Konig y tú seguían con su intimidad en la carretera, donde nadie los veía y nadie pasaba. Eran solo ustedes dos en ese momento. Seguías montada encima de él, bajo los tirantes de tu vestido, dejando tus senos libres. Besaba tu oreja, cuello, pasaba su lengua por tus clavículas, bajó a tus pechos, tomó ambos con sus enormes manos para llevarlos a su boca, pasando su lengua por tus pezones duros, los succionaba, lamía y mordía. Seguías moviéndote encima de él, arriba, abajo, haciendo movimientos circulares con tus caderas. Estabas llegando al orgasmo, hacía tiempo que no sentías uno, gemías, jadeabas, arqueabas tu espalda. Después de ti, él terminó, llenándote de su semen caliente. Sentiste cómo llegó a lo más profundo de ti. Dejaste caer tu cuerpo sobre Konig, estabas exhausta de haber hecho casi todo el trabajo tú sola.
Konig: - jadeos- ahhhh Dios - sonríe- Me sigues volviendo loco igual que la primera vez.
Tn: Lo mismo digo, cariño. Extrañaba la intimidad de nosotros.
Konig: Aunque se supone que aún no deberías hacerlo hasta después de más tiempo, tienes poco tiempo de haber tenido a nuestro bebé.
Tn: Pero ya tenía muchas ganas, no iba a aguantar más tiempo y por lo que veo te pasaba lo mismo.
Konig: En eso tienes razón, ya quería hacerlo. Gracias, mi vida. - suspiro- Esto fue genial, de verdad que rico.
Tn: Creo que ya deberíamos ir a casa.
Konig: ¿Qué te parece si lo hacemos una vez más pero nos vamos para atrás? Hay suficiente espacio como para ponerte en 4. -sonríe-
Tn: Ahh, sabía que no podrías estar sin querer verme el culo así.
Konig: Conoces tan bien el trauma que tengo con eso. -se sonroja-
Tn: En ese caso, vámonos a la parte de atrás.
Tú y él siguieron un rato más en ese lugar
-En la casa de Rubí, donde seguían Rebeca y Demian, su hermano-
Rubi: No entiendo cómo es que entraste aquí.
Rebeca: Pues como tú, por la puerta. - - ríe-
Rubi: Bueno, ¿qué quieres, Rebeca? ¿Qué buscas?
Rebeca: Nada en especial, simplemente que me pagues.
Rubi: ¡Yo no te debo nada!
Rebeca: Me debes esto pendeja! -apunta ala quemadura de su rostro-
Rubi: Te lo merecías por zorra y por resbalosa.
Rebeca: ¡Jamás tuve nada con Konig!
Rubi: ¡Porque no te lo permití! Y porque me di cuenta justo a tiempo de que querías acostarte con mi esposo.
Rebeca: ¿De qué estás hablando? ¿De dónde sacas eso?
Rubi: ¡Tu amiga me lo contó!
Rebeca: -Ríe- Bueno, la verdad es que sí quería, pero no hubo oportunidad, y tú eras un inconveniente en ese momento. Pero ahora...
ESTÁS LEYENDO
🔥Amantes🔥
RomanceEras una universitaria, qué buscaba un trabajo para poder solventar los gastos del último año de universidad ya que tus padres pasaban por una mala racha económica