Capítulo 24

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Dos meses más tarde













Aurora tomó tres flores de diferente tipo y tamaño entre sus manos, con mucho cuidado de no apretarlas demasiado para evitar que se rompieran. Siguió caminando por la extensa vegetación del bosque, recogiendo flores blancas, rojas, amarillas y violetas. Se llevó una margarita a la nariz para olerla, lo que le provocó un pequeño estornudo. Alisó la falda de su vestido color verde pastel y retomó la marcha hacia el lugar que visitaba cada fin de semana.

El sol se escondería pronto y sabía que no tenía mucho tiempo para ir vagando desprotegida por cualquier rincón del reino. Estaba tentando demasiado su suerte al andar sola y a tan sólo media hora del toque de queda. Suspiró. De ninguna manera rompería el que se había vuelto su hábito de cada fin de semana, que le recordaba el por qué debía seguir luchando, aunque en el último mes haya dejado de hacerlo.

Estaba a tan sólo cinco minutos de su lugar de destino. Podría volar, pero eso la pondría en riesgo, y sin previo aviso, podrían atacarla. Prefería la seguridad que le confería ir por tierra, porque se podía esconder rápido en caso de sentir alguna amenaza. Decir que el ambiente en el reino estaba tenso, era quedarse corta. Desde el ataque de Erevan Nocturno todo había cambiado, y le encantaría decir que para bien... deseaba con todas sus fuerzas volver el tiempo atrás y haber hecho muchas cosas diferentes. Sin embargo, todo había cambiado para mal, y ya no podría recuperar aquellos recuerdos anteriores que tanto añoraba, con los que lloraba en las noches cada vez que olía ese aroma amaderado de su compañero, y que ya casi no sentía.

Y le dolía el pecho cada vez que pensaba en él.

Todo el reino estaba siendo controlado por Lucius Zogratis. Así es como se hacía llamar el hombre tan parecido a Julius. Las personas del reino tacharon a Julius de traidor, sin siquiera darse unos minutos para pensar en el qué había pasado. Al principio sintió un profundo odio por todos aquellos que le dieron la espalda a Julius, ya no se veía capaz de ser un caballero mágico para protegerlos y sabía que se estaba dejando llevar por sus emociones y por el miedo que sentía al imaginarse no volver a ver a Julius.

Pero para todos, Lucius era Julius, el Rey Mago. No les importaba ver su cabello de otro color o sus ojos marrones con tonos rojizos, porque seguía usando la misma vestimenta que Julius, o al menos eso era al comienzo, en donde el poder de las sombras se apoderó del Reino del Trébol. Nadie entraba ni salía de las fronteras del reino, porque las sombras veían y oían todo. Lucius había impuesto un toque de queda apenas se ocultara el sol. Todos tenían prohibido deambular a esas horas, y si lo hacían, debían ser extremadamente precavidos, o las garras de las sombras los cortarían en tres pedazos.

Después de la batalla, habían caído muchos caballeros mágicos, y los habitantes del reino se habían rendido ante el inmenso poder que emanaba de Lucius. No eran sólo las sombras que le respondían, solamente bastaba un toque de Lucius para manipular el alma de una persona, transformándola y haciéndola seguir sus ideales egoístas. Algunos capitanes eran aliados de él producto de esta manipulación, y tenía muchos guardias del antiguo rey en sus manos. Con la muerte del Rey Kira, los caballeros mágicos haciendo lo que Lucius pedía y con Julius desaparecido, a los ciudadanos no les quedó de otra que agachar la cabeza y asentir a todo lo que se les solicitara.

Y recordó las palabras de Erevan, cuando le dijo que el caos recién estaba comenzando, y que él venía. Ahora lo entendía todo.

Lucius, o lo que controlaba el cuerpo de su pareja, era el anfitrión del demonio Astaroth. Y Aurora lo sabía bien, porque las primeras semanas después de la batalla se colaba cada tarde y se escondía para vigilar al que creyó que era Julius. Nunca la descubrieron, porque si lo hubiesen hecho, habría muerto hace mucho. Ella mantenía la esperanza de que en realidad, Julius no estaba muerto. Su corazón y todo su ser le gritaba eso, y es por eso que no se rindió y se arriesgó al espiar a Lucius para lograr ver alguna señal o algún comportamiento que le dijera que su Julius seguía ahí dentro, donde sea que se encontrara... pero que seguía
vivo.

Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora