Despierto pegando un brinco, brinco que por cierto no pude dar porque tenía alguien encima. Un momento, ¡¿tengo alguien encima?!
Me remuevo incomoda solo para descubrir que me hallaba en una situación alarmante. A mi espalda había alguien abrazándome con fuerza, sin interés ninguno para dejarme escapar ni un poco de espacio personal. Poseía una mano apretando sin ningún pudor uno de mis senos, la otra atrayendo mi cintura hasta la suya, y una pierna por encima de las mías. Su respiración estrellaba con la parte trasera de mi oído, enviando un arrebato por mi cuerpo sin oportunidades de escapatoria.
Siento un mordisco en mi hombro que luego se convirtió en varios mientras recorrían hasta mi cuello y mandíbula. Ese fue la gota que colmó el vaso, la impotencia junto el instinto de supervivencia se estimularon juntos.
Jadeo mientras implanto un potente codazo en las cotillas de quien tenga detrás. Consigo liberarme y me dispongo a sentarme en la cama, mirando aturdida a la persona que me tenía en sus garras.–– Buenos días para ti también, pequeña –– Suelta sin aire Yeonjun mientras se abraza el estómago.
–– Ni mierda –– Gruño de mala gana.
–– ¿Por qué me tratas así? Soy tu Yeonjun.
–– Créeme, sabiéndolo antes, hubiera tirado el golpe a destrozarte una costilla.
El ahora pelinegro enaltece una ceja. Lo ignoro para ubicarme en tiempo y espacio, tengo que saberlo si estoy en peligro. Meditando mi alrededor me descubro en la casa de Lizzy y Kook donde he vivido todos estos años, más específicamente en mi habitación y mi cama.
La geografía esta de mi lado. No hay nadie que sepa valerse mejor aquí que yo. Me sé al dedillo cada cosa, de un solo movimiento en brusco suyo puedo hacer un movimiento y rebatir la situación. Lo que me hace intuir que él también está al tanto de eso.
–– ¿Qué tramas? –– Expecto, ladeándome para verlo nuevamente.
–– No entiendo a qué te refieres –– Se hace el desentendido, recomponiéndose para quedar frente a mí. Mi instinto se mueve unos centímetros en reversa en alerta máxima –– Creo que queda muy evidenciado lo que quiero al traerte aquí.
–– No tendré sexo contigo –– Escupo de mala gana. Nunca oculto mi mala leche ni los instintos homicidas.
–– ¿Quién ha mencionado el sexo? –– Mofa como del mejor chiste se tratase –– Aunque no estaría mal ¿Necesitas un castigo, pequeña? Te estas portando muy mal conmigo.
Salta repentinamente como un cachorro sobre mí, tumbándome sobre el colchón y posicionándose en una posición intima que usa para ponerme nerviosa. Sus ojos me recorren entera mientras se relame los labios. Solo, y solamente en ese momento entiendo que estoy tan desnuda como vine al mundo, justo como él.
–– No tienes idea cuánto te extraño mi pequeña. Cada parte de ti, cada milímetro de tu cuerpo, cada brillo de tus ojos y cada gemido.
–– Cállate. Eres un mal nacido que me ha destruido completamente.
–– No es lo que crees Malía.
–– ¿No lo es? –– Mofo bufando –– Me entregué a ti en cuerpo y alma, de la forma más pura que pueda existir y tú… tú destruiste todo. Fuiste como una tormenta, arrasaste todo a tu paso. No dejaste nada. Ahora no me vengas con cuentos, imbécil. Ya no queda nada de mí que te pertenece, no soy un puto objeto para que puedas volver a romper.
–– ¿Estas completamente segura que no eres mi pequeña? Entonces como me explicas esto…
Delicadamente, y con un tacto tortuoso, sus labios recorren húmedamente cada parte entre mi cuello y hombros, dejando marcas que de una en una me desenterraban suspiros.
–– ¿Ves como si eres mía? Todo tu cuerpo me reclama –– Se detiene en mi oído, mordiendo el lóbulo.
–– Sigue soñando.
–– De hecho, en mi sueños tenemos tres hijos y estamos practicando para el cuarto.
–– Como se nota que soñar no cuesta nada –– Suelto junto una mueca que lo hace reír.
–– Tengo sueños que se hacen realidad.
–– Perdón Choi Yeonjun, no tenía idea de que fueras vidente –– Dramatizo una sorpresa falsa.
–– ¿Te asombra tanto que soñemos lo mismo, señora Choi?
¿Me ha llamado “señora Choi”? ¿Acaso cree que porque sigo sin encontrar la manera de terminar nuestro matrimonio todavía siento algo por él? ¡Se va a enterar!
–– ¡Maaalía!
Ambos pegamos un respingo escuchando a Beomgyu en la parte de abajo. Empujo a Yeonjun al suelo y corro a cerrar con cerradura la puerta de mi habitación antes de que a mi compañero abra sin tocar como tiene acostumbrado.
Siento a mi pareja falsa intentar abrirla, lo que me hace sentir extraña. Fue como si la presencia de Beom rompiera una burbuja en donde estar en la misma habitación con mi marido es peligroso.–– Malie, ¿te encuentras bien? Lo siento, vi tus llamadas esta mañana y nomás hacerlo corrí hacia aquí. Intente llamarte al celular pero no contestabas. Me preocupé así que vine e utilicé la llave de la casa que me diste.
–– ¡¿Le diste una llave de la casa a “ese”?! –– Chilla Yeonjun en voz baja con expresión injuriada.
–– Sí, so-solo no entres, estoy desnuda. Espérame abajo, desde que termine nos vamos juntos al trabajo –– Hablo a Beom mirando a Yeonjun con exasperación –– Escóndete en el closet.
–– Que extraña situación, me siento como el amante cuando soy realmente el marido.
Tras sus palabras susurradas tal que si estuviera haciendo una clase de conjuro o dialogando consigo mismo, se metió tras tomar sus pertenencias del suelo. Por otro lado, me comencé a vestir a la velocidad del rayo, maldiciendo a Yeonjun. Realmente no sabía qué hacer. No podría contar que fui a buscarlo en medio de la madrugada a él y ahora estaba enredado en mis sabanas hasta hace unos minutos. Si no me han llevado al psiquiátrico esto los haría internarme de cabeza.
Yeonjun sigue siendo un prófugo de la justicia, mi deber es meterlo entre rejas. Mi venganza consta de ello. Sin embargo, esta situación podría considerarse muy desventajosa para mi ética laboral.
Tengo una idea. Tal vez sea una tontería pero bueno, no se me ocurre nada mejor hasta ahora. Iré al trabajo y lo dejaré encerrado en mi cuarto. No tiene ninguna manera para huir, cuando regresé digo que estaba amenazándome y no tuve más que defenderme ¿Le puedo pegar un tiro por lo menos, cierto? No sé, golpearlo fuerte en algún momento, ¿no? Sería más creíble para la situación.
–– ¿Te irás? –– Inquirió Yeonjun abriendo un poco la puerta del closet.
–– Ajá. Tú te quedarás aquí quietecito sin moverte. Espera a que yo regrese.
–– No tienes ni que decirlo. Estoy aquí para ayudarte.
Me mandó un guiño pícaro evidenciando sus ideas lujuriosas que me hicieron poner los ojos en blanco. Cerré los ojos suspirando de frustración a la par que lo encerraba en aquellas cuatros paredes de mi habitación. Iba en serio con lo del plan, lo puse bajo llave y todo ¿No se puedo escapar, no?
–– ¿Con quién hablabas? –– Inquirió Beom nomás llegar enfrente a él.
–– Nada. No me había tomado la pastilla para la esquizo aún.
–– Eso es muy tú –– Carcajea a su manera rara, esa misma como que se queda sin aire y a mí me da gracia de oírlo.
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Sorry por el capítulo tan corto. Relame no tenía pensado en hacer este, esto iba a ser el inicio del próximo que trataba sobre el primer caso de Malía. Lo que como yo soy tan "buena persona" no las quería dejar con la intriga de qué era lo que había pasado porque tengo prueba el viernes y tengo que empezar a estudiar desde ahoy, y entonces tienen este mini cap. Espero que lo disfruten. Seguiré intentando sacar tiempo para actualizar más a seguido como ahora.
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GOOD GIRL GONE BAD ➳ Choi Yeonjun/Choi Beomgyu /BOOK#2 [TERMINADA]
FanfictionMalía Agreste ha aprendido a mejorar con los años. Ha logrado sanarse por sí sola pero aún así ya hay mucho de ella que se perdió en el camino. Con amigos nuevos, y un nuevo trabajo tiene en mente consagrar su vida a vengarse de Yeonjun, el hombre q...