𝚇𝙻𝙸𝙸↬𝓛𝓸 𝓹𝓮𝓻𝓭𝓲 𝓽𝓸𝓭𝓸

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Venganza. Esa era la emoción líder la cual se enfrentaba mi cuerpo. No me preocupaba más nada, ni siquiera mi propia vida. Sentía como motor impulsor de mi existencia asolar a Sarah, justo como ella se ha dedicado a arrasar con nuestras vidas cual voraz huracán. Ya estaba angustiada completamente de mi figura materna, ya no lo soportaba. No más. No más de ella. No más de su mierda. Estoy harta.
Ella ha destruido todo, aniquiló nuestra felicidad y aún se atreve a causar más pesares. Tal vez ella sea una mala hierba, una que arrancaré de raíz. No merece seguir respirando, no cuando les privó la vida a Eva y a las madres. Solo es una vil víbora de veneno mortal. Un animalejo cualquiera.

Yo me encargaré de su cruz.

Enjuagué mis lágrimas con el dorso de mi abrigo, volviéndome fuerte, temeraria, decidida. Mi batería humana se había colmado en algún momento desconocido de furia, lanzándome fuera del sofá en busca de mi presa sin importar las balas que comenzaron a silbar cerca de mí. Me había consumado de convertir en el punto de tiro de aquellos tres. Poco me importaba. Beom se las arreglaba para defenderme tanto como podía, con eso me bastaba.

— ¡Estás loca! ¡Malía deja de ser tan imprudente y regresa! — Clamó un Beom preocupado al cual no presté atención.

Rodeé, caminé y me arrastré por los suelos mullidos por el fuego hasta llegar al costado de las escaleras. Detrás de esta se encontraba Sarah junto a su grupo de amigos. Cargué mi arma e inhalé profundo. Es ahora o nunca.

— ¿Qué intenta hacer? — Escuché bramar al guardia.

— No importa. Haga lo que haga desde que se asomé vamos a matarla, ¿entendido? Prepárense para disparar — Terció Max.

Pobres necios.

Mi vista viajó hacia el sofá, las dos cabezas me miraban con consternación y expectación. Elevé tres de mis dedos hacia el enemigo enviando el mensaje. Yeonjun, sin comprender, arrugó el ceño; mientras que Gyu, tras conocerme y comprenderme mejor que nadie, negó rotundamente murmurando “¡No, es demasiado arriesgado!” preso del pánico. No me importaba que lo fuese. Creo que quedó muy esclarecida mi posición.

Decidida empuñé mi arma con fuerza mientras comencé a elevar mis dedos en una cuenta hacia atrás. Tres. Dos. Uno. Salí corriendo hacia el enemigo con una ráfaga de disparos de Gyu cubriendo mi espalda, me moví rápido comenzando a disparar consecutivamente, y cuando hube estado frente con frente al enemigo, mirándole a los ojos acerté tres disparos contra ellos.

Los tres cayeron ensangrentados contra el suelo, uno encima de otro, Sarah en la cima y Max al fondo ¿Y por qué no me sentía mejor? ¿Dónde está el letargo de satisfacción luego de acabar con ellos? ¿Acaso faltaba algo por hacer?

Mi anatomía se regía aún por la impotencia y el furor de la cólera. Esa no era yo. Ni siquiera me descubrí a mí misma cuando comencé a vaciar todo el cargar sobre aquel cadáver inerte de mujer. No me saciaba. No me sentía mejor ¡¿Por qué diablos no me siento mejor?!

— Púdrete. Púdrete. Púdrete. Púdrete. Púdrete. Púdrete — Continué disparando — ¡Púdrete!

— ¡Malía basta! — Yeonjun me arrebató el arma de las manos — ¡¿Qué demonios estás haciendo?!

¿Qué estaba haciendo? ¡No tengo idea! No sé qué pasa conmigo pero en mi interior solo arde. Duele mi pecho como un infierno. Me siento desolada y aún impotente. Algo falta. Hay un vacío en mi pecho sin llenar a pesar de mi venganza cometida ¡¿Por qué demonios me siento de esa manera?!

Caí de rodillas, alcé mis palmas viéndolas temblar como un terremoto de quinta categoría y luego las puse contra mi cara, comenzando a llorar ¿Qué hay de malo en mí?

— Shhh — Gyu se agachó detrás de mí comenzando a consolarme con un abrazo — Ya pasó todo. Estoy aquí para ti…

Le agradecí mentalmente pues mis belfos no podían articular palabra alguna ni mi boca emitir un sonido excepto el llanto. Toda mi existencia se movía por un auge de sentimientos que habían llegado a la cupiste, mi estado actual y desconsolado.

— ¿Escuchas esas sirenas? Ya nuestros compañeros de la policía llegaron. Vamos a salir, ¿sí? — Inquirió con ternura, tratándome con mucho afecto.

— Sí — Me volví a colocar de pie con su ayuda.

Realmente no sé qué sería de mí sin Beomgyu.

Como si ese último pensamiento fuese una maligna premonición, del fondo de los cadáveres emergió Max con un arma apuntando en mi dirección.
Y el resto pasó tan rápido…

Fueron dos disparos.

Una salió directamente del arma de Yeonjun hacia el pecho de Max, pero no fue lo suficientemente rápido por su inexperiencia con las armas de fuego.

Max cayó.
Pero dio un fuerte golpe hacia su enemigo antes.

La otra bala acabó en la espalda de Beomgyu.

Y mi mejor amigo se desplomó al suelo consecutivamente.

— ¡Beomgyuuu! — Grité sabiendo que lo había perdido todo.


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Sorry por lo corto que terminó siendo. Este tocaba ser el más cortito de todo el libro. Por favor no me asesinen Σ(゚Д゚ υ)

Tengan un lindo día, noche o mañana. Os quiero ^^

GOOD GIRL GONE BAD ➳ Choi Yeonjun/Choi Beomgyu /BOOK#2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora