26| Frank

207 13 1
                                    

Me encuentro en la oficina del señor Freschi. Me he vuelto más cercano a él en todos estos meses, ocho largos meses. La investigación paró porque no había suficientes pistas sobre el paradero de Brooke. El señor Freschi era el que se veía más devastado por este asunto.

Hace meses el señor Freschi tuvo un problema y tuvimos que llevarlo de emergencia al hospital, fue horrible, porque pensé que moriría, y no dejaba de preguntar por Brooke en todo momento. Me veía, y sus ojos grises reflejaban todo el dolor del mundo. Nunca la pasé tan mal.

Después de eso, se ha recuperado un poco, pero no es suficiente. Sigue teniendo sus terapias y todo, y creo que lo único que lo mantiene vivo es el deseo de volver a Brooke.

Me siento enfadado con ella, la noticia de su decaída apareció en las noticias a nivel nacional, ella debió verlo. ¿Por qué no regresaba entonces?

Hoy es su cumpleaños, pero no lo está disfrutando.

Hicieron una pequeña reunión en celebración, y fueron amigos cercanos. Yo estuve con él en todo momento, nunca me separaba de él. Prácticamente ya vivía en su casa.

Me encontré con Kyle y me saludó con un asentimiento en la cabeza. Había cambiado en todo este tiempo. Yo me había convertido en algo así como el confidente del señor Freschi, me confiaba todo. Incluso iba a sus reuniones privadas y pedía mi opinión siempre, antes de tomar alguna decisión. Creo que eso es lo que hizo cambiar la actitud de Kyle respecto hacia mí.

No seremos buenos amigos, pero por lo menos ya no me trata con desprecio. Y eso está bien para mí.

El señor Freschi tiene en mano la fotografía de Brooke, y la observa detenidamente, como siempre lo hace antes de irse a dormir, o cuando no tiene nada que hacer. Simplemente se sienta y la observa, como si no quisiese perderse de ningún detalle.

Entonces suena el teléfono.

Él lo mira sonar, pero no lo levanta y vuelve la vista hacia la fotografía.

Lo hago por él, porque creo que es lo que quiere que haga, y además, últimamente he estado recibiendo todas sus llamadas, me siento como un secretario algunas veces.

— ¿Hola? —Digo pero no hay respuesta del otro lado de la línea, quizá sea una llamada de broma — ¿Quién habla? —frunzo el ceño cuando escucho como si la persona del otro lado de la línea estuviera llorando.

— ¿Quién es? —pregunta el señor Freschi mirando hacia mí, pero niego con la cabeza.

Entonces se me ocurre que quizá podría ser ella.

Quizá podría ser Brooke.

Se me acelera el pulso de solo pensarlo.

— ¿Brooke? —me aventuro a preguntar.

¡Es ella! Estoy seguro que es ella, ¿quién más llamaría este día, justo a este número?

Quiero decir algo más, pero escucho como cuelgan el teléfono con violencia dejándome con las palabras en la boca.

Estoy frustrado. Dolido.

Miro al señor Freschi, pareciera que está a punto de desmayarse.

— ¿Brooke? —me pregunta él y comienza a desvanecerse.

Camino de un lado a otro por el pasillo del hospital, aún estamos esperando noticias sobre la condición del señor Freschi. La llamada de Brooke conmocionó a su papá en gran manera que le dio un infarto.

Tengo que encontrarla.

Revisé el número en el identificador de llamadas, era de un teléfono público.

Turn and Run | Taylor YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora