"Invitación al Baile de Máscaras"
Aurora se había quedado dormida nada más llegar de la Ciudad Real. Los débiles rayos del sol que se estaban ocultando traspasaban las ventanas de su habitación. Se restregó los ojos y notó que se habían hinchado un poco. Se levantó con calma. El vestido que llevaba se le había subido por las piernas, por lo que se lo arregló torpemente para poder ir a comer algo. Un papel doblado sobre su mesita de noche capturó su atención. Se acercó con dedos ágiles y tomó la carta entre sus manos. Con mucho cuidado, la desdobló y quiso llorar apenas vio la firma que había en ella.
El Baile de Máscaras. No tenía idea que existía un baile así. Probablemente Julius le había dejado la invitación cuando vino a buscarla como él le había dicho.
Lo había arruinado todo, ¿no es así? Sin embargo, Julius se preocupaba por ella y había llegado a la conclusión de que posiblemente también la amaba, sólo que tenía miedo por su seguridad. Pero Aurora podría cuidarse perfectamente ella misma, él no tenía que temer por eso. Lo haría entrar en razón, conquistaría el corazón de Julius y su primera oportunidad era ese baile.
Recordó las palabras de su madre y su abuela como si estuvieran tratando de darle un consejo.
—¿No hay nadie que te interese, mi niña? —le había preguntado su abuela Isabel.
Ella bufó por la misma pregunta de siempre.
—Ya abuela, te he dicho que nunca me enamoraré de un hombre —alzó la barbilla—. He visto que son unos mentirosos, la única excepción es mi padre.
—Cariño, el amor es un sentimiento muy sincero. Estoy segura de que algún día encontrarás a esa persona especial —le tocó su pecho.
—¡Tonterías! He visto como Flora, la hija del panadero, maldice a todos los chicos que le han mentido y que nunca se han enamorado de ella.
Su madre rio. Su abuela le golpeó la cabeza con un cucharon.
—¡Eres tan terca como tu padre! —Su abuela la agarró de sus mofletes—. Prométeme que cuando encuentres a ese alguien que te haga retumbar cada centímetro de tu corazón, lucharas por mantenerlo a tu lado.
—Ay abuela, lo que dices es un poco empalagosamente romántico, ¿no lo crees?
—¡Prométemelo niña terca!
—Ya, ya, te lo prometo —balbuceó ella.
Su abuela la soltó y siguió cocinando el estofado.
—Por toda la magia del reino, estos niños de ahora son tan testarudos.
Aurora sonrió por la actitud divertida de su abuela. Se lo había prometido únicamente para que la dejara tranquila, porque ella no caería en las redes de un hombre mentiroso.
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Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]
RomanceAurora Bellwood forma parte de la orden de caballeros mágicos de los Toros Negros. Después de varios años lejos del Reino del Trébol, regresa para cumplir con su deber en la orden de caballería. Sin embargo, un encuentro con el que para ella resulta...