"Desnudo... debajo de mi cuerpo"
La misión asignada por el Rey Mago involucraba la investigación de extrañas perturbaciones mágicas en un remoto pueblo cercano al Bosque de Kiten. Informes hablaban de fenómenos inexplicables, como la alteración de la flora y fauna, así como la presencia de criaturas mágicas inusuales. Cuando el Rey Mago terminó de explicar toda la misión, recalcando que las perturbaciones podrían amenazar la estabilidad mágica del reino, los compañeros de Aurora se levantaron de su asiento, incluída ella.
El rey mago los observó con una sonrisa y Aurora se preguntó internamente si dejaría de sonreír así algún día, porque no se podía creer que alguien fuera así de bueno. Aurora era consciente del profundo respeto que todo el Reino del Trébol le tenía al Rey Mago, era algo así como una bandita curativa para las heridas del pueblo. Sin embargo, dentro de ella despertó una chispa de curiosidad por averiguar si algo más escondía el rey mago. Aurora siempre lo admiró, incluso antes de que el capitán Yami la integrara a su orden, y debía reconocer que se imaginó a un vejestorio a punto de estirar la pata... porque la verdad era que al Rey Mago no se le veía en público a menos que fuera para una celebración importante del reino y que involucrara a los magos de los que estaba a cargo.
No pudo haberse equivocado más. El Rey Mago estaba lejos de ser un anciano a punto de morir e incluso parecía que tenía la misma edad que el capitán Yami. Y eso que Aurora y el capitán se llevaban solo por dos años, siendo Yami el mayor.
Una vez salieron de la oficina, Asta y Magna se mostraron entusiasmados por la aventura, mientras que Yami sólo miraba con seriedad, o más bien, con una actitud desinteresada. Cuando estuvieron fuera del castillo, el capitán Yami presionó con una mano, sin hacer daño, la cabeza de Aurora.
—Mocosa, ¿qué fue todo ese comportamiento de ahí dentro? —le exigió saber el capitán, mientras que al mismo tiempo movía entre sus labios el característico cigarrillo que siempre fumaba.
—¡Te he dicho que no me tomes así! —El capitán Yami trataba a Aurora como si fuera una niña. Se comportaba como si fuera el santo padre de los Toros Negros.
—Capitán Yami, no trate así a la señorita Aurora —le reclamó Asta, elevando su pecho para ser tomado en cuenta.
Con la otra mano, Yami hizo lo mismo con Asta. El capitán Yami sólo hacía eso con Asta y Aurora, si Aurora no lo conociera bien, diría que tenía algo en contra de ellos dos.
—¡Ayayayai! —se quejó Asta.
A un lado, Magna parecía divertirse de la situación.
—El capitán tiene razón Aurora, eres nuestra superior y deberías dar el ejemplo.
—Cállate Magna, si no quieres que te envíe volando lejos —refunfuñó Aurora.
Magna levantó sus manos como símbolo de paz e hizo una señal de que mantendría sus labios sellados con un candado imaginario.
—¿Y bien? —Yami esperaba una respuesta.
Aurora no podía decirles que el Rey Mago era el hombre rubio que la vió en el lago. Por lo tanto, se cruzó de brazos e ignoró la pregunta. Era lo mejor que podía hacer.
—No lo volveré a hacer. Es sólo que lo admiro tanto, que me puse bastante nerviosa por el simple hecho de tenerlo al frente.
Asta asintió varias veces, de acuerdo con la afirmación que acababa de dar Aurora.
El capitán Yami los soltó y rió divertido.
—Eso pensé.
Asta y Aurora se sobaron la cabeza al mismo tiempo. La emoción por la misión sustituyó el hecho ocurrido anteriormente. Todos juntos fueron a reencontrarse con Finral, para que éste pudiese llevarlos de vuelta a la base. Cuando se iban acercando, divisaron de lejos la cabellera castaña clara de su compañero, quien, para sorpresa de ellos, estaba coqueteando con dos hermanas gemelas.
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Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]
RomanceAurora Bellwood forma parte de la orden de caballeros mágicos de los Toros Negros. Después de varios años lejos del Reino del Trébol, regresa para cumplir con su deber en la orden de caballería. Sin embargo, un encuentro con el que para ella resulta...