09| Skyler.

325 27 3
                                    

Han pasado dos meses desde que llegué a Nashville, y un mes desde que Taylor y yo vivimos juntos oficialmente. No estaba en mis planes compartir piso con alguien, o más bien, que alguien compartiera su piso conmigo, pero en el tiempo que he estado aquí me di cuenta que es mucho más divertido.

Taylor me ha presentado a todos sus amigos, hemos salido varias veces en grupo, y todos ellos son muy agradables.

A pesar de que hay quienes, como Zac, que les gusta molestarnos poniéndonos en un plano romántico. Al que parece molestarle más es a Taylor, a mí me causa gracia todo lo que dicen. También las miradas que le echa Justin a Taylor, mientras este se pone rojo del coraje.

Todos son muy amables. Dakotah, la mejor amiga de Hayley ocasionalmente me llama para que salgamos a tomar algo, a veces vamos solas, otras veces nos acompaña Hayley, luego vamos con Kath. Y podemos pasar toda la tarde sentadas conversando, o de compras, y me encanta. Nunca había tenido tantas relaciones de amistad.

Lo único malo, es que todas ellas tienen cosas que hacer. Mientras yo no, me la paso encerrada en el departamento la mayor parte del día, ya que a Taylor lo contrataron para ser el fotógrafo de una revista local, y desaparece por las mañanas, a veces por las tardes, en ocasiones todo el día.

Al principio me ponía a limpiar o hacer alguna cosa, pero el departamento es pequeño y me quedo la mañana sin hacer nada hasta que es hora de hacer la comida. Algunas veces le llevé a Tay de comer al trabajo, y aprovechaba para estirarme y quitarme el estrés de estar encerrada. Me quedaba un rato acompañándolo y viendo lo que hacía, y regresábamos juntos a casa, y terminábamos viendo una película o algo. Luego comencé a intimidarme por las miradas que me lanzaban algunas modelos y dejé de ir.

Como no quise perder más mi tiempo, me fui a conseguir empleo. Mi dinero en el banco no iba a durar para siempre, y a estas alturas, creo que ya le había dado un buen bajón.

No quise trabajar en nada de oficinas y eso, ya había tenido suficiente de eso durante toda mi vida.

Joe me había dicho que en una cafetería cercana al edificio estaban solicitando gente. Así que fui y llené la solicitud. Me dijeron que llamarían. Y esperaba que lo hicieran.

Y así fue. No esperaba a que Taylor llegara para decirle.

Comenzaría a trabajar la siguiente semana, y estoy realmente emocionada. Efectivamente estoy comenzando mi vida de nuevo.

A pesar de que los fantasmas de mi pasado siguen ahí presentes, estoy siguiendo con mi vida, aunque eso me haga sentirme culpable como el infierno.

Me estaba sintiendo abrumada por todo esto cuando abre la puerta y entra Taylor.

- Ey, tu - me saluda.

- Hola - le sonrío -. Adivina.

- ¿Buenas noticias? - asiento rápidamente, y él me sonríe -. ¿Te dieron el empleo?

- ¡Sí! - asiento efusivamente y estiro los brazos hacia él.

Taylor avanza hacia a mí y me atrapa abrazándome con fuerza, está riendo mientras yo salto como niñita en sus brazos.

- Eso es perfecto. Sabré donde estas todo el tiempo- dice como si acosar gente fuera lo más natural del mundo.

- ¿Perfecto? Es espeluznante - le contesto.

- Bueno, luego sales, te pierdes, te caes, no sé, te cae el cielo encima. Al menos sabré que hay gente vigilándote, y que estarás bien - se burla.

- Que lindo, pero sé cuidarme perfectamente sola - reprocho.

Él alza una ceja en respuesta, incrédulo.

Turn and Run | Taylor YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora