Cronogravedad | Julius Novachrono [Black Clover]

Capítulo 34 (+18)

"Te amo. Te amo. Te amo"

Aurora comenzó a abrir los ojos, pesados y un tanto hinchados.

Se movió un poco producto de la tensión que sentía en todo su cuerpo. Los recuerdos de la muerte de Julius la abrumaron y soltó un sollozo contenido, sin preocuparle que se le hincharan más aún sus ojos. Pero entonces, una mano la tomó de la mejilla. Una mano que cubría casi todo su rostro y que estaba tibia al tacto.

Dejó escapar un ruidito de sorpresa. Haciéndose a un lado y mirando temerosa el rostro de su compañero, su cabello rubio, la profundidad violeta de sus ojos y esos hoyuelos tan irresistibles que la dejaban profundamente enamorada. Sin embargo, se asustó y eso debió verse reflejado en su rostro.

—Hola, Shiny.

Y Julius le sonreía. Sí, Julius, que se encontraba  muerto, le sonreía con cariño.

Y la verdad apareció en su mente. Ella había muerto y se había reunido con Julius en el cielo, a donde iban los que morían.

Qué sueño más bonito, pensó. Agradecida de que se encontrara con su compañero en el más allá.

—Estamos muertos.

No le preguntó, más bien lo afirmó.

Aún no se acercaba a él... le daba miedo que desapareciera, que en realidad fuera producto de su imaginación.

—Creo que no —Julius se pellizcó el brazo—. Yo me siento de carne y hueso —bromeó.

Entonces Aurora cayó en cuenta de que no estaba muerta, que no era un sueño y que Julius era tan real como la cama en la que estaba sentada.

Y sus hombros temblaron. Y lloró, y lloró todo lo que no había llorado, botó todo lo que se había estado guardando. Entonces Julius la tomó entre sus brazos, acunándola contra él. En algún momento las lágrimas de él se mezclaron con las de ella, porque se habían echado de menos, habían estado tres meses separados, sin poder sentirse.

—Estás vivo, eres tú —musitó.

—Soy yo amor, estoy vivo.

Aurora lo abrazó y pasó sus piernas por detrás de su espalda, colgándose de él y no queriendo separarse nunca más.

—Estás aquí... te eché mucho de menos. Pensé que no volverías... te amo. Te amo. Te amo.

Aurora respiró su aroma varonil. Escondió su rostro entre su cuello y Julius comenzó a acariciarle la espalda, calmándola.

—También te amo, Shiny.

Entonces Julius tomó su rostro y pegó sus labios contra los de ella. Al comienzo Aurora no se movió, siguiendo aturdida por toda la situación, pero pronto comenzó a mover sus labios sobre los de él, succionándolos, moviéndolos desesperadamente. Se sentía tan dulce... había olvidado lo exquisito que se sentían sus labios sobre los de ella, tan llenos.

Era él, su Julius, su compañero, el amor de su vida. Estaba vivo y estaba allí con ella.

—Ya... no llores, estoy aquí y nunca más nos van a separar —la calmó dulcemente él.

Ella asintió y cerró los ojos, sintiendo el corazón de él retumbar al mismo compás que el de ella.

—Te amo Julius.

—Yo también te amo, Aurora.

—Lo sé —le sonrió.

Julius le sonrió de vuelta y Aurora observó sus ojos, brillando de alegría por haberse reencontrado.