𝚇𝚇𝚇𝙸𝚅↬¡𝓝𝓸!

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Otra vez estaba en el mismo lugar que antes. Ese que en su día me transportó dentro del vacío más infinito que me he enfrentado. Ese tan difícil de sobrellevar, capaz de helar los huesos de tu cuerpo e impedirte andar hacia un mañana. Ese que lo cambia todo. Ese que hiere como una katana rompiendo tu piel. Ese que deja un trauma.
A pesar de todo eso, había mucha diferencia con el yo de aquellos tiempos. Era ese momento exacto donde levantas la mirada hacia uno de tus mayores miedos, lo afrontas, y vislumbras tu victoria. Te embriagas en lo placentero que resulta tu nuevo lugar; tu nuevo estado sobre ese que tanto perjuicio te causó, ese que fue tu calvario; ese vencido por ti.

Aún mis labios plasmaban una pequeña sonrisa lastimera admirando aquella casa carcomida por las llamas. Mentiría si dijera que ya no duele, la herida continuará ahí aunque conseguí sellarla. Esa marca será mi cruz para toda la eternidad... pero ya no apaleará en mi contra.

Después de tantos años, tanta dolencia, tanta maldad, venganza, crueldad; estoy aquí para cerrar este asunto interno. Lo puedo afirmar: porque cuando puedas contar tu historia sin derramar lágrimas ni desasosiego, sabrás que ya por dentro te curaste ¡Eso sí es una victoria!

- Lo has hecho muy bien - Dando una pequeña vuelta encarno a la chica que parece saber más de psicología que yo y aguarda a unos metros de mí con una benigna sonrisa - Has ganado, Yeonjun.

Ya lo sabía, y de igual forma; escucharlo venir de mi pequeña envuelta bajo palabras de orgullo, fue todo un deleite. Me concebí especial y fortalecido. Se sentía muy bien.

- Gracias.

Corto la distancia que nos separa para ser recibido por sus brazos y el dulce aroma de su champú. Malía era como mi hada del champú ¿Quién pensaría que con ese tamaño y esa tierna sonrisa lograría ponerme en peligro el día que nos conocimos?

Yo; ese yo que controlaba mi universo como si estuviera en la palma de su mano, el cual distinguía obviamente los sentimientos de las personas, ese que vivía rodeado del pequeño mundo donde todo era fácil con una sonrisa falsa. Y ella apareció, pero por mucho que intenté llevar el control o parecí hacerlo... Malía entró en mi mundo y lo rompió.

Desde un principio ella era algo diferente el cual me sigue sorprendiendo.

Sus pequeños ojos grises atiborrados de inseguridad, esas mejillas sonrosadas de timidez, ese porte y andar unido a esa sonrisa avergonzada parecía que venía de un mundo que creí poder manejar. Y ella terminó derribando mi universo como si no fuera nada, tal que una pirámide de naipes frente a una suave brisa haya sucumbido. No sabía lo que era ella para mi mente retorcida y mi corazón confundido. Se convirtió en algo muy inusual pero nunca odié. Era como algo incómodo pero dulce. Nunca me había sentido así antes.

Mi universo desapareció y se llenó poco a poco de mi pequeña ¿Creó un nuevo universo para mí? No, pensé que lo sabía pero no. Aún mi mundo se llena de ella. Todavía con ese rostro tan inofensivo me pone en peligro.

Con ella descubrí que a veces donde menos buscamos es donde más encontramos, y de quien menos esperamos, es de quien más recibimos

¿Han escuchado que las cosas buenas tardan pero llegan? No sé cómo fui tan tonto de no percatarme que ella era ese regalo de la vida.

- Pequeña.

La llamo a la par que nos separamos del abrazo que llevó de paseo a mi mente todo este tiempo. Más no nos alejamos, agarré su mano entre las mías para dejar un beso sobre sus nudillos.

- Ya te he dicho que te amo, pero lo que no he podido es descubrir cuánto.

Los ojitos grises que tanto adoro se enturbian con aquellas palabras. Sus emociones florecen frente a mí con agua salada resbalando por sus mejillas, y una señal quedó muy clara: algo no iba bien.

GOOD GIRL GONE BAD ➳ Choi Yeonjun/Choi Beomgyu /BOOK#2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora