Sorpresa (Final)

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Jennie despertó cerca de las nueve de la mañana, uno de los gemelos había comenzado a llorar, probablemente necesitaba un cambio de pañal o había despertado hambriento. Fue cuando noto la ausencia de Leo en la habitación.

Cuando cambio a los niños y les preparo un poco de banana cortada en pequeños pedazos y puré de manzana, salió afuera a echar un vistazo, el carro no estaba. Se adentro al dormitorio en busca de su celular y cuando iba a tomarlo vio una nota.

"Cariño fui a hacer las compras, volveré pronto. Te amo."

Bueno, se sentía un poco mal ahora, por un momento pensó que Leandro le había abandonado allí con sus hijos, si lo pensaba un poco, ahora se sentiría un poco tonta y luego reiria sola de sus ocurrencias, ¿Que le sucedía hoy?

Aprovecho a desayunar algo liviano mientras vigilaba a Evan y Luca.
Hizo una video llamada con sus amigas.

— ¡Hello narajita sexy!

— ¡Jennie te extraño!

Se podía ver en la pequeña pantalla a Irene, Rose Y Jisoo. Estaban recostadas en un amplio sofá color crema.

— ¡Chicas que gusto me da verlas y oirlas! ¿Recién despiertan?

— En realidad querida, no hemos dormido aún, anoche salimos y apenas hace una hora llegamos — dijo Jisoo.

Sus amigas aún podían disfrutar de esas salidas a discotecas que acaban cuando ya no queda nadie. Si embargo ella no extrañaba esas noches, lo que vivía ahora resultaba ser lo mejor del mundo y por nada lo cambiaría.

— Aquí estamos todos, los muchachos están tirados en el patio durmiendo y a punto de gritarse como huevo sobre asfalto, han quedado muertos de cansancio, pero que más da, Jungkook fue el que más insistió en salir, así que ahí tiene su resultado — Jisoo Reía de su comentario — Y Jimy también que se joda — agrego divertida Irene acompaña de más risas.

— Pero Jennie, ¿cómo estás tu?¿Y los pequeños? ¿Bien? — pregunto Rose muriendo de sueño

Cuando la peli naranja iba a responder, fue interrumpida por el ruido de un auto y los bocinazos supo que era Leo, típico de el.

Le dijo a las chicas:

— Aguarden, iré a ver si necesita ayuda.

Dicho esto dejo en la mesa el celular y salió afuera. Leo venía cargando unas bolsas.

— ¡Hola mi amor! Buenos días — el se acercó y beso a Jennie.

— Buen día cielo, te extrañamos — le dejo un corto pico — déjame ayudarte con las bolsas.

— ¿Los pequeños están bien? Iré a buscar algo que me quedo por bajar.

— Están bien amor, ahora solo juegan — dijo ella entrando a la casa.

Leandro fue al coche, seco sus manos transportadas en sus vaqueros cortos, abrió la puerta y tomo al cachorro.

"Bueno, pon tu mejor cara amigo porque allá vamos"

Le hablo mientras se dirigían a la entrada de la cabaña.

— ¡¡Leandro!! Te dije que lo pensaría — dijo en voz alta la chica asombrada de ver allí a Manoban sosteniendo al animal, ambos con cara de pena.

Pero claro que no pudo evitar caminar hacia ellos y tomar al pequeño Beagle en sus brazos.

— Es tan hermosa Leo, ¿Cómo se llama? ¿Es un macho? — pregunto Jennie al tiempo que buscaba en la cinta roja del cachorro alguna chapa con su nombre

Leandro ManobanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora