Capítulo 7

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"Corazón destrozado"

Marx apareció en la entrada tan rápido como sus pasos se lo permitieron. Una mirada de sincera preocupación recorrió todo su rostro. Aurora retrocedió unos pasos más atrás mientras Marx hablaba con Owen.

—Esas cuchillas estaban envenenadas... es por eso que se debilitó tan rápido. —Owen le dirigió la mirada—. Al usar su magia de transformación, por alguna razón su magia del tiempo se ve debilitada, entonces, si no vuelve a su forma original, no puede sanar eficazmente con la ayuda de su magia —le explicó, sin embargo, Aurora repasaba desde el momento en que se conocieron en el bar, hasta que comenzaron a acercarse más en el festival.

¿Eso no debió haber sido un engaño, cierto?, pensó.

El Rey Mago era conocido por ser una buena persona, alguien que ayuda a los demás... pero ¿por qué entonces fingió ser Aion? ¿Aion no era real? ¿Y si se imaginó todo? Pero los niños... parecían conocerlo desde hace mucho más tiempo que ella. Estaba confundida y cansada de intentar encontrar una explicación que hiciera que le doliera menos el corazón...

—¿Aurora?

Aurora salió de su trance. Marx la estaba analizando. Curioso del por qué ella había estado con el Rey Mago cuando lo atacaron con esas cuchillas.

No se lo diría, no podía, era su secreto y... ¿por qué no podía ser todo mucho más simple?

—¿Sí señor Marx?

—Te decía que ya puedes retirarte. Gracias por ayudar al Rey Mago, pido tu total discreción en esto.

El Rey Mago yacía en la cama completamente inmóvil. Aurora podía ver más de cerca la forma en la que se fruncían sus cejas, como si luchara contra algo entre sueños. Sus mejillas seguían pálidas y su respiración estaba más calmada. Si se ponía a comparar, Aion y el Rey Mago podrían pasar perfectamente como hermanos. El idiota, el pervertido de esa vez... al que no quería ver nunca más debido a la vergüenza de haberlo encontrado semidesnudo... ese idiota era al que Aurora había besado, de quien había ido de la mano en todo el festival. Con quien había reído, con quien había compartido momentos que para ella resultaron ser mágicos. Quería llorar, no conseguía explicárselo y eso la volvía loca.

—No —respondió con determinación en sus ojos—. No me iré.

—Aurora, entiendo que como caballero mágico te preocupes por el Rey Mago, pero no es necesario que estés aquí.

—El idio... el Rey Mago me debe una explicación. No me iré.

Aurora sabía que podría volver otro día, pero requería de respuestas. Quería estar allí cuando él abriera los ojos y la mirara. Y en el fondo, se preocupaba por él, pese ahora sentir que ella y el Rey Mago nunca habían hecho las cosas que hicieron en el Festival.

Owen pareció notar la tensión que había entre Marx y Aurora.

—Despertará en unos minutos más —dijo, analizando con su magia de agua curativa el sistema del Rey Mago.

Aurora asintió y se alejó hasta otra camilla. Se dejó caer sentada y esperó impacientemente a que pasaran esos minutos. Se concentró en mirar por una ventana que estaba en el fondo de la habitación aquellos colores del festival.

—Tendré que retirarme, todos esperan que mi señor Julius premie a los ganadores del festival, le pediré ese favor a William.

Owen estuvo de acuerdo.

Antes de retirarse, Marx le dedicó una mirada rápida a Aurora, demostrando que aún dudaba en si dejarla sola con el Rey Mago. Aurora lo ignoró. Owen suspiró y su magia curativa de agua desapareció.

Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora