02| Skyler.

512 30 5
                                    

El viaje en carretera me había agotado demasiado. Me duele la espalda, el cuello, siento mis extremidades entumecidas y sufro de un terrible dolor de trasero. He conducido durante varios días buscando un nuevo lugar donde establecerme, y dejar todo lo que había hecho atrás.

Ya estoy a la mitad del estado de Tennessee. Nashville por ahora parece un buen lugar. No se me olvida que de aquí era mi madre, quizá una de las razones por las que este sitio me simpatiza más.

Ya es de noche, muy de noche. Y me gusta este lugar, se ve… tranquilo. En lo que cabe decir. Estacioné mi camioneta en frente de una plaza, y si, estaba vacía. Supuse que era cerca la zona centro ya que veía locales a lo lejos, y por lo alto, se veían letreros de las supertiendas, y los centros comerciales, pero obviamente ya estaban cerradas. Debería de haber un hotel en algún lugar por aquí.

Planeaba quedarme aquí un tiempo… buscaría un departamento o un cuarto en renta, me pondría a trabajar o algo, y luego me iría, o eso es lo que pienso ahora.

Bajé de la camioneta y por un segundo creí haber olvidado como caminar. Me estiré y se sintió tan bien, que podría quedarme en esta posición más tiempo, pero no lo hice. Empecé caminando torpe, muy torpe a decir verdad, tanto que me reía de mi misma. Era agradable la sensación de reír, había pasado la última semana toda tensa.

Caminé durante un rato, estirándome y buscando un sitio donde quedarme. Y como si el universo estuviera en mi contra, comenzó a llover. Suspiré de frustración. Otra vez tendría que dormir en el incómodo asiento de mi camioneta. ¡Ya había dormido en el toda la semana!

La lluvia comenzó a caer más fuerte, y comencé a correr. Mi ropa estaba ahora empapada, sentía el agua atravesar las fibras de mi ropa y colarse hasta llegar a mi cuerpo. No veía nada al frente, lo más normal sería que me esperara a que se pasara un poco la lluvia. Pero sé que estoy cerca de llegar a mi camioneta.

Sólo me faltaba una calle para llegar a ella, estaba cruzando la última calle cuando otro cuerpo chocó contra el mío, grande, duro. ¿Será que él me encontró? No podía ver, y el dolor en uno de mis costados me dejó paralizada.

Sentí como más agua entraba por mi ropa. Los segundos pasaban y solo podía sentir dolor en el lado izquierdo de mi cuerpo, me quejé, sabía que mis ojos estaban cerrados. Sin embargo, también sabía que había una luz encima de mí, lo sabía porque veía rojo.

Y ahora veo oscuridad, nada más.

Me encontraba flotando en la oscuridad. No es para nada agradable ¿Y si estoy muerta?, y en todo caso, ¿Los muertos piensan?

Supe que no estaba muerta cuando comencé a sentir dolor, dolor de cansancio, dolor del golpe, dolor mental…

Abrí lentamente los ojos. Me dolía el cuerpo. Miré hacia abajo y contemplé las sábanas. ¿Dónde estoy? ¿Es esto un hospital? No parece una habitación de hospital. ¿Qué demonios me había pasado ayer? No recuerdo haber llegado a ningún hotel.

Me incorporé en la cama y miré mi ropa, una camisa negra con una inscripción en ella “Invisible children”. Me levanté y la camisa me llegaba casi a la mitad de los muslos. No tenía mangas. No tengo idea de cómo esta ropa llegó a mí, no creo que sea mía.

¿Y si algún psicópata me había visto ayer, me había dejado inconsciente y me había llevado a su casa, con el fin de que fuera su esclava o algo así?

La verdad es que yo estaba atemorizada, pero a pesar de eso me dirigí hacia la puerta. Escuché que desde afuera venía un sonido, que seguramente sería de la televisión. Tuve miedo de abrir la puerta, miedo de lo que me podría encontrar, así que la abrí lentamente. Había un pasillo angosto, caminé por el pasillo hacia mi derecha, que abría a una estancia.

Turn and Run | Taylor YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora