"Tiempo restante: tres semanas"
El corazón de Aurora latía con fuerza mientras sentía las manos frías de Lucius presionando su cuello con fuerza. Un grito ahogado escapó de sus labios, mientras el miedo corría por su cuerpo como una corriente eléctrica. De un segundo a otro, sus pies estaban a varios centímetros sobre el suelo. ¿Qué iba a hacer él con ella?
Intentó hablar o gritar, pero las palabras no salían de su boca. Lentamente sentía cómo se iba poniendo del mismo color que de una mora madura. Fue lo que vio en el fondo de los ojos de Lucius lo que la hizo temblar del susto. Aquellos ojos... aquellos ojos cegados de oscuridad la miraban con malicia, con deleite y amenaza. Lucius comenzó a reírse como si sólo fuera un juego de niños para él. Esa risa oscura y siniestra envió escalofríos por la espalda de Aurora. Lentamente, retiró sus manos del cuello de Aurora, dejándola libre, pero temblando de miedo.
Aurora cayó al suelo con un golpe sordo. Sus manos temblaban mientras trataba de recuperar el aliento. El rostro de Lucius se inclinó hacia ella con una sonrisa torcida reflejando la oscuridad que había en su interior.
—¿Asustada? —preguntó Lucius. De ser posible, su voz era lo único que resonaba en el silencio del salón.
Aurora tragó saliva, intentando controlar su respiración agitada. Sabía que debía mantener la compostura, que no podía mostrar ningún signo de debilidad frente a él. ¿Quién dijo que sería fácil acercarse a él? Pero desde luego, no se esperaba que intentara matarla en tan corto tiempo.
—No... no me asusta, señor —respondió con voz firme, aunque temblorosa—. Perdóneme por lo que hice —se inclinó en una reverencia.
Lucius se dio la vuelta, dándole la espalda.
Aurora aprovechó ese momento para ponerse de pie, con su cuerpo aún tembloroso por la experiencia. La sensación de sus manos frías alrededor de su cuello aún la atormentaba.
—Lo que más odio, son los errores. No estaré dispuesto a perdonar otro error como ese.
Se permitió respirar de alivio por unos segundos. No pensaba deshacerse de ella por el momento.
Aurora se mantuvo en silencio, observando la espalda de Lucius mientras él se alejaba. Mientras Lucius caminaba por el salón, Aurora aprovechó para recomponerse. Sentía las manos temblorosas y el corazón aún latía con fuerza en su pecho. La imagen de Lucius con aquella sonrisa siniestra se había grabado en su mente, y no podía sacarla de allí.
Después de unos momentos, Aurora se obligó a sí misma a calmarse. Sabía que no podía mostrar miedo ni dudas. Tenía una misión que cumplir, y no podía permitir que el miedo la paralizara.
Con paso firme, se acercó al carrito que había dejado atrás y comenzó a recoger los platos y copas que había servido. Sus manos temblaban ligeramente, pero logró mantener la compostura. Necesitaba encontrar una salida de esta situación, una forma de seguir adelante con su misión.
ESTÁS LEYENDO
Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]
RomanceAurora Bellwood forma parte de la orden de caballeros mágicos de los Toros Negros. Después de varios años lejos del Reino del Trébol, regresa para cumplir con su deber en la orden de caballería. Sin embargo, un encuentro con el que para ella resulta...