Super Héroes - Parte 3

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Bien, dediqué unos largos minutos a tratar de recomponerme físicamente después del polvo maravilloso que Thor se echó dentro mío. Revisé el celular y vi algunos mensajes de amigas y de mi marido. Respondí a él que la estaba pasando bien, que estaba con unos amigos y me estaban cuidando para transmitirle tranquilidad. Me encendí un cigarrillo y lo disfruté observando el entorno desde un sillón amplio.

Desde atrás,  dos manos suaves con un perfume delicioso taparon mis ojos: 'Hola amiga' - era Jazmín. Mi alegría se notó rápido y se sentó al lado mío. Eran las tres de la mañana ya y me dijo: 'Todavía tenés ganas de que terminemos lo que empezamos? Nosotros si'. La miré super excitada, me bloqueaba su belleza y actitud, y dije: 'Si, si...'. Me agarró del mentón, me besó y me dijo: 'Vamos?'. Mi cara extrañada, respondió: 'Donde?' y ella agregó: 'A lo de Mateo, tranqui, es un departamento enorme, está a cinco minutos de acá'. Esperamos a que se acercara Mateo al sillón y él habló con Jazmín un breve momento hasta que ella dijo: 'Vamos? Venis con nosotros o vamos en tu auto?'. Lo pensé un minuto y les propuse llevarlos yo. Salimos de la fiesta a eso de las tres y treinta, creo.

Jazmín iba de acompañante,  Dios que chica tan dulce, amable y tan degenerada,  le encantaba la promiscuidad y disfrutar del sexo cada vez que se le presentara la oportunidad. Mateo iba sentado atrás. 'Es aquel edificio' - señaló él. Estacioné en la puerta,  bajamos y caminamos hasta la entrada. Luego de un ascensor lujoso y espejado, llegamos al piso diez.

Mateo abrió la puerta de su departamento y wow, hermoso, todo reluciente,  un semipiso moderno,  cuidadosamente amoblado, carisimo se veía todo.

- 'Pasen pasen, ponete cómoda Pao' dijo Mateo y se excusó para cambiarse de ropa. Jazmín elevó la voz: 'Matee agarro algo para tomar' y desde el cuarto le respondió él: 'Sii, dale, lo que ustedes quieran'.

Jazmín abrió una enorme heladera y sacó un costoso vino blanco y tres copas. De inmediato colocó las copas sobre una mesita ratona frente a un gigantesco sillón y sirvió cada una con total soltura.

'El baño?' - pregunté algo tímida. 'Por el pasillo,  la puerta del final a la izquierda,  no te metas en la otra que está Mateo jaja' dijo pícara. Me excusé y encaré para el baño.

Arreglé mi maquillaje, mi cabello, acomodé mi atuendo, saqué mi perfume y me rocíe en los puntos clásicos,  muslos, arriba de la pelvis, escote, cuello y muñecas. Hice pis, me lavé los dientes, unos retoques más y listo. Habré estado cinco minutos. Salí del baño y al llegar al living ellos estaban empezando. El ruido de sus besos era como una hipnótica melodía.

Jazmín estaba arriba de él, devorando su cuello y él tenía ambas manos en su cola apretando,  masajeando,  acariciando. Algo que me volvía loca era la idea de estar con otra mujer,  probar bocado de lo que hasta ahora tantos hombres habían probado de mí y repito,  no es mi fuerte pero creía firmemente que entre mujeres conoceríamos nuestros puntos debiles y erogenos mejor que los hombres.

Cuando notaron mi presencia,  ella salió de encima de él y me invitaron al sillón. 'Perdón,  nos emocionamos un poquito' - dijo él. 'Vení amiga, ahí tenés tu copa' - dijo ella y me invitó a sentarme a su lado. Me senté y di un sorbo grande de la copa. Ella dió otro y me acarició las piernas,  él se paró y dijo con voz sensual: 'Mimense un poquito,  quiero ver'. Nos reímos, mi corazón latía a mil por hora y Jaz me dijo: 'Sssshh no pasa nada, relajá' y me agarró el mentón y me besó con mucha lengua. No daba más de la calentura,  así que me trepé a ella y comencé a besarla y manosearla mientras ambas jadeabamos disfrutando las caricias. Luego de dos minutos así,  me recostó sobre el sillón boca arriba y ella sobre mí, besaba mi cuello y descubrió mis tetas para comenzar a chupar y mordisquear mis pezones erectos y tibios.  Mmmmm sentía su lengua helada en mis areolas y gemí bien agudo. 'Ayyy amor' - dijo y siguió bajando. Abrió mis piernas, me corrió la tanga y comenzó con su lengua en torbellino a enloquecer a mi clitoris. Por favor,  nunca me la habían chupado tan perfecto.  A ver, un hombre la chupa muy rico pero sus movimientos están enfocados en lubricar para preparar la concha para la penetración mientras que en este caso, sus movimientos eran suaves, sexys, medidos, pausados,  buscando mi disfrute.

Días de OficinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora