Había pasado un mes desde aquella cena con la familia Manoban y los Kim. Los días que le siguieron habían sido de puro alivio, la visita con la nueva doctora de Jennie fue una experiencia maravillosa, tanto para ella como para Leandro. Hicieron muchas preguntas como padres primerizos y escucharon atentamente a cada uno de los consejos que la obstetra les brindaba, salieron de la clínica tan ansiosos y esperaban con ansias que pasaran un par de meses más para poder saber el sexo del bebé.
Leo había hablado con su novia esa misma noche sobre lo feliz que le hacía estar tan conectado con todo lo relacionado con el embarazo y que no le importaba tanto si tenían un niño o una niña, le recibiría con mucho amor . El hecho de querer saber con ansiedad el sexo del bebé solo era parte de la experiencia misma que estaba pasando como padre, el querer saber cualquier novedad.
La noticia oficial a sus amigos había sido una pasada, habían flipado y en el mismo instante ya se encontraban discutiendo quien sería el mejor tío o tía. Dos meses de embarazo y ya le estaban regalando mucha ropa diminuta, prendas de color blanco y otras color amarillo, lo más tierno que le resultaba a Jennie, era ver los pequeños calcetines y los diminutos zapatitos de la lana.
Leandro se había propuesto tomarse los fines de semana para ir arreglando una de las habitaciones para cuando el bebé cumpliera los meses suficientes y ya pueda dormir solo en su cuna. Por el momento había realizado el desalojo y limpieza de la misma, esperarían un poco para elegir de que color pintar las paredes o si optarian por un papel tapiz.
Cómo lo había asegurado desde un principio, Manoban trabajaba sin descanso en la empresa, dedicando horas y horas a nuevos proyectos, entre ellos los avances con la fábrica del señor Kim, que desde la oficina de la empresa podía administrar sin ningún inconveniente y por supuesto contactando con el padre de su peli naranja.
Jennie seguía trabajando en la cafetería, sin embargo Leo no estaba muy de acuerdo con que aún siguiera allí, cuando sabía que debía alejarse del estrés y en ese lugar no tenía casi descanso. Ella igualmente se creía capaz de poder llevar el ritmo como siempre.
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Había pasado otra semana y habían vuelto a otra cita con la obstetra, ya que Leandro insistía en no dejar pasar muchos días entre un control y otro en los primeros meses de embarazo.
— Bueno, por lo que estoy viendo en pantalla, todo está más que perfecto y debo agregar que querida mamá — miro a Jennie — querido papá — miro ahora a Leo — es una gran sorpresa decirles que no es solo un bebé, son gemelos.
— ¿Cómo dice? — preguntaba una asombrada Jennie
— Así es, al parecer en la anterior visita uno de ellos estaba bien escondido detrás de su hermano o hermana, son pequeños aún, por lo que puede suceder que aveces no pueda verse uno de ellos. Debemos esperar un tiempo para saber si son dos niños o dos niñas, muchas felicidades.
— Es increíble... — solo pudo decir Leo igual de asombrado que su mujer.
Por supuesto que salieron de allí con una gran felicidad que contagiaban a cualquiera que se pudiera cruzar por su camino en esos momentos, jamás se lo habrían imaginado, realmente fue una sorpresa para ambos.
— No veo la hora de llamar a Mamá, se caerá de espaldas cuando se entere — decía Jennie explotando de felicidad al momento que acariciaba su vientre.
— Apenas puedo creerlo mi amor, dos bebés idénticos, es algo maravilloso — agrego Leo
Subieron al auto y volvieron a casa, sin embargo a quienes les contaron primero la asombrosa noticia fue al matrimonio de Susan y Robert, quienes quedaron encantados sin duda alguna. La señora Susan ahora de encargaría de tejer otro par de zapatitos para el segundo bebé, a pesar de ser viernes, invitaron a sus familias.
Cuando estos se enteraron, varios tuvieron que tomar asiento para evitar caer al suelo de la sorpresa. Habían destapado una champaña para festejar, por supuesto Jennie no bebió ni una sola gota, se la había pasado mostrando toda la ropa que ya le habían estado regalando sus amistades y ahora estaba segura que seguiría recibiendo el doble en cuanto se enteren que no solo espera un bebé. ¿Podía acaso sentirte más feliz? Tenía a su lado un hombre que realmente le amaba, el le respeto desde el primer día que le conoció. No pudo evitar ruborizarse por un instante al recordar aquel momento, por qué el mismo día ella se había entregado a el con tantas ganas, que siquiera podía entenderlo, pero claro estaba que no se arrepentía en absolutamente nada.
Tic Tac
Tic Tac...🙈✨
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Leandro Manoban
FanfictionLisa, una joven de 23 años intersexual, comienza un cambio en su vida para sentirse libre, a esto se le suma conocer a Jennie, la chica que le robaría el aliento. Advertenciass. +18 Contenido sexual alto GIP