38| Taylor

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Camino empujando mi carrito de compras mientras leo la lista de lo que tengo que comprar.

Es algo tarde, recordé que no había hecho las compras cuando me di cuenta de que no tenía nada para cenar más que una sola tapa dura de pan y media lechuga vieja. Así de triste hubiera estado mi cena.

Me he mantenido ocupado últimamente. Salgo del trabajo, regreso a mi casa a comer, me voy a hacer ejercicio, o doy caminatas por ahí, regreso tarde y me pongo a leer o algo. Manteniendo mi mente siempre en algo.

Tomo una caja de cereal y creo que eso es todo lo que tengo que comprar. Miro al carrito y me doy cuenta de que llevo demasiada comida, me emocioné un poco quizá.

Comienzo a caminar hacia las cajas cuando veo una figura familiar. Me quedo estático por un momento.

Los pensamientos que trato de reprimir salen por unos instantes, en los que me toma recomponerme y avanzar normalmente de nuevo. No pasa nada.

Ronnie se voltea y me mira unos instantes antes de sonreír, luego me doy cuenta de que viene también con Liam.

Parece que no vienen a comprar más que un par de cosas, puesto que Liam viene jalando una de esas canastas con rueditas.

Hace bastante que no sabía de ellos. Quizá yo me alejé, quizá ellos se alejaron. Quizá todos lo hicimos. De todas formas, lo único que teníamos en común desapareció de nuestras vidas hace tres meses.

—¡Taylor! —Exclama antes de acortar el espacio que nos separaba y darme un abrazo—. Tanto tiempo sin vernos.

Le sonrío, sin realmente sentir ganas de hacerlo. Y luego saludo a Liam con un apretón de manos.

—Lo sé —respondo incómodo—. ¿Cómo han estado?

—Bien, más estables, supongo. Liam tiene un mejor trabajo ahora, donde no hay mujeres que lo seduzcan para que me engañe de nuevo —trata de bromear.

No me causa gracia, pero sonrío de todas formas. Liam solo le dirige una mirada de pocos amigos

—¿Cuántas veces tengo que pedir disculpas para que dejes de echármelo en cara?

—Las necesarias, mi vida —responde ella mirándose las uñas.

—Uhh, chicos...

—Oh, lo siento Taylor —Ronnie me mira avergonzada—. Perdona mi insensibilidad —dice antes de reírse y besar a Liam en la mejilla—. ¿Cómo has estado tú?

—Ahí la llevo —respondo desdeñoso.

—Que bien —nos quedamos unos instantes en silencio, y estoy a punto de despedirme cuando ella agrega: — Quizá te parezca... ¿imprudente?, no lo sé, y no tienes que contestarme si no quieres, pero, ¿no sabes nada de... Skyler?

Creo que me dio un tic en el ojo.

—Ronnie —la llama Liam entre dientes con los ojos bien abiertos.

Por alguna extraña razón, me dan ganas de reírme, pero no lo hago porque sé que terminará siendo una risa histérica que probablemente concluya en llanto.

Es la primera vez en casi dos meses que escucho su nombre en voz alta.

Mis amigos dejaron de mencionarlo, y el tema en general. Por eso mantenía mi mente ocupada el mayor tiempo posible. No quiero pensar en ella.

—No, no he sabido nada de ella desde que se fue —respondo como si no me hubiera afectado en nada su pregunta. Aunque siento que me estoy fragmentando internamente en miles de pedazos.

Turn and Run | Taylor YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora