Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]

Capítulo 6

"Último día del festival: Sorpresas inesperadas"

Era la última noche del Festival de las Estrellas y hoy se darían a conocer los ganadores de las personas más votadas por el Reino del Trébol. Luego de despedirse de sus compañeros y de Vanessa, quien esta noche sí había asistido, Aurora se dirigió feliz a reunirse con Aion. De alguna forma, tener ese secreto con él y verse durante estas noches le hacía creer que estaba viviendo una fantasía romántica.

Vanessa le insistió varias veces que le revelara el por qué de su sonrisa -que mantuvo toda la mañana-, y sospechaba de que se trataba de algún chico, pero Aurora no quiso revelarle aún ese pequeño secreto por miedo a romper ese hechizo mágico en el que sentía que se encontraba.

Cuando Aurora divisó a Aion, que vestía un conjunto de pantalón y chaqueta de cuero color café, corrió para abrazarlo. Aion le sonrió y la sostuvo un rato contra sus brazos para posteriormente girarla por los aires.

—¡Aion! —le golpeó el brazo suavemente.

No quería pensar que tal vez después de esta noche algo cambiaría entre ellos dos. ¿Dejarían de verse? ¿Tendría tiempo para venir siempre? ¿Él querría estar con una caballero mágico que arriesgaba su vida en cada misión? Eran preguntas que se hizo toda la mañana y que le provocaban una sensación de tristeza y temor por lo que pudiese ocurrir. No quería preguntárselo a Aion para no arruinar el momento.

—Te ves preciosa —le dijo él, deslizando uno de sus cabellos negros por detrás de su oreja. Al sentir ese contacto tan delicado e íntimo, el corazón de Aurora saltó de alegría. Emocionado.

—También tú —dijo un poco tímida. Aion se veía guapísimo, podría ser el hombre más guapo de todo el festival y no dejaría que alguien le dijera lo contrario.

Observó sus ojos grises y quiso sumergirse en ellos, y después su mirada se fue hasta sus hoyuelos tan atractivos, cerca de sus comisuras.

—Me estás mirando como si fuera un bocadillo al que estás a punto de comer.

Aurora abrió los ojos sorprendida de lo que Aion acababa de decirle. Bueno, sí, lo estaba observando de esa manera. De hecho, deseaba comerse ese bocadillo tan apetecible a la vista. Sin embargo, no estaba acostumbrada a coquetear con nadie, por esto dijo:

—¡Qué cosas dices!

Se cubrió sus mejillas ardientes. Aion se rió y depositó un suave beso en su frente. Luego se dirigieron a comprar algo para comer. Ambos tenían ahora una manzana caramelizada que olía exquisitamente bien. Murmuraron de satisfacción cuando la mordieron al mismo tiempo.

—Esta manzana está muy rica, y eso que no soy fan de las manzanas —le dijo ella, dándole otro mordisco.

Aion hizo un ruidito de satisfacción estando de acuerdo con ella. Aurora observó que Aion comía la manzana como si nunca probara esas cosas. Se quedó embobada viéndolo comer y sin pensarlo, sin detenerse a evaluar sus acciones, lo besó cuando aún tenía un trozo de manzana en la boca. Podía sentir el sabor dulce y pegajoso del caramelo. Aurora introdujo su lengua en la boca de Aion y él la recibió gustoso. Lanzó un pequeño gruñido de satisfacción y le mordió el labio inferior. Y eso se había sentido tan sexy de su parte... de pronto sintió que un calor le subía por el cuello. Ella se separó apenas unos milímetros mirándolo encantada. Esta vez Aion terminó la escena con un beso corto, pero igualmente cargado de pasión.

—Creo que ahora las manzanas caramelizadas se transformaron en mi dulce favorito —dijo él, lamiéndose los labios.

Aurora entreabrió los suyos y pegó otro mordisco a su manzana.