Capítulo 10

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Dejé las brochas a un lado y sonreí satisfecha con mi trabajo. Le di la vuelta a Hermione en el espejo y la hice verse.

-¿Y? ¿Qué opinas?

-Es... Es fantástico, wau -ella parecía no creer en mi talento-. Se ve hermoso.

-Te ves muy bien -mencioné.

-Gracias... -parecía pensativa por unos segundos antes de reírse con ironía-. No puedo creer que después de las cosas que pasaron entre nosotras, ahora estemos aquí.

-Las vueltas de la vida -me encogí de hombros y me retoque frente al espejo-. Pero yo tampoco lo creería si alguien fuera a decírmelo hace un año.

-Sí... También te ves muy hermosa, __________.

Mi sonrisa se vuelve algo apenada de repente, me cubrí el rostro sonrojada pues jamás me habían halagado así antes. Ni siquiera una amiga...

-No... puede... ser -se ríe Hermione- ¿Te has sonrojado?

-P..Por supuesto que no. Cállate, sabelotodo -me aparté cubriendo mi rostro mientras intentaba no reír nerviosa-. Es que... jamás me habían dicho algo como eso.

-¿A ti? -se ríe sin poder creerselo-. Pero si eres una de las chicas más bellas de todo Hogwarts. Lo digo en serio.

-Pero mi hermana siempre está primera, los únicos halagos que escucho son hacia ella... -suspiré-. Hay algunas personas que solo se me han acercado para acercarse a ella.

-Eso es ridículo. Son idiotas.

-Lo son.

Nos mantuvimos en silencio por un tiempo, pero entonces sentí la mano de Hermione apoyarse en mi hombro.

-Te aseguro que esta en esta noche... tu hermana no será el centro de atención, sino tú -me sonríe con comprensión.

Me aliviaban un poco sus palabras. Pero al ver la hora el alivio duró poco pues teníamos que correr, ya se nos hacía tarde. Fuimos a paso rápido hasta la entrada al gran salón donde nos asomamos a ver que por suerte aún no había empezado.

-Debo ir a dentro, suerte con Krum.

-Gracias, y suerte con Andrew.

Sonreí, bajé las escaleras sintiendo que las personas que estaban allí me estaban mirando. Incluso Harry con su cita. Saludé por educación hasta pasar junto a ellos y entrar al baile, notando la cantidad de personas ya reunidas. Miré a todos lados hasta que me encontré con Andrew, quien se acercó con una gran sonrisa y una reverencia. Me tendió la mano y yo la acepté, pero al desviar la mirada encontré la del rubio cenizo. Me veía, o más bien veía a Andrew con molestia. Astoria, harta de que Draco la ignore, lo jala y se lo lleva para que dejara de mirarme. Andrew nos acerca al resto de personas, que por alguna razón nos daban paso.

-Es bellísima -escuché ciertos comentarios que no sabría decir si eran para mí.

Andrew se acerca a mi oído, golpeando su respiración con mi piel, consiguiendo que me erizara por el cosquilleo que me provocaba.

-Te ves realmente hermosa, no me equivoqué al invitarte.

Le sonreí en respuesta, pero ya el baile estaba por dar inicio. Vimos entrar a los cuatro campeones con sus citas y abrir el baile, luego los profesores se sumaron y finalmente los alumnos. Andrew me invitó a bailar y así lo hicimos. Por un momento me había olvidado de Draco y de mi malestar, no quería decir que me atraía Andrew... solo, me hizo pasarla bien por un momento.

-Hermanita, hola -Daphne aparece de la nada y me abraza-. Te ves hermosa, pero no me avisaste que habías llegado, estaba tan preocupada por ti.

-¿Desde cuándo tú...? -ella me interrumpe al voltearse hacia Andrew.

-Vaya, pero si tu cita es uno de los grandes y apuestos Durmstrang, es un placer, soy Daphne Kingsley, la hermana de ___________.

Miré a Andrew pero todos mis ánimos cayeron de bruces al suelo al ver esa mirada en su rostro, esa mirada que todos tienes al conocer a mi hermana. Ya había perdido, mi hermana habia vuelto a envolver al hombre que se me acerca.

-El placer es todo mío, bella señorita -Andrew sujeta la mano de mi hermana y se inclina para besar sus nudillos-. Soy Andrew Mordaunt.

-Andrew... -Daphne acaricia su nombre con su voz provocando que él se sonrojara- ¿No te importa que baile un poco con él, o sí hermanita?

Andrew parecía tan hechizado por ella. Apreté los labios y me alejé sin más. Escuché a ella agradeciéndome antes de ponerse a bailar con Andrew. Volví la mirada hacia atrás para maldecirla pero entonces, a su lado estaban Draco y Astoria, él estaba sonriéndole... bailando juntos y sonriéndose el uno al otro.
Salí del salón y me senté en las escaleras, junto a todas las chicas que igualmente estaban llorando o deprimidas. Me recosté contra la pared y suspiré mirando al techo, deseando una vez más que mi hermana no lo fuera en verdad.

-¿Ya te has rendido? -me levanté cuando mi hermana volvió a aparecer.

-¿Qué quieres? ¿No puedes dejarme una noche tranquila? Siempre tienes que estropearla de algún modo.

-Es que se te olvida tu lugar -su sonrisa se ensancha mientras se acerca que mí-. Y debo recordártelo.

-Lo haces a cada segundo, ya déjame.

-Pues parece que no te ha quedado claro -ella levanta la copa de ponche sobre mi cabeza y vierte el contenido sobre mí.

Solo cerré los ojos. Ya no tenía fuerzas para siquiera enojarme, pero quería sacar mi varita y lanzarle una maldición. Quería, con todas mis ganas, torturarla usando el maleficio cruciatus hasta que ruegue que la mate de una vez y finalmente... hacerlo. Quiero hacerlo.

-Eso te pasa por comprar un vestido más lindo que el mío. Ahora ya no podrás usarlo, pero si quieres hacerlo no te detendré, ahora sí combina contigo.

Me empujó el hombro haciéndome retroceder un paso. Ella ríe con ganas y regresa adentro del baile, miré a su dirección pero justo en ese momento tuvo que salir la persona que menos quería que me viera en estos momentos. Draco se detiene en seco junto a Astoria él dejó de reír con ella al levantar la mirada y verme.

-Oh wau, __________. ¿Esa es tu nueva moda? Mhm... creo que no será muy popular -se ríe ella.

Aparté la mirada hacia abajo, tragué el llanto que hacía doler mi garganta y limpié el ponche de mis ojos, me di vuelta y me alejé sin más. Estaba agotada. De todo.

PRINCESA DE SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora