Capítulo 22

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"Estruendos"

Después de tres semanas, el Reino del Trébol se mantenía en una tranquilidad absoluta, sin amenazas peligrosas rodeando la Ciudad Real o amenazando las regiones próximas. Las misiones encomendadas a los caballeros mágicos consistían en defender pueblos de criaturas mágicas salvajes, ayudar en situaciones que lo requerían para mantener la paz del reino o simplemente seguir investigando las extrañas perturbaciones de unas semanas atrás, como a lo que se había enfrentado Aurora, Gauche, Grey y Gordon.

Sin embargo, esas sombras siniestras habían dejado de aparecer, las perturbaciones se convirtieron en un recuerdo a punto de ser olvidado por los habitantes del reino, y por lo que sabían, los otros reinos no habían experimentado nada similar. Y eso... los tenía confundidos. En especial a Julius, quien en los últimos días ha estado bastante nervioso e intranquilo.

Ahora que todos los escuadrones tenían conocimiento de su relación, Aurora no se había despegado de él, lo ayudaba en todo lo que podía y masajeaba sus hombros cuando lo notaba más estresado. Era poco el tiempo que pasaba en la base de los Toros Negros, generalmente dormía con Julius en el castillo y si requerían de su ayuda para alguna misión, volvía con sus compañeros y capitán para trabajar.

A veces, estaba presente en aquellas reuniones de capitanes, porque Julius no la dejaba ir y le pedía que se quedara a su lado, al fin de cuentas, era un caballero mágico y por otro lado, no habían secretos entre los dos. Y eso enternecía a Aurora, ya que con cada día que pasaba se enamoraba aún más de Julius y sabía que él también de ella, por la forma en que la observaba cuando ella se concentraba en ayudarle con ese papeleo tan tedioso que Marx le traía a Julius.

Marx. Se podría decir que se toleraban, pero claramente lo hacía por Julius, porque Aurora sabía que si su compañero no estaba presente, Marx no disimulaba su expresión de hastío en el rostro. Y no es como si Aurora quisiera caerle bien, pues le daba lo mismo.

En estos momentos, Julius había convocado a una reunión de emergencia a todos los capitanes. Se habían bañado recientemente, después de haberse distraído juntos sobre el escritorio de Julius.

—Te esperaré aquí —le prometió ella.

—¿Segura que no quieres venir? Ya todos se acostumbraron a verte a mi lado —le tomó la mano suavemente y trazó círculos sobre su palma.

Y lo habían hecho, aunque eso la seguía poniendo un tanto incómoda. Se notaba por la forma en que todos los capitanes la miraban... era como si fuera una especie de reina para ellos por ser la compañera de Julius, y no estaba acostumbrada a tal respeto. Por eso, esta vez había decidido esperarlo en su oficina.

—Adelantaré este papeleo —le explicó—. Y quien sabe, podríamos irnos de aventura por la ciudad. Es muy bonito de noche, ¿te parece?

—Sí —la besó—. No tardaré en volver.

—Te espero.

Julius salió y ella se quedó acompañada del silencio de la habitación. Aurora le había propuesto salir para que pudiera desestresarse un poco. Hace dos noches Julius se había despertado temeroso y sudando producto de unas pesadillas que lo atormentaban. Ella lo acunaba entre sus brazos y le acariciaba la espalda para que pudiese volver a conciliar el sueño. A raíz de eso, sentía a Julius más sobreprotector que nunca y sabía que se debía al Reino del Trébol.

Aurora no quería decírselo, pero ella también sentía que algo se percibía distinto y cada vez que Julius se iba por varias horas, ella aprovechaba de patrullar la zona alrededor de la ciudad junto a sus amigos. Más vale no bajar nunca la guardia.

Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora