El viaje

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El resto de Enero fue bastante tranquilo. Si bien mantuve mis reiteradas visitas a la terminal C,  la segunda quincena me dió un respiro porque Marcelo se tomó las vacaciones y a su regreso me iría yo durante la primera quincena de Febrero.

Digamoslo así,  hice un pete y un anal fuera de mi matrimonio y nada más.

Llegó el gran día,  viajamos durante catorce horas y llegamos a destino. Playas paradisiacas,  gente con buena vibra, clima tropical. Nos hospedamos en un all inclusive en una suite romántica.

La primera noche fue tranquila, estábamos exhaustos de tantas horas de vuelo. Visitamos la playa, tomamos tragos dulces, cenamos en el bar de afuera y recibimos muchas invitaciones a fiestas privadas y lugares para bailar y pasarla bien.

El segundo día disfrutamos la soleada playa de arena blanca y agua turquesa. Me puse una bikini de animal print que consistía en un top que cubría la amplitud de las areolas y se ataba del cuello y una tanga de hilo que atrás no cubría nada básicamente y adelante sólo cubría los labios de la vagina con lo cuál haberme hecho el cavado super profundo y dejar pelado mi pubis fue un acierto. Hormonalmente estaba alterada y en continua ovulación,  mi flujo era espeso y mis pechos se inflaron y tomaron una forma más redonda. Abundante eran los besos románticos y las caricias subidas de tono. Las miradas no cesaban sobre mi cuerpo y cada vez que iba a la barra de la playa, el bartender trataba de conquistarme. Debo admitirlo,  era un hombre moreno de piel bronceada y ojos llamativamente verde claro. Su tono me provocaba y me hacía mirarlo con deseo. La tarde no pasó a mayores,  cada vez que me acercaba a la barra por bebidas o algo de comer, algún oportunista intentaba alguna jugada conmigo o me sacaban charla para darse a conocer y ver si tenían alguna chance conmigo. Admito, más de uno estaba para chuparse los dedos. Mi esposo parecía entusiasmado con lo que veía,  yo era un símbolo de deseo en ese lugar y los hombres me abordaban buscando refugio en mi cuerpo.

Por la noche fuimos a una cena show, me puse un vestido negro con brillos,  muy corto para lucir mis piernas y con un buen escote para aprovechar lo inflado que estaban mis senos. La pasamos excelente. Volvimos a la habitación y cogimos sin forro dos veces. Su leche me calmaba mis hormonas, aunque sea por unas horas.

La playa al tercer día fue ideal, el sol abrasador, la cerveza ligera y refrescante. Mi esposo me contó que algo que al parecer vuelve loco a los hombres es cuando desde adelante, en la entrepierna femenina, se marca el camel toe y además,  las nalgas se juntan y se aprecia que hay una cola rica y parada y cuando la ves de atrás, los glúteos se separan lo justo para que la concha cuelgue y se asome tímida. Eso les gusta y eso tenía yo. Me puse una bikini dorada, la tanga era de hilo y apenas cubría mis labios,  se me metía demasiado y tenía que acomodar cada tanto para que no se me viera toda la concha. El corpiño de la bikini era de mi talle natural pero como estaba por lo menos una talla y media más,  se me escapaban las tetas por doquier y apenas cubría el grueso de mis pezones que hoy estaban juguetones.

Las selfies en mis redes sociales abundaban. Subía fotos de mis pies pequeños con el mar de fondo. Fotos de mis piernas, fotos de mi rostro en primer plano y mi cola salpicada de arena de fondo en un mar turquesa. Foto con sombrero y gafas oscuras. Foto con el cabello suelto y la redondez de mis tetas.  Obviamente fotos con él había.  Los comentarios lo excitaban,  algunos seguidores reaccionaban a mis historias con corazones o llamaradas,  otros directamente comentaban cosas del estilo 'Estas bárbara', 'Qué hermosa' y otros subían la apuesta y decían frases como 'Tremenda cola', 'Qué buenos pechos amor' y así. Juan Domingo era un local que trabajaba en el bar del hotel. Moreno,  ojos miel y un cuerpo de película. Era el que más merodeaba mi entorno tratando de conquistarme, mi marido disfrutaba eso y me pidió que coqueteara con él. Gustosa,  obedecí sus deseos.

Días de OficinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora