caminando.

—Imagínalo. —caminó tras ella. —El árbol inmenso, las luces, chocolate caliente...

—Myers... —la miró de reojo y fijó la vista al frente para seguir hablando. —No vamos a decorar el apartamento. Considera la decoración de Venus como tu sueño cumplido.

—¿Por qué?

—¿No tenemos dinero para comprar más cereal, y tú quieres comprar un árbol?

Emma abrió la boca, pero se detuvo.

—Lo siento.

Jenna sonrió, realmente había notado un cambio en la actitud de su roommate.

—Creo que alguien está creciendo...

—Pero podríamos ir a un mercado de pulgas. —propuso.

—Retiro lo dicho.

Emma decidió guardar silencio. Desde hace días se preguntaba cómo sería pasar esta navidad juntas y si realmente Jenna no regresaría a casa con su familia; ¿Sería muy tonto pensar que no iría a McAllen? Si decide viajar, tendría que pasar fiestas en casa de Hunter, porque definitivamente no soportaría quedarse sola y no tenía dinero para llegar hasta Chicago. Tampoco ganas.

Sentía que su familia la había herido de una u otra forma, dejándola sola. Aunque fue ella quien había decidido irse en primer lugar. Estaba un poco confundida al respecto, pero sabía una cosa con claridad: Quería pasar navidad con Jenna.

Tendría que esperar para saber qué pasaría.

—¿Me enseñas a hacer galletas?

—¿Tienes dinero para comprar ingredientes?

THE APARTAMENT. [JEMMA] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora