27| Skyler

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Taylor abre la puerta del departamento y avanza hasta el mueble dejando caer las algunas de las maletas y las cosas que llevábamos en el camino. Se tira boca abajo y puedo escuchar como toma una gran respiración.

Dejamos lo más pesado en la camioneta, e iremos por ello mañana. Acabamos de llegar apenas, son casi las doce de la noche y estamos fastidiados.

Nos levantamos bien temprano para ir a pescar, solo él y yo, porque los demás estaban cansados por el día de ayer en la cascada. Por suerte sacamos algunos peces y de ahí comimos todos, milagrosamente, aunque finalmente nos quedamos con hambre y preparamos algo más.

Hubiese sido agradable si no me hubiera caído del bote unas tres veces, mientras Taylor se reía en vez de ayudarme a salir del agua, así que me vengué algunas veces haciéndolo caer a él también. Fue divertido, después de todo.

— Extrañaba ya mi casa —dice Taylor y su voz suena amortiguada.

Me río y dejo lo que traigo en la barra antes de tumbarme encima de él. Dejando presionar mis labios en su nuca y envolviendo mis brazos en su torso. Taylor se ríe y alza sus brazos, y creo que va poner sus brazos en mi cintura, pero termina reposando sus manos en mi trasero.

— Eh, chico tranquilo —bromeo.

— Mío —me responde él y gira su rostro a un lado. Cierra los ojos y respira tranquilamente.

— Claro que sí —respondo sarcástica.

— A propósito —suelta mi trasero y gira todo su cuerpo hacia mí, sorprendentemente sin dejarme aplastada bajo él. Me regala una sonrisa pícara cuando nuestras miradas se encuentran. Cruzo mis brazos en su pecho observándolo y sonrío también —. Creo que dejamos algo pendiente —lo miro confundida, entonces sus manos que hace instantes estaban en mi cintura comienzan a subir hasta la parte posterior de mi cuello.

Me atrae hacia él y nuestros labios se encuentran en un lento y pausado beso.

Una de sus manos abandona mi nuca para comenzar a levantar mi blusa, y es cuando lo detengo.

— Taylor ahora no —él me mira dolido —. Acabamos de llegar y no he tomado una ducha real en tres días —explico, y entonces él comienza a reír.

— ¡Entonces a tomar una ducha se ha dicho! —Exclama y se sienta casi haciéndome caer. Me sostiene por la cintura y sonríe a modo de disculpa —. Ups, lo siento, amor.

Lo miro fingiendo enfado.

— Ahora por eso no te ducharás conmigo —le digo.

Con mis manos me suelto de su abrazo para poder saltar de su regazo y comienzo a correr hacia el baño. El pasillo está oscuro, la única luz proviene de la sala.

— ¡Skyler! —me grita y comienzo a reír.

Alcanzo la puerta y la abro con violencia, me meto tan rápido como puedo en el baño, antes de cerrar la puerta asomo la cabeza y veo a Taylor corriendo hacia el baño, mirándome travieso.

Chillo como niñita cuando no cierro la puerta a tiempo y él alcanza a empujarla un poco. Alcanzo a cerrar la puerta y le pongo candado

— ¡No vas a entrar! —le grito cuando comienza a golpear la puerta y a tratar de abrirla.

— ¡Ábreme!

Enciendo la luz y comienzo a desvestirme aun con Taylor diciéndome que le abra y agitando la puerta como loco.

— ¡No! —me río entre dientes.

Estoy a punto de bajar mis shorts cuando Taylor deja de sacudir la puerta, me quedo quieta donde estoy y me acerco a la puerta pegando mi oreja a la madera para ver si puedo escuchar algo.

Turn and Run | Taylor YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora