"Sobreprotector"
La preocupación y la necesidad de llegar a tiempo hasta el eje central del reino era primordial para mantener a salvo a Gauche. La amarra que le había hecho de improvisación Aurora, se había aflojado en el momento en que Gauche se unió a la batalla.
Junto a Grey y Gordon iban lo más velozmente que la magia les permitía, olvidando por un momento sus dolores físicos y sus propias heridas.
Aurora imaginó que la misión consistía en averiguar alguna extraña perturbación mágica que estaba ocurriendo en la playa de Qareen, pero no creyó posible que se enfrentaran a un peligro más grande que eso, que llegara a amenazar sus vidas. Si Jeremy no hubiese desaparecido ¿habrían tenido la posibilidad de vencer?
Faltaban horas para que se hiciera de día y el cielo nocturno los ayudaba para no levantar sospechas y pasar desapercibidos entre algunos pueblos, aunque evitaban pasar tan cerca de ellos. Aurora sentía tensos todos sus músculos y no se permitía perder la absoluta concentración que tenía puesta sobre su magia. La estaba agotando, pero resistiría por el bien de Gauche. El chico de cabellera castaña respiraba pausadamente. Se había desmayado y de vez en cuando Aurora lo movía un poco para intentar despertarlo. Al menos respiraba, no había muerto por la pérdida de sangre.
Apretó sus labios conteniendo un sollozo, no había sido capaz de protegerlos a todos. ¿Y si el líder no hubiese matado a esos hombres? ¿Seguirían con vida?
No dejaba de hacerse esas preguntas y se maldecía por su debilitada mente. Pronto llegarían a la base de los Toros Negros y rezaba para que todos sus compañeros de escuadrón, incluido el capitán Yami, se encontraran.
—Ya casi llegamos, Gauche —susurró en medio de la noche. La suave brisa movió sus mechones más débiles.
De haberse ido de la Ciudad Real hasta la playa de Qareen sin descanso, no habrían podido luchar tanto rato como lo hicieron, por eso necesitaron descansar en una posada. Pero ahora, ya no se dirigían hacia una batalla y eran necesarias estas horas de vuelo sin descanso para poder llegar a salvo.
Desvió su mirada hacia sus otros amigos para comprobar que todo se mantuviera en orden. Grey tenía su mirada perdida en los extensos árboles que se encontraban por debajo, y Gordon tenía sus labios juntos en una fina línea sin realizar ninguna otra expresión. Su sombrero lo había perdido, por lo que el cabello lo tenía desordenado y con algunas piedrecillas de la arena de playa.
Y ella, ni siquiera quería verse a un espejo. Bastaba con cerrar los ojos y sentir cada suciedad, cada sangre seca, cada golpe y moretón de su cuerpo para saber el aspecto que tenía. Casi soltó un gritito de alivio cuando de lejos comenzó a ver la casa de los Toros Negros. La luz estaba encendida. Miró a Gauche y justo en ese momento se quejaba entre sueños.
A medida que se iban acercando, podían escuchar los murmullos de algunos de sus compañeros. Quiso gritar por ayuda, pero la voz no le salía, se había paralizado de repente, cayendo sobre sus hombros todo el peso anterior del combate con las sombras.
Como si pudiesen sentirlos, la puerta de la casa se abrió abruptamente y el capitán Yami junto a los demás salieron con una mirada de preocupación. Aurora sollozó y cuando estuvo llegando al suelo, se dejó caer de rodillas con Gauche sobre sus brazos. Supuso que todos se imaginaron lo peor.
—Gauche está dormido, tiene una herida en la pierna que no dejaba de sangrar —murmuró.
Entonces el capitán Yami se acercó hacia ella y la abrazó, como brindándole la seguridad que ella necesitaba.
—¿Qué pasó en esa misión?
Aurora escondió su rostro entre el pecho de su capitán.
—Te fallé capitán, no protegí lo suficiente a Gauche, ni a Grey ni Gordon.
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Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]
RomanceAurora Bellwood forma parte de la orden de caballeros mágicos de los Toros Negros. Después de varios años lejos del Reino del Trébol, regresa para cumplir con su deber en la orden de caballería. Sin embargo, un encuentro con el que para ella resulta...