18| Frank

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Había pasado cerca de un mes desde que supimos que Charles Freschi tenía cáncer y que no le quedaba mucho tiempo de vida. Para ese entonces, a Brooke le consumía la culpa, y deseaba ser todo lo que su padre siempre quiso que fuera. Me gustaba que fuera así de atenta con su padre, estaba con él la mayor parte del día y comenzaba a mostrarse más cariñosa con él.

Las noches que pasaba con Brooke cada vez fueron más escasas, porque ella prefería estar con su padre, lo cual lo encontraba comprensible.

Redujeron el personal por alguna razón, asignaron a alguien más para cuidar de Brooke, mientras que yo cuidaba del señor Freschi. Una de las razones por las cuales dejé de verla por las noches.

Un día anunciaron que habría una fiesta, me pareció bastante extraño, y Brooke no me quiso decir nada al respecto. Me dijo que enteraría el día de la fiesta, y después de eso la vi mucho menos. Es más, se pasaba el día con Kyle. Lo cual me hacía hervir de celos y coraje. ¿Qué hacía pasando el tiempo con un sujeto como él?

Cuando el día de la fiesta llegó, la casa de los Freschi se llenó de amigos de la familia, todos personas importantes; y luego estaba yo, llevando al señor Freschi a todos lados en su silla de ruedas.

Lo único bueno de esa noche fue ver a Brooke. Se veía preciosa en su vestido blanco entallado, con su cabello completamente suelto, una de las pocas veces en las que parecía una chica normal, sin toda esa ropa de oficina. Pude quedarme toda la noche contemplándola, si no fuera porque había demasiada gente que podría darse cuenta de mi manera de mirarla.

— Se ve muy bien esta noche, señorita Freschi — le dije en cuanto tuve oportunidad. Lejos de los oídos y miradas indiscretas.

— Gracias — me sonrió de manera cómplice —. Me preguntaba... ¿ si podría buscarme usted cuando la fiesta termine?

— Será un placer.

A lo lejos vi como Kyle se acercaba, con todo y su porte altanero, Brooke me miró de una forma como si quisiera decirme algo, sin embargo, no pude preguntarle que le sucedía, ya que Kyle la tomó del brazo y se la llevó lejos.

Me quedé junto al señor Freschi unos minutos, viendo como Kyle se subía a una plataforma que habían instalado, y hacía callar a los músicos.

— Amigos — Kyle llamó la atención de todos los reunidos —. Estoy sumamente complacido de verlos aquí en esta noche. Sé que se estarán preguntando cual es el motivo de esta pequeña fiesta. He incluso escuchado algunos rumores — río —. Pero yo vengo a anunciarles. Brooke sube aquí conmigo.

Brooke subió con elegancia y se situó junto a él. Estaba sonriendo ligeramente. Pero no era una sonrisa verdadera.

— Me complace anunciar mi compromiso con esta bella dama, Brooke Freschi.

Pude haber escuchado mal. Quizá mi mente estaba jugando conmigo. Mi mente se despegó de mi cuerpo, haciendo que todo se viera desde un punto de vista extraño.

Me quedé pasmado en mi sitio junto al señor Freschi, mientras todos brindaban y daban vítores. Y cuando ellos se besaron en frente de todos, supe que era verdad.

Supe que Brooke ahora era aún más prohibida, y que yo estaba irremediablemente enamorado de ella.

Al finalizar la fiesta, no sabía qué demonios hacer, tenía entendido que ya no podría buscarla más, pero aun así me deje llevar por el impulso de buscarla. Se lo había prometido de todas formas.

Ni siquiera había llegado a su puerta cuando ella salió, me tomó de la mano y me arrastró dentro.

Una vez a salvo en su habitación enterró su rostro en mi cuello mientras repetía una y otra vez que lo sentía.

Turn and Run | Taylor YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora