Capítulo 9

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"Un lugar sólo para ellos"

Aurora se despertó temprano y salió a escondidas sin que nadie la viera. Sabía que estaría en problemas más tarde, ya que no le había reportado los resultados de la misión del día de ayer al capitán Yami. Tampoco habló con su amiga Vanessa sobre lo que le estaba pasando con respecto a Julius, pese a que quería hacerlo, quería contarle todo. ¿La juzgaría? ¿Le aconsejaría dejarlo para así evitar tener el corazón roto en un futuro?

Mientras tanto, tuvo cuidado de no meter ruido y se ayudó con su magia de gravedad, envolviendo su cuerpo en un viento silencioso. El deseo de ver a Julius era grande. Aún no creía todo lo que habían hecho ayer, ella estaba acostándose con él Rey Mago, a quien todos en la base de los Toros Negros admiraban y respetaban mucho, todos en el reino lo respetaban mucho, pero ella... se estaba acostando con él a escondidas.

Imaginarse al capitán Yami enterándose de la verdad la hacía temer por su vida. Aunque claro, si Julius quería mantener su relación a escondidas, eso nunca ocurriría. También le dio muchas vueltas a sí estaba haciendo lo correcto, sin embargo, ya estaba bastante mayor como para saber lo que quería, y ella quería estar con Julius, aunque fuera de esa manera. Sí, él se había hecho pasar por Aion y la había engañado, pero maldita sea, la había conquistado y ya no hay nada que pueda detener esta atracción que estaba sintiendo.

Para su sorpresa, anoche durmió como un tronco y eso la animaba, descansó lo suficiente como para que el día le sonriera. Antes de entrar a la torre del castillo del Rey Mago, Aurora tomó una respiración profunda y se obligó a estar seria, como si lo que tuviese que decirle al guardia fuera de suma importancia.

—Hola, el capitán Yami me envió para entregarle esta carta al Rey Mago.

El mismo guardia de ayer pareció evaluarla detenidamente.

—Podrías dejarla aquí, después se la haré llegar. Eso hacen casi todos los caballeros mágicos para que el proceso sea mucho más rápido.

Aurora se enderezó.

—No puedo hacer eso. —Negó con la cabeza—. ¿Sabe usted lo que podría hacerme el capitán Yami si desobedezco alguna de sus órdenes? ¿Conoce la reputación de los Toros Negros? ¡Por perder mi manto tuve que dormir con las bestias de la bodega! —Fingió temer por su propia vida.

Estaba llevando su actuación un poquito fuera de línea, pero quedaron en juntarse en su oficina. No quería que Julius creyera que se había arrepentido de seguir viéndolo.

El hombre pareció asentir y darle la razón sobre lo desquiciada que era su orden y sobre lo peligroso que podía llegar a ser el capitán Yami.

—Está bien, puedes pasar —accedió a regañadientes.

—Gracias, hoy has evitado que el capitán me castigue de nuevo —Aurora le volvió a agradecer por su buen acto de voluntad.

Se dirigió tranquilamente a la oficina de Julius, para no levantar sospechas. Rio entre dientes por la gran actuación que hizo. Esta vez usaba una camiseta de tirantes de color negra y una falda que le llegaba un poquito menos por encima de las rodillas del mismo color. Un cinturón de cuero negro con unas perlas brillantes decoraba su cadera. Además, llevaba sus botas negras de siempre. Creyó que lo mejor era vestir como lo haría normalmente, porque, además, no sabía a qué lugar la llevaría Julius.

Cuando se fue acercando hasta su oficina, escuchó unas voces dentro. Mantuvo su puño en el aire antes de tocar. ¿Y si esperaba que esa persona se fuera? No tendría cómo demostrar que el capitán Yami la envió de verdad.

—Debe firmar todos estos documentos mi señor Julius. Debe revisar estos otros que son de urgencia. Después debe seguir con este montón de acá que contienen peticiones de las aldeas más lejanas. Además, también debe revisar estos otros que mandan los capitanes de órdenes. ¡Ah! Y el rey solicita que lea esto. —El asistente de Julius, Marx, no dejaba de ordenarle que hiciera el papeleo. Aurora quiso reír.

Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora